Bolsa, mercados y cotizaciones

Una guerra comercial entre Estados Unidos y China se llevaría un 1,4% y un 2% de su PIB

  • Desde Barclays consideran que el aterrizaje suave es posible si se evita la hostilidad arancelaria
  • Las ocho próximas semanas estarán dominadas por la pugna entre Harris y Trump
  • La firma de inversión augura mayor recorrido a la bolsa europea que a Wall Street
Elecciones entre Kamala Harris y Donald Trump. Dreamstime

Sergio Fernández

La guerra comercial entre China y Estados Unidos del 2018 podría quedarse corta respecto a la que se dibuja en el horizonte. El resultado electoral de las elecciones presidenciales en Estados Unidos puede derivar en un nuevo enfrentamiento arancelario que afectase al crecimiento global, no solo al de ambas economías. Desde Barclays estiman que la nueva guerra comercial afectaría a la economía estadounidense en un 1,4% frente al 2% que se vería recortada la china en el año siguiente a la aplicación de las tarifas. Tampoco la eurozona escaparía al aumento de los gravámenes a las importaciones, cuyo PIB se resentiría en un 0,7%.

Después del recorte de tipos de interés del Banco Central Europeo, el mercado mira más allá de la cita de la semana que viene de la Reserva Federal de Estados Unidos. La reunión del responsable de la política monetaria del país cobra ahora mayor protagonismo para los mercados financieros, que dan por descontado el primer recorte de tipos de interés. Sin embargo, las próximas ocho semanas estarán marcadas por la carrera presidencial en Estados Unidos y las consecuencias para el mundo de una victoria de Donald Trump o de Kamala Harris.

Una victoria demócrata traería un incremento de los impuestos a las empresas al 28% "que inmediatamente golpearía a las ganancias de acciones estadounidenses y probablemente sean mal recibidas por el mercado de valores", comentaron el presidente global de investigaciones de Barclays, Ajay Rajadhyaksha. Pero sería el triunfo de Donald Trump el que provocaría una auténtica sacudida a la economía estadounidense si se aplican unos aranceles generales al 10% de todas las importaciones y al 60% de todas las importaciones chinas.

"El impacto se notaría en Estados Unidos, pero sería más evidente para la economía China", comentó el economista jefe de Barclays para Estados Unidos, Marc Giannoni. Además, los pronósticos del banco de inversión solo estarían recogiendo los efectos iniciales de una guerra comercial, ya que con el tiempo el comercio mundial se vería más afectado y dejaría mayor huella en economías más pequeñas y abiertas (como las europeas) que para las grandes o las insulares. "Por ahora, es difícil predecir el resultado de las elecciones, pero en una guerra comercial global todo el mundo pierde", comentó el experto.

Por ahora, desde Barclays prefieren la renta variable global a la renta fija en el contexto actual en el que los tipos de interés se irán recortando en todo el globo y el desempleo se mantiene en niveles bajos. A su juicio, los inversores pueden optar por quedarse al margen en estas ocho semanas, esperando a que surja mayor claridad tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

Con todo, desde Barclays proyectan que la renta variable global cerraría el año por encima de los niveles actuales, si bien es cierto que en Wall Street y en la bolsa británica el potencial es más estrecho. Desde la firma ven al S&P 500 en los 5.600 puntos que implicaría un recorrido al alza inferior al 1% desde los niveles actuales. Y en el caso del Ftse 100 de Londres el margen de mejora se estrecharía a menos de un 0,5%. Así, sería en la renta variable europea (con el ejemplo del EuroStoxx) donde el recorrido por delante rozaría el 10%.

En renta fija, desde Barclays consideran que el bono estadounidense a diez años verá un ligero incremento de rentabilidad desde los niveles. Esperan que estos títulos de deuda se mantengan en el 4% de media en el cierre del 2024 y también durante los seis primeros meses del año que viene. Una previsión similar barajan para la deuda del Reino Unido a diez años que no se alejaría del 3,9%. Por contra, la deuda soberana europea rondaría el 2,2% de rentabilidad de media en el cuatro tercio del ejército en curso e iría bajando hasta el 2% en el tercer trimestre del 2025. La deuda nipona con vencimiento en una década alcanzaría el 1,15% al cierre del primer trimestre del año que viene.