Bolsa, mercados y cotizaciones
El petróleo de Rusia recibe uno de los golpes más duros y no es cosa de EEUU ni de Europa
- El precio del petróleo se ha desplomado más de un 18% en solo dos meses
- Los ingresos por crudo de Moscú se reducen a mínimos de principios de año
- Las fuerzas del mercado de crudo están 'sancionando' a Rusia con un crudo barato
Mario Becedas, Vicente Nieves
EEUU y la Unión Europea llevan dos años buscando fórmulas para recortar los ingresos que obtiene Rusia a través del petróleo, principal fuente de financiación del esfuerzo bélico en Ucrania. Diferentes tipos de sanciones o presiones a terceros países para que no compren el crudo ruso han sido algunas de las técnicas empleadas por 'Occidente' para impedir que Moscú siga ingresando cientos de millones de dólares con la venta de su 'oro negro'. Sin embargo, no ha sido nada de esto lo que ha provocado el último gran golpe a los ingresos rusos. Las fuerzas del mercado (una oferta de crudo sólida y demanda débil) se han convertido en el mejor aliado de 'Occidente' y de Kiev, y en el peor enemigo de Vladímir Putin y Rusia.
Lo cierto es que el desplome del precio del petróleo está erosionando con intensidad los ingresos del Kremlin. La fuerte caída del crudo en las últimas semanas ha contribuido a que estos ingresos hayan alcanzado su nivel más bajo desde febrero, poniendo de relieve los retos a los que se enfrenta Moscú. Los ingresos medios de las últimas cuatro semanas (hasta la anterior a la actual) cayeron a su nivel más bajo desde principios de año, a unos 1.510 millones de dólares semanales. El máximo de la media de cuatro semanas, de 2.170 millones de dólares semanales, se alcanzó en las cuatro semanas anteriores al 19 de junio de 2022, a los pocos meses de desatarse la invasión de Ucrania.
El hundimiento de los precios ha vuelto a situar al crudo ruso de referencia, el de los Urales, en los mismos 60 dólares por barril que el G-7, con EEUU al frente, y la Unión Europea fijaron precisamente como tope para socavar la pila de beneficios del Kremlin sin provocar un colapso en los mercados mundiales. El considerado grado de exportación de referencia del crudo ruso cotizó a una media de 60,12 dólares el pasado viernes. El precio del crudo de los Urales del Ministerio de Finanzas ruso lo calcula la agencia de Argus Media, que tiene en cuenta los precios de mezcla en el Báltico y el mar Negro, incluido el coste del seguro y el flete.
¿Por qué colapsa el petróleo?
El miedo a una profunda desaceleración económica global (sobre todo en EEUU, Europa y China) y la insostenible situación de la OPEP (más bien de su plan de recortes) han dado la vuelta al mercado en cuestión de semanas. El cártel ha retrasado la 'devolución' de 2,4 millones de barriles de crudo diarios al mercado por miedo a que el petróleo siga bajando. No obstante, los inversores saben que el plan de la OPEP es insostenible (los recortes están incrementando la cuota de mercado de sus rivales) y que, antes o después, el cártel abrirá las compuertas del crudo, presionando a la baja los precios. Recortar la producción eternamente es entregar en bandeja el mercado de crudo al resto de productores del globo.
Con todo, el precio del barril de Brent se ha desplomado más de un 18% desde principios de julio. Además, los expertos creen que el precio del crudo podría seguir sufriendo en los próximos trimestres hasta alcanzar un nuevo equilibrio en la zona de los 60 dólares por barril en 2025, según los cálculos de Citi.
Si finalmente el petróleo se sitúa en los 60 dólares por barril, una de las sanciones 'estrella' de la UE y EEUU al crudo ruso perdería cierto sentido: el tope de precio de 60 dólares para el petróleo ruso que teóricamente impide a las navieras y traders europeos negociar con el crudo ruso por encima de ese precio. Durante estos años se ha demostrado que esta medida no ha funcionado ni se ha respetado. Sin embargo, si el precio del crudo cae a los 60 dólares, el petróleo ruso (que suele venderse con algo de descuento) se estaría por fin comerciando a ese precio. Es decir, el mercado lograría 'aplicar' la sanción más dura contra el crudo ruso de forma rigurosa.
Rusia sufre la caída del crudo
La dinámica se ha visto en el ritmo de las exportaciones. Los flujos diarios de crudo ruso por vía marítima en la semana hasta el 8 de septiembre aumentaron en unos 40.000 barriles hasta los 3,14 millones. Sin embargo, la de cuatro semanas, menos volátil, se movió en la dirección opuesta, cayendo en 30.000 barriles diarios a 3,13 millones desde los 3,16 millones de la semana anterior. Aparte de una semana en la que cayeron por debajo de los 3 millones de barriles diarios, los envíos según esta medida han oscilado entre 3,13 y 3,25 millones de barriles diarios desde principios de julio. Los envíos de crudo en lo que va de año están unos 45.000 barriles diarios por debajo de la media para todo 2023.
El disgusto le viene a Rusia por sus ahora predilectos clientes asiáticos. Los envíos observados a los clientes asiáticos de Rusia, incluidos los que no tienen destino final, cayeron a 2,92 millones de barriles diarios en las cuatro semanas anteriores al 8 de septiembre. Esta cifra es un 10% inferior a la media de abril.
En el caso de Europa, las exportaciones marítimas de crudo ruso a países de la región han cesado, con la interrupción de los flujos a Bulgaria a finales del año pasado. Moscú también perdió unos 500.000 barriles diarios de exportaciones por oleoducto a Polonia y Alemania a principios de 2023, cuando estos países interrumpieron las compras. Además, las entregas a Hungría, que atraviesan Ucrania por el tramo sur del sistema de oleoductos Druzhba, parecen haberse interrumpido en agosto por la prohibición impuesta por Kiev de que crudo de Lukoil cruzara su territorio.
En suma, Rusia está sufriendo por la caída del precio del crudo (obtiene hoy varios dólares menos por cada barril que vende), pero además tiene algunos problemas para encontrar clientes 'eficientes', es decir, países o empresas a los que vender el crudo sin incurrir en grandes costes de transporte y otras ineficiencias. Estos dos factores están generando un nuevo quebradero de cabeza al Kremlin, que necesita de estos flujos de dinero para seguir costeando una guerra muy cara.