Bolsa, mercados y cotizaciones

La guerra silenciosa que puede movilizar mucho ahorro que no se remunera

    Revolut.

    Joaquín Gómez

    Hay guerras que se libran desde el engaño y son en ocasiones las más provechosas. La invasión aliada del sur de Europa fue todavía más efectiva y sorpresiva que la de Normandía porque los servicios de inteligencia británicos hicieron creer a los nazis que el desembarco se produciría en Grecia y no en Sicilia, donde estaba previsto y sospechaban los alemanes. Para lograrlo utilizaron el cadáver de Glyndwr Michael, un vagabundo londinense fallecido por ingerir veneno, al que vistieron de soldado británico, dotándolo de una identidad ficticia: William Martin.

    El cuerpo lo dejaron en la costa de la 'neutral' España para que las autoridades franquistas, mucho más propicias a Hitler, notificaran que el cadáver portaba documentos secretos que recogían órdenes de desembarco en Grecia. Hoy una lápida del cementerio de Huelva lleva el nombre de alguien que nunca existió, William Martin, pero que salvó miles de vidas y cambió el curso de la guerra. Posteriormente se añadió el nombre de Glyndwr Michael como reconocimiento al otro ganador de una batalla, ya muerto como, como protagonista de la Operación Mincemeat (carne picada).

    Esta semana se ha abierto una de esas guerras silenciosas de cuyas consecuencias sabremos dentro de un tiempo. Justo en el momento en el que muchos inversores van a comenzar a renovar Letras del Tesoro, que el año pasado se firmaron casi al 4%, y que ahora será complicado renovarlas más allá del 3%. Y lo peor es que su rentabilidad continuará disminuyendo a medida que se acelere la expectativa de bajada de tipos. Revolut busca captar ahorro en España y lanza una cuenta de depósito a la vista que da hasta un 3,56% TAE en su rango de remuneración más alto, con un límite de 100.000 euros y para aquellos clientes que estén dispuestos a pagar 55 euros al mes por la cuenta y más cosas. Aunque esta retribución es medio punto más alta que la de las Letras o un bono español a una década, incluso que la de los mejores depósitos de mercado, no es previsible que robe mucho saldo de banca privada o de los neobancos consolidados porque tiene letra pequeña que al cliente más sofisticado no le suele gustar.

    Lo que sí puede acabar ocurriendo es que la guerra no se gane por la parte más llamativa de la rentabilidad, la del 3,5%, sino por la de los clientes que ya utilizan Revolut para sus pagos como su otro banco y, sin vinculación y costes, quieran que su ahorro se remunere al 2%. ¿Cuánto sentido tiene enviar la nómina a una cuenta con la que haces los pagos y en la que se abonan intereses si tu banco no te ofrece nada? El movimiento no es insignificante. Ignacio Zunzunegui, Head of Growth de Revolut para el Sur de Europa, asegura que este lanzamiento supone "ampliar el catálogo de productos a 3,3 millones de clientes". El dinero que está parado es el que pierde la guerra.