Bolsa, mercados y cotizaciones

Rebote de 'gato muerto' en un mercado que desde hace un mes compra la recesión

    Dreamstime.

    Violeta N. Quiñonero

    Poco hay que confiar de las subidas generalizadas que experimentaron las bolsas a este y otro lado del Atlántico al cierre semanal, pues fue lo que, en la jerga bursátil, se conoce como un rebote de gato muerto. Esta expresión, tomada del inglés (dead cat bounce), hace alusión a las ganancias que se anotan las bolsas tras una caída de notable envergadura, pese a que avanzan de forma poco sostenible y finalmente el negativo vuelve a tomar el control.

    Y esto es lo que experimentaron esta semana los parqués del Viejo Continente al perder su último dique de contención, el sector bancario europeo, su zona de soporte durante los últimos cinco días y arrastró con él a las principales plazas europeas –el EuroStoxx descendió de su soporte en los 3.400 puntos y el Ibex de su respectivo en los 8.000– que abrieron la puerta a retrocesos adicionales de hasta el 10%.

    Así, las bolsas del continente continúan aún en tierra de fuego, todo ello en un mercado que ha dejado de cotizar la inflación, para empezar a descontar ya la recesión. Pese al alarmismo que se ha producido ante esta conyuntura, lo cierto es que las caídas están dejando atractivas oportunidades de inversión.

    Más de un tercio de los valores de toda Europa se compra ya a menos de un PER 10 (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) y deja expectativas de rentabilidad por encima del 10%. A todo ello se suma el incremento de los dividendos. Europa ya alcanza el 3,7% de rentabilidad, casi un punto más de lo que ofrecía al inicio del año, y el Ibex se ensalza con la rentabilidad por dividendo más elevada, del 4,3%, de todos los sectoriales continentales.

    A nivel técnico, "el cierre semanal debía confirmar o desactivar el contrataque alcista", apuntaba el asesor de Ecotrader, Joan Cabrero, y finalmente el cómputo de los últimos cinco días hizo temer el peor escenario posible. Los principales índices europeos no consiguieron batir sus primeras resistencias, como fue el caso del EuroStoxx, que cerró en los 3.506 puntos frente a los 3.500 en los que se situaba su primera zona a superar y sigue existiendo el riesgo de caer hasta los 3.000 puntos. Pese a ello, Cabrero también vislumbra el atractivo de esta situación: "todo esto que está ocurriendo me reafirma en mi recomendación de que no hay que vender bolsa y, de hecho, las bolsas europeas se encuentran en la zona donde el pasado 12 de mayo recomendé poner un primer pie y comprar".

    Al otro lado del gran charco, Wall Street también se sumó al rebote de gato muerto de Europa, con sus principales índices subiendo entre un 3,3% y un 5,8% a media sesión. No obstante, cabe recordar que tanto el S&P 500 como el Nasdaq 100 continúan en mercado bajista, con pérdidas anuales que se abultan hasta el 17,9% y el 25,4% respectivamente.

    La energía frente a la banca

    Por valores del Ibex, la semana estuvo claramente dividida por sectores en una y otra cara de la moneda. La gran ganadora desde el lunes fue la energía, con cuatro firmas del sector entre las principales alzas semanales: Solaria, Acciona Energía, Acciona y Naturgy. La primera de ellas fue la segunda del club de las 35 con ganancias de hasta el 7,1% esta semana. La siguieron Inditex y Acciona con subidas del 6,2% y el 6%, respectivamente.

    La parte baja de la tabla la protagonizó el sector bancario, gran afectado en toda Europa desde el lunes, con Bankinter, Banco Sabadell y CaixaBank perdiendo a doble dígito, un 12,6%, un 11,2% y un 9,42%,respectivamente. Todas ellas, junto a Grifols y Enagás, fueron las compañías más bajistas del Ibex en la semana.

    En el mercado de la renta fija, donde las ventas se habían relajado días atrás, el bund alemán cerró en el 1,34% y el papel español a 10 años, en 2,4%. Así, el mercado de las divisas europeo también dejó atrás una dura semana. El euro retrocedió hasta el 1,01 en la semana en su cambio con el dólar, el cambio más bajo desde hace dos décadas. La moneda pierde en el año ya en torno a un 10,4% de su valor y a media sesión el cambio se situaba en los 1,017 dólares.

    El petróleo también fue castigado estos últimos días. Por primera vez desde abril la cotización del Brent, de referencia en Europa, se situó por debajo de los 100 dólares. Esta semana perdía en torno al 3,9% y a cierre europeo alcanzaba los 107,12 dólares el barril.