Bolsa, mercados y cotizaciones
Los valores españoles que están más protegidos contra la recesión
- El consumo básico y las compañías que tienen una mayor visibilidad en sus ingresos futuros son aquellos que lo pueden hacer mejor en un contexto de caída de la economía
Carlos Simón García
Madrid,
A la hora de gestionar una cartera, es primordial no solo elegir los mejores valores de cada universo de inversión sino también anticiparse a los diferentes momentos del ciclo para componer la mejor selección posible en función del contexto.
Desde hace meses, los inversores se han tenido que posicionar en valores que lo hagan bien en un contexto inflacionario como en el que nos encontramos, pero veníamos de carteras que se habían tenido que escorar de alguna forma para subirse al fuerte crecimiento de un mercado en plena recuperación tras el shock de la pandemia (el cual también tuvo su tipología de valores mejores para combatirlo).
En todo caso, ahora, además de pensar en esta subida de los precios que todavía no ha remitido, el pulso va cambiando y cada vez se habla más de recesión, ya sea técnica o más duradera. Esto requiere otro tipo de posicionamiento en bolsa (además de la exposición a otros activos como los de deuda, alternativos o liquidez) y tiene fuertes semejanzas a la variable cíclico o defensivo. En el último año, si atendemos a los índices MSCI World, los sectores defensivos apenas caen un 2% mientras que los cíclicos lo hacen en más de un 27%.
En este contexto, dentro de la bolsa española hay algunos valores que por su sector o por su negocio en particular pueden servir de cierto refugio o incluso aportar rentabilidad en un momento en el que el crecimiento económico sea incluso negativo, sumando además la pérdida de valor que suponen las tasas de inflación actuales.
Consumo básico
Cuando uno piensa en un sector resiliente a cualquier momento del ciclo económico, lo primero que viene a la cabeza es el consumo básico, aquel cuya demanda apenas se va a resentir cuando vienen mal dadas.
Una de las empresas que cotizan en bolsa española y que pertenecen a esta industria es Ence. Más allá de su negocio de energías renovables, su principal activo es la venta de celulosa para elaborar papel. Hay que recordar que a comienzos de año ya suelen tener cerrados los contratos de todo el curso y que este año, además, se han beneficiado de un entorno de precios históricamente altos para esta materia prima.
"Creemos que la fortaleza de los precios de la celulosa se ha visto acentuada por factores coyunturales como el rebote en el consumo posterior a la reapertura, la elevada incidencia de paradas inesperadas en varias fábricas, disrupciones en las cadenas de suministro y el impacto de la guerra en Ucrania, pero a largo plazo consideramos que el equilibrio oferta/demanda continuará apoyando los precios", explican desde Renta 4.
"Yo optaría por un sector defensivo como el de Alimentación y Bebidas, destacando a Viscofan por posicionamiento, poder de fijación de precios y cuota de mercado; a Vidrala, por la resiliencia de la demanda en un entorno de menores precios medios del gas por caída global de la producción y a Ebro Foods", explica Manuel Lorente, analista de Mirabaud.
Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4, destaca el crecimiento de Logista
En este sentido, Ebro Foods es una potencia mundial en los productos de arroz y pasta, que precisamente son dos de los que tienen una demanda más inelástica (de hecho, crece su consumo cuando cae la economía). "Ebro vende casi todo fuera de España, pero su producto tiene un ligero carácter premium", apunta Gonzalo Lardiés, gestor del Sigma IH Equity Europe y el Sigma IH Equity Spain, de Andbank.
Por su parte, Viscofan, líder mundial de las envolturas para productos cárnicos, también tiene el cartel de compañía de carácter defensivo y, por tanto, debe hacerlo mejor que el mercado en esta situación, como así está pasando este año. "Tiene la capacidad para traspasar el incremento de costes y sostener sus márgenes, agrega Lardiés. En el caso de Vidrala, tiene una parte de su producción ligada a productos que se utilizan más en hostelería. Sin embargo, lo que la ha penalizado en los últimos meses es el incremento de costes que solo ha podido compensar parcialmente con subidas de precios.
Además de la alimentación, otros productos que también suelen mantener la demanda cuando el crecimiento económico baja son los ligados a la salud. PharmaMar, Almirall, Rovi y Grifols pueden beneficiarse de esta situación. José Ramón Ocina, de Mirabaud, apunta sobre esta última que "la demanda de sus productos, muchos de ellos claves para el sostenimiento vital, no entiende de entornos económicos, aunque hay que tener cuidado con su endeudamiento".
Mención aparte merece el caso de Logista ya que, además de su cada vez mayor exposición a la industria farmacológica, también es una compañía que se suele comportar bien en entornos difíciles ya que los volúmenes del tabaco, más allá de la tendencia a la baja de forma estructural que existe, no es muy volátil y le permite tener una altísima visibilidad de sus ingresos futuros. A esto hay que añadirle que el entorno de subidas de tipos le beneficia directamente al obtener una rentabilidad de su posición de tesorería superior a los 2.000 millones de euros.
Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4, destaca sobre Logista "su crecimiento en el negocio de pharma, el aumento de las ventas de otros productos en estancos, las subidas de tipos del BCE y una atractiva rentabilidad por dividendo del 7%".
Los grandes valores españoles
Si analizamos lo que ha sucedido en los últimos 20 años, se pueden distinguir cuatro fases distintas en función del crecimiento económico y de los tipos de interés. Hasta la crisis de 2008, había crecimiento con subidas de tipos, algo ortodoxo desde el punto de vista económico. Posteriormente se pasó a un entorno de decrecimiento con bajadas de tipos, también coherentes. Sin embargo, los años previos a la pandemia se vio recuperación económica con tipos bajos o cero mientras que ahora viene una recesión con tipos altos, algo que no había ocurrido nunca.
"En otro momento de la economía se pensaría que si viene una desaceleración, los tipos de interés se moverán a la baja y no al alza como ahora", apunta Lardiés. "En los últimos años, hasta 2020, han sido los valores defensivos los que han tirado del mercado gracias a que los diferenciales de la deuda se han estrechado hasta cotas históricamente bajas, lo que ha perjudicado a sectores como el bancario pese a ser cíclicos", añade. "Ahora podríamos ver lo opuesto y ver cómo la banca, que cotiza a múltiplos muy bajos, se recupera gracias a los tipos de interés y pese al probable aumento de mora que viene por la desaceleración económica", explica el experto. Ignacio Cantos, de Atl Capital, también señala que "los bancos en un entorno de recesión con subidas de tipos no deberían hacerlo mal, y más ahora que han transmitido que no están pensando en remunerar los depósitos como antaño".
Por otro lado están las utilities, que históricamente lo han hecho bien en fases recesivas, ahora se pueden ver presionadas por los tipos de interés. "Los negocios regulados como las utilities deberían hacerlo bien, pero tienen altos endeudamientos y aquí un gobierno que puede intervenir la regulación", añade Cantos. Para Sonia Ruiz de Garibay, analista de Mirabaud, "particularmente las compañías reguladas como Redeia y Enagás tienen mayor visibilidad en sus flujos de caja, sin embargo, no tienen los ingresos cubiertos ante la inflación mientras que los costes sí están aumentando; a medida que la inflación se vaya normalizando su atractivo aumentaría en un escenario de recesión". "Los valores más integrados como Iberdrola o Endesa también podrían resultar interesantes al tener un significativo negocio de distribución regulada, además de que tienen parte de sus clientes con contratos cerrados a 12-18 meses y los PPA de renovables también a largo plazo, lo que protege sus flujos de caja futuros y los descorrelaciones con la macro", concluye la experta.
Otras compañías
Por la estructura de sus negocios, hay otras compañías que también pueden servir de refugio en un momento como este. Una de ellas es Cellnex, que si bien es cierto que este año su evolución en bolsa está siendo un drama, los analistas coinciden en que el castigo es totalmente injustificado tanto en cuanto aporta una visibilidad altísima de sus ingresos futuros a medio y largo plazo mientras que la deuda, motivo central de su penalización en el parqué, está emitida a tipo fijo en su mayor parte, por lo que el incremento de los costes financieros no es tal. No en vano, sigue siendo la mejor recomendación del Ibex 35. Para Ocina, de Mirabaud, "su cuenta de resultados está poco vinculada al entorno y tiene garantizados sus ingresos a largo plazo, con una base operativa fácilmente gestionable que le permite mantener márgenes".
Aunque son sectores distintos, las concesionaras tienen en común con la torrera que sus contratos, ligados a la inflación, tienen una visibilidad de varios años o incluso décadas. Ignacio Cantos comenta que "sus ingresos son más o menos asegurados aunque baje un poco la demanda, además están en mercados diversificados geográficamente y tienen otros activos más allá de autopistas como servicios u hospitales, y por eso creo que también lo podrían hacer bien". En este caso serían ACS, Sacyr y Ferrovial. Salvo la primera, baten al mercado con creces este año. Lardiés apunta que "las concesionarias pueden tener un problema por parte de la deuda, al subirle el coste de financiación con la subida de tipos, por lo que las valoraciones de sus negocios pueden verse afectadas; no obstante, en un ciclo tradicional sí deberían hacerlo mejor que el mercado".
Por último, Natalia Aguirre apunta a algunos valores con dividendos altos y visibles como los mejores para capear este hipotético contexto de desaceleración económica o recesión, entre los que incluye, además de Logista, a Prosegur, BBVA, Bankinter, Inditex y Telefónica. "Tienen una elevada visibilidad de generación de caja", concluye.