Bolsa, mercados y cotizaciones

El peor mercado del mundo está en la UE: la tormenta perfecta de Polonia

  • La economía polaca ha sido golpeada por dos frentes: el gas ruso y la baja demanda alemana

Álvaro Moreno

La peor bolsa del mundo no está en un lejano país de Asia, Oriente Medio o África, está en la misma Unión Europea. Polonia, tras un fatídico mes de agosto, se ha hecho con el título de peor mercado de todo el mundo. Su principal índice, el WIG 20, se hunde un 35,96% en lo que va de año y solo en el último mes se ha dejado un 11%. Con la crisis del gas y el cierre del gasoducto Nord Stream, los expertos creen que la recta final del año traerá incluso más dolor a la economía y mercados polacos, de hecho, apuntan a que es muy probable que se deje la mitad de su valor este año.

La crisis en la economía polaca y en su renta variable se debe una concatenación de problemas que se han presentado tras la guerra en Ucrania como una tormenta perfecta. Por un lado, el sector más representado, las eléctricas están perdiendo las ganancias en medio de una lucha sin cuartel por la energía. El país eslavo es el segundo de Europa que más dependía del gas ruso después de Alemania, al comenzar el año el 55% de su gas provenía de la nación liderada por Putin. En consecuencia la mayor eléctrica del país PGE se ha desplomado un 30% en agosto.

El otro gran sector del país, la banca, está en una situación muy complicada después de que el Gobierno haya tomado una medida muy polémica entre los expertos, pero muy celebrada entre el electorado. El presidente del país ha lanzado este mismo año una batería de propuestas para gravar las ganancias extraordinarias de los bancos por la subida de los tipos de interés en la que destaca unas amplias moratorias hipotecarias que, según Bancos como Commerzbank, ING, Santander o BNP, podrían suponer para las entidades polacas unas pérdidas del 50% de sus beneficios.

Al margen del pesimismo en estos dos sectores clave para el índice polaco, el rumbo general de la economía empeora gravemente el ánimo inversor. Polonia ha tenido en agosto una inflación del 16,1% tras un acelerón sorpresa, pues hasta ese mes parecía haberse estabilizado en el entorno del 15.5%.

Mientras los precios no paran de subir, la recesión parece inevitable en el país, pues la demanda de los países de la UE (especialmente Alemania), sus principales clientes, se está apagando debido al golpe económico que los consumidores del continente han recibido. Esta situación crítica ha llevado al Gobierno del país a elevar el tono y exigir a Alemania que les retribuya con 1,3 billones de euros por los daños provocados por el Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial. "Muchos países recibieron compensaciones de Alemania, pero Polonia no... Los alemanes nunca han pagado por sus crímenes contra Polonia", ha afirmado el pasado jueves Jaroslaw Kaczynski, presidente del partido gobernante en el país.

Los inversores internacionales (la mayor parte de su renta variable) temen que el Gobierno inicie un enfrentamiento con Europa o tome decisiones populistas que afecten negativamente al mercado debido a la cercanía de unas elecciones en este mismo año en un momento especialmente complicado por la situación económica que atraviesa el país.

Todos estos factores han provocado que que el PER de las empresas del WIG 20 alcancen su nivel más bajo desde el año 1994, cuando apenas habían pasado seis años de la caída del régimen comunista que gobernaba en Varsovia En declaraciones a Bloomberg Rafal Janczyk, gestor de fondos de TFI Allianz Polska SA explicaba que "los inversores extranjeros están preocupados por el estatus de Polonia como país fronterizo de la guerra en Ucrania y las intervenciones estatales en las compañías más grandes que cotizan en bolsa", dijo Janczyk. "Mientras tanto, los fondos polacos carecen de ingresos de los clientes, que en cambio se ven atraídos por tasas de interés más altas".

Estos son los motivos por los que la bolsa de Varsovia, próxima de la guerra, se ha erigido como la peor del mundo. Queda por ver si, tal y como anticipan los expertos, un invierno sin gas ruso confirmará la pesadilla de los inversores polacos o la crisis no será tan profunda como se espera. En cualquier caso, los próximos pasos de Putin marcarán el rumbo de los mercados de todo el mundo.