Bolsa, mercados y cotizaciones
La deuda estadounidense se fía de los datos y no del discurso de la Fed de un recorte de tipos en 2024
- La decisión de la Reserva Federal reduce la rentabilidad de los bonos soberanos
- La deuda a diez años cae al 4,25% de rentabilidad, mínimos de dos meses
Sergio Fernández
La Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo sin cambios sus tipos de interés en la reunión de esta semana mientras no cierran la puerta a que solo exista un único recorte de tipos este 2024. Dos anuncios que bien podrían haber tensado el mercado de deuda soberana. Sin embargo, la rentabilidad del bono estadounidense a diez años cayó al 4,25% hasta situarse en mínimos de primeros de abril. Y es que los inversores se fían más de la evolución de los datos macroeconómicos, que evidencian las consecuencias de un coste de financiación elevado, que del rumbo actual de la política monetaria del país.
Antes incluso del discurso del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, el dato de inflación de mayo evidenció una nueva desaceleración del incremento de los precios. El IPC cayó del 3,4% al 3,3%, una décima menos de lo esperado por el mercado que esperaba un estancamiento de la presión inflacionaria. De hecho, el dato ya permitió que el bono estadounidense a diez años rompiera la barrera del 4,3%. Hay más datos que reforzarían un discurso a favor de la flexibilización de la política monetaria.
El índice de precios al productor (IPP) sorprendieron al mercado con una caída hasta su nivel más bajo desde octubre al retroceder un 0,2% en términos mensuales a la par que las solicitudes de desempleo escalaron hasta su nivel más alto en nueve meses. Es decir, los precios se moderan, tanto por la parte del consumidor como por la parte industrial, mientras el mercado laboral de Estados Unidos da nuevos signos de asfixia a los tipos de interés en el 5,5%, el rango alto actual.
Las proyecciones que recoge Bloomberg de dónde se situarán los tipos de interés al cierre del 2024 en Estados Unidos apuntan a 50 puntos básicos por debajo del nivel actual. Es decir, asumiendo que la Reserva Federal (Fed) moverá su referencia del precio del dinero en ajustes de 25 puntos básicos o sus múltiplos (algo que ha hecho de manera histórica desde 1990) este año se producirían dos recortes de tipos de interés y no solo uno o ninguno, como defienden varios miembros de la Fed. Y vendría un tercero inmediatamente detrás, en la reunión de enero del 2025, según las mismas estimaciones.
Como dato, en la reunión del pasado miércoles cuatro miembros de la Fed apostaron por no mover los tipos este año, siete por un solo recorte en 2024 y otros ocho prefieren seguir con los dos ajustes a la baja que se esperaban inicialmente. Eso implicaría cuatro voces con un discurso hawkish, ocho con un tono más duro que el esperado por el mercado y menos de la mitad de los miembros a favor de contentar al mismo.
Está claro que el IPC de Estados Unidos aún está lejos del 2% que fijan los grandes bancos centrales como objetivo. Esta fue una de las excusas dentro del discurso de Powell además del incremento de hasta dos décimas (hasta el 2,6%) que prevén para este año respecto a sus expectativas del cuadro macro del pasado mes de marzo y de tres décimas hasta el 2,3% que esperan para el 2025.
Con todo, el resto de los vencimientos de la deuda soberana estadounidense registró en las dos últimas sesiones, en mayor o menor medida, recortes en la rentabilidad de estos títulos en el mercado secundario. La deuda a tres meses ronda el 5,4% de rendimiento mientras que los bonos a un año cayeron bajo el 5,1%. Es en la deuda con vencimiento a cinco años donde se registraron los mayores estrechamientos de rentabilidades: más de 15 puntos básicos respecto a los niveles registrados al cierre del Wall Street el pasado martes.