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Lemaigre (Janus Henderson): "Creo que la verdadera revolución de la IA está en Europa, en empresas como ASML o ASM"
- El experto en renta variable señala los retos que afronta la bolsa europea
elEconomista.es
Tras los primeros recortes de tipos de los principales bancos centrales, el gestor de carteras en el equipo de renta variable europea de Janus Henderson, Tom Lemaigre, centra el debate en cuál será el desenlace de las referencias del Banco Central Europeo o de la Reserva Federal y lo rápido que se alcanzarán estos niveles. Este será uno de los aspectos que afectará al mercado europeo en los próximos meses, según el experto, junto a la recuperación de China y el desenlace de las elecciones en Estados Unidos. Asimismo, el responsable de Janus Henderson señala los principales retos y oportunidades para la bolsa europea.
Pregunta. ¿Qué puede esperar el mercado del entorno actual de recortes de tipos de interés?
Respuesta. Llevábamos un tiempo esperando estos recortes, porque al final la inflación fue más alta de lo esperada durante los primeros seis meses de este año, lo que retrasó el ciclo de reducción de los tipos. Al final, los precios en Europa fueron ligeramente mejores, lo que permitió a Christine Lagarde adelantarse a la Reserva Federal. Creo que últimamente el debate de un recorte de 25 o 50 puntos, que ya se ha respondido, no es tan importante. Importa más cuál será el nivel final y con qué rapidez lo alcancemos.
P. ¿Afecta eso a la composición de las carteras?
R. Creo que obviamente puede haber grandes implicaciones para el mercado. Gestiono una cartera bastante equilibrada, por lo que no somos inversores puramente value ni inversores growth (crecimiento). Tratamos de ser flexibles. Esto significa que es necesario tener empresas que se beneficien con el recorte de tipos que viene ahora. Si miramos la historia de los últimos 10 años, las compañías enfocadas en los bienes de consumo deberían tener buen desempeño, pero puede que éste no sea el caso esta vez, tienes que ser selectivo. Compañías de mayor duración como las concesionarias como Vinci, Eiffage, Ferrovial... son empresas en las que podríamos estar pensando. Y luego están las de infraestructura. Hemos incluido recientemente Cellnex, con contratos a 20 años e increíblemente apalancadas, que deberían beneficiarse de esta reducción de tasas.
P. ¿Busca oportunidades dentro del mercado europeo aprovechando el dispar crecimiento esperado en las economías de la eurozona?
R. Nosotros preferimos las compañías de gran capitalización con negocio global y que sabemos que tienen flujos de ingresos diversificados geográficamente. Para hablar de exposición por ingresos específicamente por países, pienso en LVMH (Louis Vuitton). El mercado está intentando volverse más positivo con respecto a China y a la evolución de los consumidores de bienes de lujo del país, que son grandes compradores de estos productos. Respecto a las diferencias regionales en Europa, creo que estamos en un momento interesante, pero que se necesita solucionar una serie de cosas para que la gente invierta. En primer lugar, está el problema energético. El coste de la energía es demasiado alto en el mercado europeo. Esto obstaculiza el progreso en Europa y sin duda el alemán también.
P. ¿A qué otros retos se enfrenta el mercado europeo?
R. Solo hay que ver lo que está pasando en la industria del automóvil. Compañías como Volkswagen han señalado recientemente que pagan 70 euros por hora a sus trabajadores en Alemania. ¿Cómo tiene eso sentido si Europa es un único continente y puedes pagar en España 15 o 20 euros por hora? Existe ese arbitraje laboral porque tienen conversaciones con los sindicatos y potencialmente cierra fábricas y se despide a gente. Y es porque, en última instancia, no eres competitivo. A esto se añade la amenaza de que lleguen vehículos eléctricos chinos o, en general, los de combustión. Creo que, a veces, la Comisión Europea tiene normas que nos dificulta ser competitivos. Cuando piensas en las dos grandes economías a las que nos enfrentamos tenemos a Estados Unidos, que son mucho más indulgentes con ciertas industrias que en Europa, y luego está China, que si quieren cambiar algo, lo hacen de la noche a la mañana.
P. ¿Es la política europea otro problema a la hora de invertir?
R. El contexto político en Europa no es fácil. Basta con mirar lo que sucedió tras la decisión de Emmanuel Macron de anticipar las elecciones y la agitación que causó en Francia. Incluso con Michel Barnier como primer ministro. ¿Es un gobierno estable? No lo sé. Alemania tendrá elecciones dentro de un año y no sé qué desenlace tendrá esto... El panorama es complicado pero eso no tiene por qué significar nada para las empresas en las que invierto, que son grandes capitalizadas, globales y líderes de sus sectores. El Stoxx 600 sube un 10% este año y el año pasado también fue buen año, a pesar de que el crecimiento del PIB europeo fue bastante escaso.
P. ¿Veremos en el corto plazo los efectos de los estímulos chinos para revitalizar su economía o tendremos que esperar a la total recuperación de su economía?
R. Es la pregunta del billón de dólares. Es útil, pero no creemos que sea suficiente como para corregir los problemas subyacentes que padece China. Tiene muchos problemas demográficos, una población que envejecerá bastante rápido, desempleo juvenil y el sector inmobiliario ha pasado por un momento difícil. No creo que haya una bala de plata que pueda solucionar el problema del país, pero China tiene la capacidad para cambiar las cosas rápidamente y tomar medidas con dinamismo. No tiene rival ahí. No considero que se haya producido un problema de liquidez, es más un problema de demanda. Lo que está claro, el mercado intentará anticiparse a ello. El sector del lujo y varias compañías industriales subieron en bolsa con el anuncio de las autoridades chinas. China tiene problemas que debe resolver y es una parte importante de la economía mundial, así que espero que el gobierno pueda hacer lo suficiente para que las cosas funcionen. No es que quiera esperar a ver qué pasa. Estuvimos cambiando la cartera porque, en realidad, estuvimos muy preocupados por China durante un tiempo. Si estas medidas son suficientes, entonces probablemente debería pensar en su exposición a los cíclicos que se benefician de una mayor demanda de China, así como a los bienes de consumo, es decir, los bienes de lujo.
P. ¿Qué podemos esperar de la próxima presidencia de Estados Unidos?
R. Lo primero que tengo que decir es que nunca crearía una cartera en base a un resultado binario como este [Harris vs. Trump]. Creo que el mercado está en modo de 'esperar y ver qué pasa'. Uno de ellos es ligeramente más proteccionista que el otro y esto puede derivar en los aranceles que quiere imponer Trump incluso a los automóviles que se fabrican en México. El otro aspecto del 'Harris contra Trump' está en qué sucede con el dinero de la Ley de Reducción de la Inflación, el estímulo puesto en marcha por el gobierno de Biden. Trump dijo que retiraría el dinero pero la realidad es que gran parte de ese dinero también ha beneficiado a los estados republicanos en términos de inversión en transición energética. ¿Derogará Trump esta ley si es elegido para la Casa Blanca? Creo que tendrá que pensarlo dos veces. Otro aspecto interesante del debate entre demócratas y republicanos, en particular para las empresas europeas, son los productos farmacéuticos y lo que pasa con los precios de los medicamentos. Con una presidenta demócrata, lo que se acaba teniendo potencialmente es un poco más de atención a los precios de los medicamentos y la atención médica en EEUU si eres o no estadounidense. En definitiva, la economía debería imponerse a la política y, una vez despejada la incertidumbre de las elecciones, gane quien gane, el mercado podrá volver a centrarse en las condiciones macroeconómicas en las que operan nuestras empresas.
P. ¿Por qué sube el S&P 500 un 20% y el Stoxx 600 un 8% en el año?¿Es todo por el efecto de las grandes tecnológicas?
R. Creo que el peso de las grandes tecnológicas estadounidenses es un factor que definitivamente lo explica. El otro efecto es que cuando piensas en grandes compañías en Europa piensas en LVMH, que ha tenido un año difícil, lo que ha lastrado el rendimiento del índice. Esto se compensa con empresas como Novo Nordisk o SAP que han tenido buen año. Volviendo a Estados Unidos y a cómo aprovechar una temática importante como es la inteligencia artificial, claramente, Nvidia es una compañía fantástica pero en realidad no produce sus propios chips. Solo los diseña y TSMC los produce. ¿Y dónde compra TSMC sus equipos para la revolución de la IA? Creo que es Europa. Pero depende de TSMC para fabricar los chips. Así que creo que la verdadera revolución de la IA está en Europa a través de empresas como ASML o ASM International. Y luego está la inversión de más de 240.000 millones en gastos de capital que realizarán Amazon, Apple, Google Microsoft y Meta que básicamente son centros de datos. Las empresas europeas también pueden beneficiarse de lo que básicamente provoca el alza del S&P 500. Abarca otras áreas, no solo los semiconductores. Hay que construir estos centros de datos, poner cemento, estructuras de acero y más infraestructura alrededor. Holcim es una empresa suiza fabricante de cemento, CRH debería beneficiarse también de los centros de datos. Tenemos ambos en cartera. Cuando estos centros estén construidos hay que pensar en la alimentación de sistemas de manera ininterrumpida, en la refrigeración, aire acondicionado y ventilación... Schneider Electric se dedica a ello con la mayor gama de productos y las tecnológicas estadounidenses están en conversaciones con ella porque necesitan sus productos.
P. ¿Qué suele mirar cuando selecciona compañías para su porfolio?
R. Soy flexible y no me centro solo en compañías value o growth. Lo que busco en una empresa es la generación de flujo de caja libre y cómo se utiliza ese flujo de caja. Busco compañías baratas o con precios razonables, con rendimientos de flujo de caja de un dígito medio-alto o superior, o con un PER bajo y flujo de caja creciente y rentabilidades al alza. Dicho esto, menciono de nuevo mi perfil flexible, porque, a veces, te encuentras con empresas que no han sido bien administradas y, por lo tanto, los rendimientos no son buenos y la valoración es barata. Entonces llega un nuevo catalizador y los analistas actualizan sus números o modelos de la empresa y lo que antes tenía una mala perspectiva obtiene de repente una nueva valoración o cambia el múltiplo por el que estás pagando una compañía.
P. ¿Existe una oportunidad en el sector de la automoción europea por lo baratas que están en la actualidad?
R. Están baratos, eso es cierto, son valores que puede merecer la pena tener en cartera porque pueden recuperarse casi verticalmente, como ocurrió en el pasado, pero esto recientemente ha durado poco, en general. Por lo tanto, es difícil poseer el sector a largo plazo, ya que hay una serie de cuestiones estructurales a las que hay que dar respuesta, a saber: la competencia de los OEM chinos, unas bases de costes caras, la adopción de los vehículos eléctricos y la regulación de las emisiones en Europa.