Bolsa, mercados y cotizaciones
Todos lo desean, pocos quieren producirlo: qué hay detrás del rally del metal que ha pulverizado a sus pares este año
- El estaño sube un 20% en 2024 aupado sobre los 30.000 dólares la tonelada
- Bate a los otros metales básicos en medio del débil contexto manufacturero
- La oferta del sudeste asiático se atasca mientras la demanda es prometedora
Mario Becedas
A medida que se desvanece el impulso del rally de los metales básicos de este año, uno de ellos ha seguido obteniendo mejores resultados. Sus precios han subido un 20% en lo que va de año a pesar de la débil actividad manufacturera mundial debido a una confluencia de factores. La oferta se ha enfrentado a vientos en contra y sigue rondando los niveles de 2005. En cuanto a la demanda, la transición energética, con su dependencia de las tecnologías verdes, está impulsando el consumo. El repunte de las ventas de semiconductores también ha servido de apoyo. Estamos hablando del estaño, cuyos precios se aúpan hasta los 30.000 dólares la tonelada después de haber perforado hacia arriba los 35.000 este verano y la dinámica parece que va a seguir: estrategas como los de Bank of America (BofA) lo sitúan en un precio medio de 37.000 dólares para 2026.
Examinando de cerca el notorio problema de oferta, la producción de estaño se ha mantenido prácticamente estable en torno a las 300.000 toneladas anuales durante casi dos décadas. Los problemas de suministro se hicieron evidentes en el primer semestre de 2024, cuando la producción de concentrado de estaño cayó un 9% interanual, hasta situarse en un dato anualizado de 268.000 toneladas.
"A medida que la demanda ha ido en aumento, los precios del estaño han sufrido múltiples subidas en los últimos años, también debido a la persistente escasez de oferta. Los datos muestran que la producción de estaño refinado de los 10 principales productores lleva años reduciéndose. El año pasado, sólo la mitad de los operadores lograron aumentos interanuales de la producción. ¿Por qué ha sucedido esto? La producción de metal refinado no puede moverse al margen de la oferta minera, que, en el caso del estaño, rondó las 300.000 toneladas el año pasado, menos de lo que la industria mundial produjo en 2005. Este año, la producción de concentrado de estaño ha vuelto a rendir por debajo de lo esperado", explican en un informe los analistas del equipo de materias primas de BofA.
Los estrategas señalan hacia los dos principales suministradores mundiales de estaño, Myanmar e Indonesia. En primer lugar, en el estado Wa de Myanmar, históricamente el principal proveedor de China, el mayor consumidor de estaño del mundo, la minería ha permanecido suspendida tras la prohibición introducida en agosto de 2023. Los envíos a China se mantuvieron en el primer trimestre del año, gracias a las reservas de mineral disponibles en Wa, pero la disminución de esos inventarios ha provocado una caída interanual del 45% en los envíos desde entonces.
En junio, se reanudó el transporte de los concentrados de estaño restantes desde la región autónoma de Wa, en respuesta a la presión económica de la Oficina de Industria y Minería del Estado de Wa. Según la firma de análisis CRU, el contenido de estaño de las existencias no vendidas se estima en algo más de 2.000 toneladas (alrededor del 15% de los envíos mensuales medios a China). El plazo para el fin de la prohibición de la minería sigue siendo muy incierto, por lo que el suministro de países alternativos es clave para aliviar la estrechez del mercado chino.
Las exportaciones de Indonesia, segundo productor mundial de estaño (produjo algo más del 20% del estaño refinado mundial el año pasado y fue el mayor país exportador) también han caído en picado este año. Los retrasos en la concesión de licencias mineras tienen gran parte de culpa. Algunos productores han empezado a recibir un Plan de Trabajo y Presupuesto (RKAB) aprobado para poder operar en el país y licencias de exportación, lo que sugiere que las exportaciones deberían recuperarse. "Pero no todo es coser y cantar", avisan desde BofA. "El gobierno también ha aumentado el escrutinio sobre la supuesta corrupción histórica en el comercio del estaño, lo que afecta aún más a la industria. Además, existe el riesgo de posibles restricciones a la exportación como resultado de la decisión del Ministerio de Energía y Recursos Minerales (ESDM) de Indonesia de clasificar el estaño como crítico debido a su importancia para el crecimiento económico y la transición energética mundial".
Lo ocurrido con estos dos 'gigantes' hace palidecer el atípico repunte de la producción de estaño en Perú, que subió un 69% interanual en la primera mitad del año después de que los disturbios políticos afectaran gravemente a las operaciones a principios de 2023. "Minsur, el operador más grande del país y el segundo más grande del mundo, está aumentando la producción este año, apuntando a 30.700-35.800 toneladas de producción de estaño refinado respecto a las 30.715 de 2023. Sin embargo, esto por sí solo no es suficiente para compensar las debilidades en otros lugares", advierten los expertos del banco americano.
Otro problema que muestra las dificultades de producción son las presiones inflacionarias, que se dejan notar en los costes. De hecho, los costes marginales aumentaron un 19% hasta unos 23.000 dólares por tonelada entre 2020 y 2022, proporcionando un sólido suelo a los precios. La Asociación Internacional del Estaño (ITA por sus siglas en inglés) prevé que los costes aumenten aún más a finales de la década, pudiendo superar los 35.000 dólares por tonelada.
Algunos proyectos, que aspiran a producir en 2027, señalan desde BofA, necesitan precios cercanos o superiores a los 40.000 dólares la tonelada para ser rentables. Por lo tanto, se necesitan aumentos de precios sostenidos para incentivar la nueva oferta, también teniendo en cuenta los largos plazos entre el descubrimiento inicial y la primera producción. En la industria del estaño, el plazo puede superar los 10 años. En la actualidad, sólo un puñado de proyectos han alcanzado la fase de estudio de viabilidad definitivo (DFS), lo que sugiere que es probable que la cartera de proyectos siga siendo escasa en el futuro.
Estos graves problemas del lado de la oferta contrastan con una ingente demanda. Tras un débil 2023, las ventas de chips han repuntado un 17% interanual hasta la fecha, apoyando la demanda de estaño. Unido a esto, y teniendo en cuenta que los precios del estaño han seguido históricamente el crecimiento del sector tecnológico, el metal también debería beneficiarse de la creciente popularidad de la Inteligencia Artificial (IA). "Creemos que es probable que ese repunte se mantenga. Después de todo, la caída de la inflación y los recortes de los tipos de interés deberían apoyar el consumo y la demanda de electrónica de consumo. Es más, las Estadísticas del Comercio Mundial de Semiconductores prevén una sólida recuperación del 13,1% este año, tras una caída del 8,2% en las ventas mundiales de semiconductores en 2023", apoya Kieran Tompkins, estratega de materias primas de Capital Economics.
La transición ecológica también respalda el consumo de estaño: según la ITA, el uso de estaño en la industria solar se ha multiplicado por más de seis en la última década hasta convertirse en el tercer sector de uso final en China, con un 10% de la demanda del país. La creciente popularidad de los vehículos eléctricos también es un apoyo, dado que requieren 2-3 veces más estaño que los vehículos con motor de combustión.
En la energía solar fotovoltaica, la cinta que conecta las células solares individuales y lleva la carga a las cajas de conexiones puede estar hecha de un alambre de cobre recubierto de estaño. Más allá de los paneles, el estaño también es crucial para la propia infraestructura de energía solar, ya que el metal es un ingrediente clave de las conexiones soldadas. Otro análisis de la ITA puso de relieve recientemente que el uso de estaño en la energía solar fotovoltaica se ha triplicado con creces en cinco años, hasta alcanzar las 35.000 toneladas, y es probable que supere las 40.000 toneladas en 2030. Esto equivale a una décima parte del consumo mundial, remarcan desde BofA.
Repunte pese a la debilidad de la industria
Los problemas de oferta y este brillante horizonte ayudan a que el estaño se despegue de los precios que estaría justificando la actual escasa actividad manufacturera mundial, sido una de las principales razones por las que se ha desvanecido el repunte de los metales básicos en el segundo trimestre del año. Según los cálculos de BofA, los precios del estaño se han mantenido cotizando un 35% por encima de los niveles que implicarían las relaciones tradicionales.
En cuanto a los inventarios, el contexto fundamental alcista también se ha reflejado en las salidas de estaño de los almacenes mundiales. De hecho, después de que las existencias aumentaran el año pasado debido a la ralentización de las ventas de semiconductores y a unas condiciones monetarias restrictivas, los inventarios han vuelto a caer este año. Los inventarios de la Bolsa de Metales de Londres (LME) han caído a la mitad de los niveles de principios de año y ahora se sitúan en sólo 4.625 toneladas. Del mismo modo, los inventarios de China han disminuido desde junio, ya que los envíos de estaño de los principales proveedores se han visto amenazados.
Por supuesto, el sólido telón de fondo también ha hecho que el estaño resulte atractivo para los inversores. Aunque las empresas de inversión/entidades de crédito y las entidades comerciales siguen representando la mayor parte de la actividad comercial en la LME, la actividad especulativa ha aumentado este año, certifican desde el banco estadounidense. De hecho, la participación de los fondos de inversión en el volumen total de operaciones ha aumentado hasta el 12%, frente a sólo el 5% en 2023, y las posiciones largas netas alcanzaron en julio su nivel más alto jamás registrado.
¿Hay alguna amenaza en este resplandeciente escenario? La hay. "Las crecientes tensiones comerciales entre EEUU y China suponen un riesgo para las cadenas de suministro de los semiconductores, ya que China introdujo restricciones a la exportación de materiales clave para la fabricación de chips, como el galio y el germanio. El material sigue fluyendo, pero algunos consumidores occidentales advierten de una posible escasez si los envíos de materias primas siguen disminuyendo. Así pues, una guerra tecnológica sería negativa para el estaño", advierten desde BofA, recordando, en cualquier caso, que ese no es su escenario base y que esperan que la demanda de estaño crezca un 4,9% este año, y siga creciendo un 3,5% en 2025.