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Los gestores ya ven oportunidades en algunas emisiones de renta fija
- La subida de los tipos de interés está dejando oportunidades en todos los segmentos de la renta fija, desde deuda soberana a high yield
Ángel Alonso
Madrid,
La guerra contra la inflación emprendida por los bancos centrales ha dejado a los gestores de renta fija el terreno algo más despejado para encontrar oportunidades que compensen ya el riesgo asumido en algunos segmentos de deuda. Se pueden producir sorpresas todavía y la cautela manda a la hora de tomar posiciones, pero las subidas de tipos de interés han venido para quedarse y están produciendo un repunte de la rentabilidad de los activos de renta fija.
Con este panorama los gestores de renta fija han comenzado a reorientar sus estrategias, alargando la duración de las carteras y utilizando la liquidez que en algunos casos había llegado a representar hasta un tercio. En todos los segmentos están encontrando oportunidades, incluso en emisiones de alta rentabilidad o high yield, aunque en general prefieren las denominadas en euros.
"Venimos de duraciones muy bajas, incluso negativas y las hemos incrementado, principalmente en los largos plazos de deuda de gobiernos, donde vemos más limitados los movimientos, dado el nivel de tipos al que se encuentran. En Europa todavía podemos ver más subidas en el corto plazo que en EEUU, teniendo en cuenta las alzas que se descuentan por parte de los bancos centrales y los niveles de inflación. Hemos reducido exposición a bonos ligados a inflación y tenemos exposición a aquellas divisas que se han visto muy devaluadas. También hemos incrementado el crédito a corto plazo", comenta Verónica Serrano, del equipo de gestión de renta fija de BBVA AM, que cuenta con varios de sus fondos entre los que mejor comportamiento están teniendo en el año, al conseguir reducir más las pérdidas que sus competidores españoles, entre los que está el BBVA Bonos Duración Flexible, que con un 0,39% de rentabilidad es el único que puede presumir de estar en terreno positivo.
Rafael Valera, consejero delegado y gestor del B&H Bonds, explica que también han alargado la duración de la cartera del fondo, hasta alcanzar 2,4 años. "Nos hemos mantenido prácticamente sin liquidez, con un 30% de peso en investment grade y un 22% en deuda subordinada. Vemos más oportunidades en crédito corporativo europeo high yield, especialmente en sectores como turismo, petróleo, autos y banca, pero en todos de forma muy selectiva. A nuestro modo de ver, los soberanos ofrecen unos precios todavía muy elevados y unos tipos reales extremadamente negativos frente a la inflación", subraya.
Entre las principales posiciones del fondo, hay dos emisiones investment grade de la aerolínea Wizz Air, que a su juicio "goza de una posición financiera holgada, pero está sufriendo los miedos del mercado en torno a la evolución de los viajes en avión"; un subordinado de Cajamar, "una de las entidades españolas más solventes a la que, sin embargo, se le está exigiendo una yield que supera el doble dígito", y bonos secured (respaldados por los activos de la empresa) de OHLA, que "no puede repartir dividendo hasta que éstos venzan", explica.
David Ardura, director de inversiones de Finaccess Value, señala que sí ven oportunidades en deuda soberana, especialmente en los tramos más largos. En el caso del crédito, asegura que los niveles de spreads actuales constituyen históricamente un buen punto de entrada para el inversor en renta fija privada. "Podemos ver diferenciales más altos, pero ya estamos en niveles donde la relación rentabilidad/riesgo se empieza a considerar interesante. Ahora mismo un bono corporativo no financiero BBB, a dos años, en euros ofrece una rentabilidad por encima del 2% y un BBB financiero, en ese mismo plazo, paga un 2,75%. Son rentabilidades interesantes dado el plazo tan corto de la inversión que se está realizando", argumenta.
Respecto al high yield está relación se amplía de manera notable. "Fondos de alta rentabilidad con duraciones inferiores a tres años tienen rentabilidades internas del 7,5%-8%, un colchón de rentabilidad suficiente para absorber fuertes ampliaciones de diferenciales en los próximos doce meses y aun así seguir ganando dinero. Es cierto que es un activo especialmente sensible en épocas de contracción económica y que el riesgo de impago en este tipo de deuda se incrementa, pero una cartera suficientemente diversificada es capaz de distribuir este riesgo de una manera eficiente", apunta.
En Trea AM también aplican una estrategia similar. "En todos los tipos de activos de deuda hay oportunidades en este momento, desde cédulas a papel senior, subordinado y también en high yield con rentabilidades muy atractivas", señala Ascensión Gómez, directora de renta fija de la gestora, para quien no hay riesgo en papeles a corto plazo, de menos de 2 años, con rentabilidades superiores al 2%. "Hay papel bancario de entidades de segunda línea, con fundamentales buenos y mejorando. Es decir, que muy probablemente tendrán una subida de rating, con duración entre 3 y 4 años con rentabilidades alrededor del 8% que nos parecen muy interesantes", recalca.
Daniel Martínez, gestor de renta fija de Gesconsult, apunta que han aplicado el primer mandamiento de la renta fija: que solo es fija si se espera a vencimiento. Y con esta regla en la cabeza están siendo muy cautos a la hora de seleccionar las emisiones, como CoCos de bancos con rentabilidades atractivas. "Las entidades financieras han aprendido la lección de anteriores crisis y disponen ahora de colchones de capital que provisionaron por el Covid que representan un exceso de entre 300 y 400 puntos básicos, lo que les permite afrontar el primer impacto de una posible mora. Y los AT1 están reflejando esta situación", apunta el gestor.