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Francia, de aristócrata de la deuda europea a sentarse con la periferia: la prima de riesgo con España toca mínimos de 2009

  • El diferencial de tipos entre el bono francés y el español cae hasta los 25 puntos básicos
  • S&P ha deteriorado el rating de Francia a 'AA-' por su incapacidad de reducir el déficit
  • El país galo ya es el tercero más endeudado de toda la zona euro, por detrás de Grecia e Italia
La economía francesa cada vez está más endeudada. Foto: Dreamstime

Víctor Blanco Moro
Madrid ,

Francia tiene un problema de endeudamiento evidente que la está relegando a una segunda división dentro de las economías de la zona euro. El que ha sido un motor histórico de la economía de la Unión no consigue repuntar, y depende de una enorme cantidad de deuda que, poco a poco, ha ido deteriorando el perfil de crédito del país. El mercado es consciente, y el bono francés cada vez está más cerca de superar en rentabilidad a vencimiento a los países periféricos, que hace no tanto, en la crisis de deuda de 2012, eran señalados por la propia Francia como unos socios poco fiables y económicamente débiles. El hito de esta semana es significativo: la prima de riesgo de la deuda española frente a la francesa ha tocado un mínimo que no se veía desde 2009, en los 0,25 puntos básicos.

La tendencia negativa que está sufriendo la economía francesa lleva años consolidándose: Francia lidera el gasto público en la Unión Europea y no consigue en los últimos años alcanzar sus objetivos de ingresos por impuestos, algo que ha llevado a S&P Global a recortar la calificación de deuda del país el pasado 31 de mayo. El recorte era un peligro evidente, y a finales de marzo, Geoffroy Didier, diputado del Grupo del Partido Popular Europeo, enviaba un escrito a la Comisión Europea en el que destacaba, entre otras cosas, que "si Moody's y Fitch, o si Standard & Poor's bajan la calificación de Francia, esto socavará aún más la credibilidad de Emmanuel Macron y su gobierno, y su capacidad para gobernar Francia".

La decisión de la agencia de calificación se sustenta sobre un apalancamiento disparado en el país galo, una situación que no tiene fácil solución. "El déficit de Francia ha sido en 2023 significativamente más alto de lo que esperábamos, alcanzando el 5,5% del PIB", un dato que contrasta con el 4,9% que mantenía el gobierno como objetivo. "En contra de lo que esperábamos, ahora proyectamos un aumento de la deuda pública hasta el 112% del PIB en 2027, frente al 109% del año 2023", argumenta la agencia de calificación para defender su decisión.

No es el único organismo que ha dejado patente la debilidad económica de Francia. El propio Fondo Monetario Internacional ha lanzado advertencias al gobierno de Emmanuel Macron, avisando de que "Francia tiene que hacer esfuerzos sustanciales para controlar déficits presupuestarios", y el organismo espera que la deuda del país pase del 111,6% actual hasta el 115,2% al cierre de 2029.

Hay que recordar los problemas que ha tenido el gobierno francés para aprobar aumentos de impuestos con los que intentar financiar su gasto público. Las revueltas de los llamados chalecos amarillos en 2018 son un buen ejemplo, cuyo origen fue la intención del gobierno de aumentar el impuesto sobre el carbono, igual que ocurrió en 2023 con las revueltas de los agricultores, quienes tuvieron como reivindicación inicial la negativa de aceptar un alza de impuestos al diésel rural.

España está menos endeudada y el bono lo nota

Poco a poco, el mercado va asimilando la realidad de la economía francesa, y el peso de la deuda que van a tener que asumir en el futuro ante su incapacidad de cuadrar sus cuentas sin necesidad de pedir dinero prestado. El déficit y la carga de deuda pública está castigando al título francés, y este no está siendo capaz de mantener el diferencial a pesar de la mutualización de la deuda europea que ha llegado en los últimos años por el lanzamiento de los primeros eurobonos.

La buena gestión que ha llevado a cabo el Tesoro francés históricamente en las emisiones de deuda (fuentes del mercado que prefieren no ser citadas argumentan que este es uno de los motivos por los que el bono del país galo ha conseguido evitar cotizar con prima frente a otros títulos, como el español) tampoco ha logrado evitar el deterioro del bono francés frente a sus comprables.

La realidad es que Francia ya es el tercer país más endeudado de todo el Viejo Continente, sólo por detrás de Grecia e Italia por su nivel de deuda frente al PIB, y el bono francés lo está sufriendo, recortando el diferencial de rentabilidad que mantiene con otras economías paulatinamente, hasta marcar esta semana un hito en su comparativa con el bono español: este último ya ofrece una prima de riesgo de sólo 25 puntos básicos frente al francés, el nivel más bajo que se ha visto desde el año 2009.

El diferencial con el resto de bonos periféricos también se está estrechando en los últimos meses, pero no alcanza en este momento niveles récord, como ocurre con el bono español. El bono francés ya sólo ofrece 11 puntos básicos menos de rentabilidad que el portugués, aunque los mínimos de 2006 en este cruce se tocaron al cierre del año pasado, en los 4 puntos básicos. El título italiano ofrece ya un diferencial de sólo 86 puntos básicos sobre el francés, y el griego 56 puntos básicos.

El consenso de analistas que recoge Bloomberg cree que, en los próximos meses, la deuda francesa superará en rentabilidad a vencimiento a otros países de la periferia, como Italia: los expertos creen que el título francés pagará un 2,76% al cierre de este año, y un 2,55% al cierre de 2025, frente a rentabilidades del 2,78% y 2,33%, respectivamente, en el mismo momento, en el caso del bono italiano. Eso sí, a pesar de haberse estrechado tanto el diferencial entre España y Francia, los analistas no esperan que el título español termine ofreciendo menos rentabilidad que el francés: esperan al bono español en el 3,15% al cierre de este año, y al 3,03% al finalizar 2025.