Bolsa, mercados y cotizaciones
El bono japonés bate el 1%: quién gana y quién pierde con la subida de tipos que se espera en Japón
- El bono toca nuevos máximos de rentabilidad que no se alcanzaban desde el año 2012
- Las expectativas de más subidas de tipos por parte del Banco de Japón impulsan la rentabilidad del bono
- El banco central necesita frenar el hundimiento del yen: cae un 52% desde 2020 frente al dólar
Víctor Blanco Moro
Madrid ,
El Banco de Japón dio en marzo el pistoletazo de salida a un proceso de subidas de tipos que va a tener recorrido, y el comportamiento del bono japonés demuestra que los inversores están convencidos de ello. El título de deuda pública del país con vencimiento a 10 años ha tocado el 1,002% este miércoles, un nuevo récord que no se veía desde 2012. Los mercados están descontando tres subidas de tipos de 10 puntos básicos en lo que resta de año, y cada vez más analistas apuntan a una subida de tipos agresiva por parte del banco central nipón, ya que el organismo necesita dar un impulso alcista al yen, una divisa que pierde más del 52% de su valor frente al dólar en los últimos 3 años debido a la política de tipos negativos que ha llevado a cabo el Banco de Japón. Las subidas de tipos tendrán consecuencias, con algunos claros ganadores, y otros perdedores.
El bono japonés con vencimiento a 10 años ha comenzado esta semana marcando un nuevo máximo de rentabilidad que no se veía desde que Haruhiko Kuroda daba los primeros pasos al frente del Banco de Japón, en 2012. Ahora, con su sucesor, Kazuo Ueda, al cargo, el título de deuda pública japonés acaba de tocar el 1,002%, un aumento de rentabilidad que parece confirmar el comienzo de lo que será un largo proceso de subida de tipos en el país asiático. La rentabilidad del título ha pasado del -0,275% que marcaba en 2019 hasta los nuevos máximos, un periodo en el que ha dejado pérdidas por precio de más del 11,2%.
Los analistas y los mercados creen que los tipos de interés continuarán aumentando en los próximos meses, a medida que el Banco de Japón continúe con el proceso de subidas de tipos que dio comienzo el pasado mes de marzo, lo que explica el aumento de rentabilidades de los bonos japoneses. Desde la horquilla del 0-0,10% en la que se mantienen ahora los tipos oficiales, los mercados han comprado que Ueda subirá el precio del dinero en tres ocasiones antes de 2025, a un ritmo de 10 puntos básicos cada vez, hasta dejarlos en el 0,3%-0,4% al cierre del ejercicio actual.
Firmas como Pimco, uno de los mayores inversores del planea en renta fija, esperan estos tres movimientos de tipos en los próximos meses, pero hay otros que tienen expectativas todavía más agresivas para el banco central. Es el caso de Vanguard: el director de tipos de interés de la firma, Ales Koutny, espera un aumento mucho más agresivo por parte del Banco de Japón, hasta alcanzar el 0,75% en los tipos de interés antes de 2025.
Los ganadores por la subida de tipos...
El cambio que está viviendo la política monetaria en Japón va a tener consecuencias importantes para muchos actores del mercado. En primer lugar, hay que destacar cómo, a partir de ahora, se va a volver a remunerar poco a poco el ahorro acumulado, ya sea para familias o empresas. Los ahorradores se han visto penalizados por la política de los tipos negativos, un posicionamiento del banco central que buscaba que ese dinero se volviese a invertir, o a gastar, para tratar de revivir la inflación. Ahora cobrará más sentido ahorrar, ya que el tipo de interés permitirá que este capital genere rentabilidad, a través de depósitos, o inversiones en renta fija.
Otro ganador claro serán los importadores japoneses de bienes y servicios. La política de tipos bajos ha hundido el yen en los últimos años, lo que encarece el precio de la importación en el país. Si ahora el banco central comienza un proceso contundente de subidas de tipos que ayudaría al yen a recuperar parte de lo perdido, esto hará que quienes compran con yenes bienes denominados en otras divisas, ganen poder adquisitivo. Esta misma regla se aplica a los turistas japoneses que viajen fuera del país: una divisa más fuerte les beneficiará, ya que podrán adquirir más bienes y servicios con la misma cantidad de yenes.
En un sentido similar, los inversores que hayan comprado acciones de empresas japonesas, títulos que se denominan en yenes, verán como, a precios de mercado constantes, el valor de su participación aumenta a medida que el yen se fortalece.
Los bancos del país también se verán beneficiados por unos tipos más altos. El negocio de la banca se basa en el diferencial de tipos de interés, y la era de los tipos al 0 en la región supuso un duro castigo para ellos. Eso sí, hay que tener en cuenta que las instituciones que cuenten con una exposición elevada a títulos de renta fija podrían sufrir el impacto inicial de las subidas de tipos. El mejor ejemplo de ello fue la crisis bancaria que se desató en 2023 en algunas instituciones que asumieron riesgos excesivos en sus carteras de renta fija, como fue Sillicon Valley Bank.
...y los perdedores
También habrá perdedores si hay un proceso de subida de tipos que apoye las subidas del yen, e incremente la rentabilidad a vencimiento de los bonos japoneses. El hecho de que la deuda aumente su rentabilidad tiene un impacto directo en muchos actores del mercado. En primer lugar, afectará negativamente a quienes ya tengan bonos japoneses en su cartera, ya que el aumento de la rentabilidad a vencimiento tiene una consecuencia inversa en el precio de estos títulos. Al caer el precio de los bonos, el valor de una cartera que los incluye se reduce, y esto también tendrá una consecuencia negativa directa para el propio banco central: es el mayor tenedor de deuda pública japonesa del mundo, después de años de comprarla a manos llenas para inyectar liquidez en el sistema (el Banco de Japón fue pionero en los programas de compras de deuda que luego emularon otros, como la Reserva Federal y el Banco Central Europeo). Así, su cartera de deuda japonesa perderá valor.
El coste de la emisión de deuda para Japón también aumentará por la subida de tipos, lo que encarecerá el coste de financiación del país. Tampoco hay que olvidar el daño que suele hacer el aumento del precio del dinero a los sectores que más deuda necesitan para su actividad, y el mejor ejemplo de esto es el inmobiliario, una industria muy ligada a los tipos de interés, por la gran cantidad de deuda que asume para su funcionamiento.
La némesis de los ahorradores, es decir, los más endeudados, ya sean familias o empresas, sufrirán también las consecuencias del aumento de tipos, especialmente si tienen que refinanciar la deuda que llegue a vencimiento, o si su deuda, como puede ser el caso de las hipotecas, se ha asumido a tipo variable. Los más vulnerables son las llamadas empresas 'zombie', compañías que sobreviven gracias a los tipos bajos, y que entrarían en una situación insostenible si el coste de la deuda se incrementa.
Del mismo modo que quienes importan bienes o viajan al extranjero ganarán con la subida de tipos, quienes exportan, y los turistas extranjeros que viajen a Japón, se verán perjudicados por una posible subida del yen frente a sus divisas de origen, ya que los bienes y servicios en Japón aumentarán su precio relativo. Los inversores japoneses que hayan comprado acciones extranjeras, denominadas en otras divisas, también se verán perjudicados.
El yen necesita la ayuda del banco central
La subida de tipos por parte del banco central japonés no sólo se explica por la necesidad de reducir la inflación, que se sitúa desde abril de 2022 por encima del objetivo del 2% que mantiene la institución; el hundimiento de la divisa japonesa, el yen, también tiene un papel fundamental en este proceso de subida de tipos que está dando comienzo. La divisa japonesa cotiza en este momento en el entorno de los 156 yenes por dólar, y a cierre de abril llegó a alcanzar los 158,6 yenes por dólar, mínimos que no se veían desde 1990. En lo que va de año la moneda pierde más del 10% frente al dólar, y desde que empezó 2021 las caídas del yen superan el 52% frente a la divisa estadounidense.
Muchos analistas especulan con la posibilidad de que el Banco de Japón esté detrás de la volatilidad que vivió el yen frente al dólar al cierre de abril, cuando el cruce llegó a tocar los 160 yenes por dólar, y se dio la vuelta rápidamente. Se trata de una prueba más que demuestra que el banco central de Japón quiere evitar a toda costa que su moneda se siga depreciando frente al dólar, en parte, por el efecto inflacionista que esto puede tener.
Como el diferencial de tipos de interés es una de las fuerzas que más mueve al mercado de divisas, la subida de tipos por parte de la Reserva Federal estadounidense, mientras el Banco de Japón los mantenía sin cambios, ha contribuido mucho a presionar al yen a la baja. Por eso, ahora que la Fed se está preparando para bajar tipos, un proceso de subidas en Japón puede ayudar al banco central a impulsar al yen frente al dólar estadounidense.
Un cambio de tendencia en los tipos puede convencer a algunos inversores de que el yen se va a fortalecer frente al dólar, pero hay analistas, como Kumiko Ishikawa, de Sony Financial Group, que avisan de que la tendencia de caídas para la moneda japonesa continuará si sigue existiendo un diferencial de tipos de interés tan fuerte como el actual, que ahora supera los 540 puntos básicos a favor del estadounidense.