Bolsa, mercados y cotizaciones
Mercedes-Benz protagoniza otra jornada tétrica para el automóvil alemán tras los disgustos de Volkswagen y BMW
- Recorta previsiones financieras debido al rápido deterioro de su negocio en China
- Las acciones de la histórica firma se hunden más de un 6% en la bolsa alemana
- La automoción alemana se 'desangra' y Scholz ofrece ayudas a Volkswagen
elEconomista.es
El automóvil alemán vive otro día para olvidar. Las acciones de uno de sus 'buques insignia' Mercedes-Benz sufren este viernes después de que la compañía haya recortado sus previsiones financieras debido al rápido deterioro de su negocio en China, lo que supone el enésimo 'clavo' para el sector y el último golpe para el debilitado sector industrial alemán. En un desesperado intento por salvar la situación, el gobierno federal ha tendido este mismo viernes la mano al coloso de la automoción germana, Volkswagen, ofreciendo ayudas. Sin embargo, el panorama es poco alentador.
La sangría en bolsa tras los números de Mercedes no se ha hecho esperar: al poco de abrir la bolsa alemana los títulos de la firma han llegado a caer más de un 8% hasta los 54,23 euros, moderándose algo el retroceso después a la franja del 6%. El valor ya pierde alrededor de un 12% en lo que va de año. El contagio a sus pares no ha tardado en llegar: BMW ha borrado un 3%, Volkswagen, un 3,5%, y Porsche han registrado caídas por encima del 2,9%.
Los beneficios ajustados en la principal unidad de automóviles del grupo se esperan ahora en un rango de entre el 7,5% y el 8,5%, frente a una previsión anterior de hasta el 11%, informó Mercedes-Benz a última hora del jueves. China, el mayor mercado de la empresa, ha perdido aún más impulso con compradores adinerados que aplazan las compras de los modelos más caros de Mercedes, como las berlinas Clase S y Maybach.
Ahondando en su problemática, Mercedes-Benz señala que la rebaja en estas previsiones "está provocada por un mayor deterioro del entorno macroeconómico, principalmente en China", citando "un consumo más débil, así como la continua desaceleración en el sector inmobiliario". Que las ganancias antes de intereses e impuestos (EBIT) que ahora se esperan sean "significativamente inferiores" al nivel del año anterior es un serio contratiempo para la empresa, ya que persigue una estrategia de lujo con más ventas de sus vehículos más exclusivos para impulsar la rentabilidad.
En la conferencia con los analistas celebrada este viernes, el CEO del grupo, Ola Källenius, ha prometido que hará todo lo necesario para aumentar los beneficios. Mercedes hará "todo lo que esté en su mano" para impulsar su desempeño, ha dicho Källenius, añadiendo que esto incluye una ofensiva de ventas en China con nuevos productos. "Navegaremos activamente el viento, no nos quedaremos solo mirándolo", ha sentenciado.
Este profit warning es el último revés para la industria más importante de Alemania, que se enfrenta a una accidentada transición a los coches eléctricos y a la disminución de los beneficios procedentes de China. Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles del continente, rompió este mes un pacto laboral de décadas de antigüedad y está a punto de cerrar fábricas nacionales en Alemania por primera vez debido a la caída de la demanda. La semana pasada, BMW recortó sus previsiones de beneficios para todo el año, debido a la recesión en China, a las escasas ventas de vehículos eléctricos y a los fallos en el sistema de frenado proporcionado por Continental, otro histórico alemán, en algunos de sus vehículos.
Para empeorar las cosas, los últimos vehículos eléctricos de la empresa han tenido una respuesta tibia por parte de los consumidores chinos y de otros países. Los clientes más jóvenes de China se decantan cada vez más por las marcas nacionales, que se consideran más avanzadas en tecnología digital y de entretenimiento que las marcas alemanas de gama alta, como Mercedes.
Mientras el negocio en China decae, las ventas en Europa también están bajo presión. Las entregas de Mercedes en la región cayeron un 13% en agosto y un 3% en los ocho primeros meses. El desplome de las ventas de vehículos eléctricos está minando las estrategias de los fabricantes de automóviles para cumplir las estrictas normas sobre emisiones de CO2 que entrarán en vigor el año que viene en la Unión Europea y exponen al sector a multas de miles de millones de euros.
El Ministro de Economía, Robert Habeck, se ha mostrado este viernes dispuesto a hacer lo necesario para "ayudar" a Volkswagen a salir hacia delante y evitar el cierre de plantas en el país. Durante una visita a la fábrica del grupo en Emden, donde emplea a cerca de 8.000 personas, el vicecanciller del gobierno de Olaf Scholz ha insistido a la compañía en que se deben respetar los derechos de los trabajadores y recuperar los convenios colectivos entre los que se encuentra la garantía que protegía hasta ahora -y estaba previsto que lo hiciera hasta 2029- a la plantilla contra el despido por motivos operativos.
El propio Habeck celebra el lunes en Berlín una cumbre del sector para debatir cómo salir de la crisis actual. En agosto, las ventas de coches eléctricos en Alemania se desplomaron más de un 69% en comparación con las cifras de hace un año hasta totalizar por la mínima las 27.000 matriculaciones, según los datos ofrecidos por la Autoridad Federal de Transporte por Carretera (KBA, por sus siglas en inglés).
Golpe al futuro 'totalmente eléctrico'
Tom Narayan, analista del sector automovilístico de RBC, reconoce que la magnitud del profit warning ha sido una sorpresa. Para Mercedes, el debilitamiento de las ventas de sus coches de gama alta supone también un duro golpe para la estrategia destinada a ayudar a financiar su transición hacia un futuro totalmente eléctrico y apuntalar los beneficios. La estrategia de dirigirse a los consumidores más acomodados debía proteger las ventas de las caídas.
"No es sorprendente que el actual entorno del mercado chino esté presionando a la baja los márgenes. Sin embargo, el hecho de que el profit warning de Mercedes sea mayor que el de BMW y que no esté relacionado con una retirada (los problemas del sistema de frenado de Continental) dejará al mercado perplejo sobre la rentabilidad subyacente y la asignación de capital de cara a 2025", apunta el equipo de analistas de UBS que siguen a la acción en un informe lanzado en las últimas horas. "Esperamos ver rebajas significativas en el consenso para 2025 como consecuencia de esto, potencialmente en el rango del 20% a nivel de EBIT (ganancias antes de ingresos e impuestos) y BPA (beneficio por acción) del grupo", añade el equipo encabezado por Patrick Hummel.
"La política de Mercedes es distribuir el 100% del flujo de caja libre (FCF) a través de dividendos y recompra de acciones. Sobre la base de las menores previsiones de EBIT, vemos el FCF para 2024 en torno a los 6.000-6.500 millones de euros, lo que reduciría sustancialmente la rentabilidad total para el accionista (previsiones anteriores por encima de los 8.500 millones de euros). No obstante, señalamos que, con las nuevas previsiones, la empresa genera una rentabilidad en efectivo de alrededor del 10%, con un PER (ratio precio-beneficio) de alrededor de 6,5 veces", concluyen desde UBS.