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Tres formas de inversión en la conducción autónoma

  • Una de las propuestas consiste en invertir en compañías de gran capitalización y diversificación

Ángela Vázquez

La industria del sector automovilístico está cada vez más intensificada y se adentra más en la inversión tecnológica, pues no es un secreto que los nuevos avances están forzando a todo tipo de ámbitos a apostar por la tecnología más puntera. Uno de estos retos tecnológicos que el mundo del automóvil tiene por delante es, precisamente, lo que se denomina "conducción autónoma". Y existen varias compañías al alcance de los inversores que están trabajando en este campo y que cuentan con una recomendación de compra, según el consenso de mercado que recoge FactSet. En este grupo no solo están compañías automovilísticas históricas como General Motors o de reciente creación, como Baidu o Tesla. También hay grandes tecnológicas de Wall Street que también se centran en la conducción autónoma como Alphabet (matriz de Google) o Amazon.

Así queda reflejado en el informe de Renta 4 Guía inversión Conducción Autónoma, donde desarrollan la capacidad de que un automóvil pueda circular sin que el ser humano intervenga, gracias a la implementación de factores electrónicos como radares, cámaras, sensores y, la estrella invitada en toda nueva inversión, la inteligencia artificial. Esta nueva modalidad de conducción, según reza el informe, dispondría de cinco niveles, en función del grado de autonomía que posea el vehículo. El nivel 0 sería la conducción convencional en la que solo hay un conductor, y el nivel 5 sería una autonomía completa, en la que el sistema ejecutaría todas las funciones.

Retos en el horizonte

La conducción autónoma está cogiendo carrerilla en los últimos tiempos, no obstante, no se tiene esperanza de que llegue al nivel 5 en la próxima década. Hay empresas que han llegado a situarse en el nivel 3 (autonomía condicional en la que el conductor debe estar siempre en posición por si hay que tomar el control), como es el caso de Mercedes Benz o Tesla.

"El futuro de la conducción autónoma pasa por el establecimiento de ciudades inteligentes, hiperconectadas y reguladas, lo que dotará al uso de esta tecnología de mayor seguridad vial (94% de los accidentes en el mundo se producen por errores humanos), reducción de estrés y mejora de las condiciones medioambientales. Además, la Inteligencia Artificial será una pieza clave a la hora de programar softwars, dando una respuesta más eficiente", reza el informe.

Formas de inversión

Desde Renta 4 apuntan a tres vías distintas para invertir en la conducción autónoma. La primera en destacar sería en empresas de gran capitalización con una amplia diversificación en su modelo de negocio y que apuestan por esta tecnología. En este lugar cabría destacar a la firma Tesla, que con una capitalización de 639.000 millones de dólares sería la forma de inversión tecnológica más "obvia". Posee un sistema FDS (Full Self Driving) con el que se espera llegar al nivel 4 (autonomía alta en la que solo se necesita al conductor ante una emergencia). Este sistema se está aplicando en Estados Unidos en forma de prueba, aunque aún hay trabas para que se implemente en Europa.

Alphabet destaca con su proyecto bautizado como Waymo, y se posiciona como líder en cuanto a conducción autónoma se refiere, teniendo ya taxis de nivel 4 disponibles en San Francisco. Los vehículos de Waymo resaltan por la incorporación del LiDAR, que es una tecnología más precisa que afina mucho más el radar, y que se combina con otros sensores de audio y sistemas de cámara avanzados.

General Motors sería otra compañía a remarcar, pues presenta su propuesta de robotaxi llamada Cruise con la que llegarían al nivel 4 de autonomía. Detrás de la firma hay importantes inversores como Honda o Microsoft, y ya se han probado sus robotaxis en varias ciudades americanas. Con una capitalización de 1,75 billones de dólares, Amazon apuesta en dicho tipo de conducción con Zoox. La firma, que pretende llegar al mismo nivel que las anteriores, se diferencia de Waymo y Cruise porque no tiene conductor, ni pedales, ni volante, y posee numerosos avances tecnológicos entre los que se encuentra la IA.

Otra forma de inversión sería en fondos de inversión y fondos cotizados en bolsa (ETF), que abarcan un gran conjunto de empresas que se dedican de forma directa o indirecta al sector automovilístico. Por ello, suele tratarse de un medio menos eficiente para invertir, pues suele desdibujarse la focalización de la temática en cuestión.

En tercer lugar, señalan la inversión en empresas que tengan un negocio que se enfoque directamente en este objetivo, del cual habría, por ende, una volatilidad mayor al tratarse de una diversificación más pequeña y una mayor necesidad de financiación. Destaca Mobileye que, con una capitalización de 12.500 millones de dólares, la compañía israelí tiene acuerdos firmados con Volkswagen, BMW, Nissan, Toyota o Polestar. La empresa apuesta por el radar y el LiDAR para llegar a su objetivo de autonomía de nivel 5, el máximo.

La empresa de semiconductores de inteligencia artificial, Ambarella, se enfoca en "la compresión de vídeo Ultra HD, el procesamiento de imágenes y los procesadores de visión artificial de baja potencia y alta definición", asegura el informe.