Bolsa, mercados y cotizaciones
Los grandes mercados bajistas de Wall Street abren hueco al desastroso año que lleva el S&P 500
- Los principales índices de EEUU ya bajan más del 20% desde diciembre
- Hay elementos comunes con los períodos recesivos de 1962 y 1980
Francisco S. Jiménez
Todo crack bursátil tiene su historia. Y siempre suele tener paralelismo o elementos comunes con otros episodios negros de la bolsa. El último mercado bajista de Wall Street, aquel que acumula un descenso superior al 20% desde sus últimos máximos, comenzó a finales del año pasado y está llamando a las puertas de entrar entre los diez mayores de la historia de la bolsa americana, tomando de referencia al índice más seguido, el S&P 500. En esta historia hay misiles y un banquero central llamado Paul Volcker, quizás el presidente más duro de la historia de la Reserva Federal.
Para la bolsa americana, septiembre ha sido un mes para perforar nuevos mínimos y profundizar en el mercado bajista. Los descensos rondan el 7% para Dow Jones y S&P 500 y del 9% para el Nasdaq. Los números rojos también se imponen para el saldo trimestral. El S&P y Nasdaq firman tres trimestres consecutivos de rentabilidad negativa, algo que no sucedía desde 2009. En esta semana, el selectivo de las 500 mayores empresas, que cotizan en EEUU, por capitalización marcó un hito inesperado y dramático. A esta altura del año era el cuarto peor arranque de año desde 1928. Solo le supera el arranque de 1931, fue el peor año de la Gran Depresión, con una caída acumulada del 47%; el de 1974, fue del 28,8% en plena crisis del petróleo, concluyendo el ejercicio con un rendimiento negativo del 29,7%; y el de 2002, fue del 28,6% y en ese ejercicio sufrió la onda expansiva del pinchazo de la burbuja puntocom, terminando el año con un descenso del 23,4%.
No hay muchos indicios para pensar que el fondo de la caída está cerca. Los descensos no están dando ninguna tregua a los inversores. Ayer, los tres principales índices Wall Street entraron en mercado bajista. El último fue el Dow Jones. El Nasdaq rompió la barrera psicológica el pasado mes de abril. Ahora acumula unas pérdidas superiores al 30%, desde los máximos de diciembre. El S&P 500 estrenó mercado bajista en junio y las pérdidas rondan el 24%, cada vez más cerca de abrirse paso entre los diez mayores de la historia.
Por encima de todos los mercados bajistas se encuentra el provocado por la Gran Depresión en 1929. Para muchos fue el inicio de la mayor crisis económica que se recuerda en EEUU. El mercado comenzó a caer en picado en octubre de ese año, después de alcanzar máximos a principio de septiembre. Está considerado el mercado bajista más profundo. Duró 33 meses y provocó un ajuste del 86%. Le sigue la falsa recuperación del 37. La administración de Roosevelt intentó levantar la economía con millonarios estímulos, lo que desembocó en un ajuste monetario salvaje de la Fed para controlar la inflación. Tiene el honor de ser el mercado bajista más largo hasta la fecha. Alrededor de dos años y medio duró la caída.
El actual no es tan dramático, pero es verdad que solo acumula nueve meses de caída, pero ya pisa los talones al mercado bajista del S&P 500 de 1962 y de 1980, que acumularon pérdidas del 27% y del 28%, respectivamente. Lo más alucinante son las semejanzas del actual crash con estos dos períodos. Las turbulencias bursátiles de 1962 estuvieron marcadas por las tensiones políticas y militares entre EEUU y el bloque soviético, que tuvo su cenit con la Crisis de los misiles con Cuba. A ningún analista se le escapa que la invasión de Rusia a Ucrania no está precisamente dando calma al mercado. Las caídas apenas duraron siete meses, pero el S&P 500 perdió un 28% de su valor.
La tensión bélica tampoco ayuda a mantener bajo control a la inflación. Moscú está utilizando como parte de su arsenal la energía y está agravando la escalada de precios en materias primas. A finales de los 70 y principios de los 80, la crisis del petróleo disparó la inflación incluso por encima del 14% en EEUU. Paul Volcker, presidente de la Fed entre 1979 y 1987, actuó con mano dura sobre los tipos de interés, lo que terminó provocando un derrumbe de la bolsa y un par de recesiones. Desde noviembre de 1980, los números rojos duraron 21 meses y provocaron un ajuste del 27%. El retroceso iniciado en diciembre de 2021 tiene mucho que ver con la inflación y con una sobre reacción de la Reserva Federal. De hecho, el sentimiento del mercado cada vez es más negativo.
"La capitulación de los inversores ya es visible, pero probablemente se intensificará en ausencia de un catalizador", escribía esta semana el equipo de renta variable de Emmanuel Cau en Barclays. Y apunta a que se está produciendo una tormenta perfecta con el aumento de efectivo y la subida del dólar. Ven probable más caídas en las bolsas, si las "ganancias empresariales se deterioran y los bancos centrales no llegan al rescate".
Los estrategas de Goldman Sachs han recomendado esta semana a sus clientes infraponderar la bolsa de cara a los próximos tres meses y aumentar la liquidez. "Es posible que los niveles actuales de las valoraciones de las acciones no reflejen completamente los riesgos relacionados con un aumento de intereses real y podrían tener que ajustarse más para alcanzar el suelo del mercado", comentaban los analistas.
Cuidado con perder ciertos niveles
El rebote de hoy viernes ofrece cierto alivio, pero no deja a nadie tranquilo. Los datos de inflación se siguen acumulando y el aspecto técnico de los índices cada vez son peores. El índice S&P 500 está cerca de probar su promedio móvil de 200 semanas, un nivel de soporte técnico a largo plazo que marca el suelo del mercado o el descenso a los infiernos.
Los analistas técnicos lo sitúan sobre los 3.585 puntos. "Si el S&P 500 cae a su promedio móvil de 200 semanas, aún estará solo un 25% por debajo de los máximos de abril, y todavía no estará cerca de sobreventa", explican desde Aurel. "Este mercado bajista puede volverse serio a partir de aquí de este nivel", advierte.
Perforado este nivel, las pérdidas que siguieron fueron enormes. Sucedió en los mercados bajistas de la Crisis de las puntocom, el golpe fue del 59%, y en la crisis financiera de 2008, con una caída del 57% en diecisiete meses.