Bolsa, mercados y cotizaciones
¿Un dólar cayendo a plomo con la Fed recortando tipos? La divisa 'reina' tiene aliados que evitarán su hundimiento
- El dólar tiene varios factores que la apoyarán en el proceso de bajada de tipos de interés
- El resto de bancos centrales seguirá la estela de recortes de tipos de la Fed
Álvaro Moreno, Víctor Blanco Moro
Madrid,
Todo parece indicar que septiembre la Fed empezará lo que será una cascada de recortes de tipos de interés, un giro por completo en su política que se ha visto reforzado por el discurso del presidente en Jackson Hole. Es por ello que hay quien espera que, en línea con el dólar, que ya está en mínimos de 2024 a las puertas del fin de la era de los tipos de interés en su punto álgido, inicie a partir de ahora una auténtica espiral bajista. Este escenario puede encender la inflación en territorio norteamericano y provocar enormes cambios, para bien o para mal en el mercado y no en vano, la potente revalorización del yen provocó un auténtico descalabro en la bolsa japonesa. Sin embargo, los analistas están pidiendo calma al mercado, creen que el billete verde ya ha tocado suelo y que, de hecho, será una fuente de sorpresas los próximos meses, actuando de forma totalmente anti intuitiva.
En lo que va de agosto el índice dólar (que compara su cotización con el de una cesta de las principales monedas internacionales) ha caído con decisión un 2,59%. Esto sumado al descenso de julio hace que en menos de dos meses haya caído ya un 4,22%, borrando así todas las ganancias y quedándose en mínimos de 2024. El cambio frente al euro ha sido prácticamente idéntico, con un desplome del 2,7% en lo que va de agosto, cambiándose así la divisa americana por 0,9 euros. Respecto al yen la caída es del 6,8% y del 1,9% para el yuan.
Entonces, ¿por qué el dólar no tiene visos, para muchos de seguir cayendo?. El motivo es que el mercado ya ha digerido por completo el giro de la Fed y esto ya se ha descontado en los precios. Andrea Cicione y Daniel Von Ahlen, analistas de TS Lombard defienden esta teoría alegando que la divisa, "se ha debilitado significativamente los últimos meses hasta llegar a mínimos a medida que los mercados iban apostando por un cambio de rumbo de la Fed". Sin embargo, "esta tendencia parece haberse agotado, lo que nos hace no ser bajistas".
De hecho, los expertos consideran que muchos de los analistas agitados por temores de recesión, "están exagerando la relación de la política de la Fed respecto a otros bancos centrales", algo que podría traer sorpresas positivas para la divisa norteamericana. "Históricamente, la Fed ha adoptado una actitud relativamente gradual en la flexibilización de sus políticas durante los aterrizajes suaves, lo que contrasta con los precios actuales del mercado". Actualmente el mercado de swaps otorga un recorte de 100 puntos básicos para las próximas tres reuniones, es decir, en lo que resta de 2024. Esperan, a su vez, que para junio de 2025 se haya procedido con 75 puntos menos en el 'precio del dinero'.
Shivan Tandom, analista de Capital Economics, explica que esta dislocación debido a unas perspectivas asumidas es algo que se ha repetido una y otra vez siempre que la Fed ha elevado de forma agresiva el precio del dinero. "Cinco de los siete ciclos de flexibilización desde la década de 1970 muestran un dólar fortaleciéndose durante el año en el que se alcanzó el punto máximo (en los tipos)". Solo en dos escenarios (finales de los ochenta y mediados de los 2000) se pudo ver una caída en un periodo de flexibilización monetaria . Varios factores llevan a los analistas a pensar en un poco más debilidad dado que aún está "relativamente valorado" pero "hay un margen realmente limitado".
No todos coinciden y Francesco Pesole, analista de ING, defiende que "Creemos que la perspectiva de una flexibilización de la Fed significa que las posiciones cortas en dólares seguirán prevaleciendo". En resumen, el banco neerlandés cree que "la forma en que los mercados están negociando la flexibilización de la Fed es similar a la de diciembre y no vemos motivos para predecir una inversión de la tendencia bajista del dólar por ahora".
El 'baile' con otros bancos centrales
En este ciclo de bajadas de tipos, uno de los factores más importantes para los movimientos que se producen en el mercado de divisas es el diferencial de tipos de interés entre dos economías. El dinero siempre busca la rentabilidad más elevada ajustada al riesgo, y un tipo de interés elevado suele atraer dinero. Los tipos altos presionan al alza a las rentabilidades de los bonos en el mercado, y los inversores, siempre teniendo en cuenta el riesgo asociado a esa inversión, tienden a comprar estos bonos, y para ello convierten su divisa en la del título que quieren adquirir, generando subidas en esta última frente a la moneda del inversor extranjero.
Según esta lógica, que la Fed vaya a empezar a bajar tipos no debería ser una buena noticia para el dólar estadounidense, ya que, como se ha visto en las últimas semanas, el bono estadounidense ha reducido su rentabilidad para adaptarse al movimiento del banco central americano. Sin embargo, hay un elemento que también hay que tener en cuenta, y que juega a favor del dólar en el proceso de bajadas de tipos que se avecina: muchos de los otros bancos centrales también están bajando la tasa de interés de referencia en sus economías.
La Fed, de hecho, va a comenzar el ciclo de recortes en el precio del dinero más tarde que el BCE, que ya lo ha empezado, y los mercados están comprando una bajada agresiva por parte del organismo europeo en los próximos meses, y de otros bancos centrales, como el Banco de Inglaterra. Eso contribuirá a que el dólar no se deprecie agresivamente frente al euro y la libra esterlina, o incluso, podría apoyar algunas subidas de la moneda estadounidense en estos cruces tan importantes. A día de hoy, los mercados compran un recorte de tipos de 150 puntos básicos por parte del BCE. desde ahora hasta el cierre de julio de 2025, en los ocho encuentros oficiales de política monetaria que llevará a cabo el banco central en este periodo.
Para el Banco de Inglaterra, el mercado está ya esperando un recorte de tipos de 100 puntos básicos en los próximos 12 meses, hasta julio del año que viene, y los inversores también descuentan bajadas en el precio del dinero en los próximos meses en países como Canadá, Suecia, República Checa, Nueva Zelanda… una larga lista de países cuya tendencia de tipos apunta a que sus divisas no lo tendrán fácil para subir con fuerza frente al dólar estadounidense.
Desde Capital Economics señalan cómo "nuestras previsiones de política monetaria en las principales economías coinciden en líneas generales con lo que se descuenta en los mercados monetarios, lo que sugiere que hay un margen limitado para una mayor debilidad del dólar por ese motivo", señala la gestora. "No obstante", continúa, esto implica que la Fed recortará las tasas más que la mayoría de sus pares, lo que significa que los diferenciales de tasas de interés a corto plazo seguirán desplazándose en contra de Estados Unidos", advierte Capital Economics.
Una moneda anticíclica y amante del 'miedo'
En cualquier caso, otro factor que está animando a los defensores del dólar es, precisamente, la posibilidad de una desaceleración económica mundial, particularmente en China, aunque con réplica en el resto del mundo. Desde BCA Research comentan que "el dólar es una moneda anticíclica" y por lo tanto, incluso si hubiera una recesión en Estados Unidos, "esta se transformaría en una desaceleración mundial". De hecho, "la economía estadounidense está más orientada a los servicios que a la industria manufacturera, en comparación con el resto del mundo. Por lo tanto, cuando el crecimiento mundial se acelera, el capital suele fluir de Estados Unidos al resto del mundo, lo que aumenta la demanda de divisas y reduce la demanda de dólares". Ahora esa debilidad mundial provocaría el efecto inverso.
Desde Capital Economics creen que una economía resistente llevará a un apetito por el riesgo mantenido, algo que podría introducir un factor de presión en el dólar. Sin embargo, "los diferenciales de crédito corporativo, han vuelto a niveles extremadamente bajos. Por lo tanto, podría decirse que también hay un margen limitado para una mayor debilidad del dólar por ese motivo". Además destacan que si EEUU tuviera un desempeño económico peor al esperado "veríamos un nuevo episodio de fortaleza de la divisa".
Por su parte, desde TS Lombard comentan que ven una economía china muy debilitada "con un crecimiento del PIB nominal casi negativo" atrapada en un contexto de que "empuja la trayectoria macroeconómica de China desde una débil estabilización hacia una desaceleración drástica". Este factor también conspira a favor del billete verde pues "una china aún más débil podría afectar negativamente a los precios de las materias primas, debilitar las monedas de los mercados emergentes y precipitar los flujos hacia la seguridad del dólar". De hecho, ya estamos viendo precios de materias primas muy diversas caer con fuerza, como el petróleo, el hierro, cobre… etc, precisamente debido a una demanda mucho más baja del gigante asiático.
El factor Kamala-Trump
Hay un factor que estaría distorsionando el mercado y que brilla por encima del resto en el corto plazo: las elecciones de EEUU. Kamala Harris y Donald Trump van a enfrentarse en una contienda electoral sin cuartel que se resolverá en noviembre… y en la que se resolverá el destino del dólar, pues los aranceles y otras medidas del magnate neoyorquino han generado un amplio consenso de que implicarían claras subidas para la moneda.
En ese sentido, uno de los factores que muchos atribuyen a las recientes caídas del dólar vienen de una gran remontada en las encuestas de la candidata demócrata que ha pasado este mes de tener muy pocas opciones a situarse como ligera favorita en las encuestas. "Que el dólar estadounidense se haya debilitado desde principios de agosto es un poco extraño, en nuestra opinión, ya que se produjo durante un período en el que los datos estadounidenses (ventas minoristas, solicitudes iniciales de subsidio por desempleo, ISM de servicios) apuntaban a una renovada fortaleza relativa en Estados Unidos, tras las preocupaciones sobre una recesión a finales de julio y principios de agosto", dijo Thierry Wizman, estratega global de tipos y divisas de Macquarie, en una nota del martes.
Desde TS Lombard comentan que lo que ha pasado este mes de agosto es que "las apuestas sobre Trump han vuelto a pasar de moda en medio del aumento de las probabilidades de una victoria de Kamala Harris en las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre, lo que podría haber contribuido al debilitamiento del dólar". Para la firma, "Harris busca posicionarse como una candidata antiinflacionaria. El núcleo de sus propuestas económicas (incluidas la facilitación e incentivo de la construcción de viviendas y la reducción de los costos médicos) parece desinflacionario en comparación con los enormes aranceles que se avecinan bajo una segunda administración Trump". Sin embargo desde la firma destacan que "el ciclo político es muy volátil y el péndulo puede oscilar en cuestión de días, lo que significa que una mejora en las probabilidades de Trump podría ayudar al dólar a subir nuevamente".