Bolsa, mercados y cotizaciones

La bolsa francesa levita con Macron y no quiere dejar de hacerlo

  • El Cac 40 ha subido un 15% más que el EuroStoxx 50 desde mayo de 2017
  • El acercamiento de Le Pen en los sondeos ha preocupado a los mercados
El presidente de Francia, Emmanuel Macron. Foto: EP

Mario Becedas

Francia vive este domingo la primera vuelta de unas nuevas elecciones presidenciales con el actual presidente de la República, Emmanuel Macron, como claro favorito. Aunque todo apunta a una nueva victoria suya en la segunda vuelta del 24 de abril, los sondeos se han estrechado esta semana, con Marine Le Pen más cerca del candidato centrista. Eso ha provocado cierta inquietud en los mercados. Si, por un lado, han aumentado las coberturas contra una caída del euro, en la bolsa francesa se han producido caídas que, por ahora, no son preocupantes, pero que demuestran que Macron es el candidato de los inversores. Y es que, desde que llegó al Elíseo en 2017, las acciones galas han levitado.

La mejor prueba es la comparación con la bolsa europea. Desde el 5 de mayo de 2017, el viernes previo a la segunda vuelta electoral del domingo 7 de mayo en la que Macron alcanzó la Presidencia, el EuroStoxx 50, principal referencia continental, ha subido un 4,53% (con datos al cierre de ayer miércoles), mientras que el Cac 40 ha ganado un 19,63%. Si la brecha de 15 puntos ya impacta de por sí, lo cierto es que la rentabilidad relativa del índice galo respecto al continental está en su punto más alto desde el año 2000.

Macron llega a las presidenciales con la bandera de una vigorosa recuperación francesa tras la pandemia. Aunque su agenda reformista ha encontrado ciertas dificultades como el movimiento de los 'chalecos amarillos' o la resistencia a los cambios en las pensiones, cuando llegó el covid, el Ejecutivo francés puso toda la carne en el asador. El balance es que, al acabar 2021, el PIB francés era un 0,9% superior al inicio de la pandemia, cuando potencias europeas como Alemania o España aún distan de cerrarla. En lo relativo al empleo, el balance también es positivo. El número de puestos de trabajo a finales de 2021 fue un 1,5% superior a su nivel anterior a la crisis, según destacaban los analistas de ING recientemente en una nota.

Sin embargo, siempre existe la duda de cómo se pronunciarán los electores en un momento especialmente delicado con la guerra en Ucrania y la inflación disparada (el último dato de IPC en Francia ha sido del 5,1% en marzo, superando las previsiones). "Si bien Francia ha experimentado una de las recuperaciones más fuertes tras la pandemia, la elevada inflación está erosionando el poder adquisitivo de los trabajadores, lo que hace que esta cuestión se haya situado en el centro de la campaña, junto con la estrategia climática del país", señala Pietro Baffico, economista para Europa de abrdn.

"Los mercados están nerviosos y vuelven a poner en precio las probabilidades electorales en unas elecciones cada vez más ajustadas. La bolsa ha superado a sus homólogos europeos desde la sorpresa electoral de Macron en 2017. Una victoria de Macron, que sigue contando con un consenso abrumador, podría traducirse en un enfrentamiento al aumento de los costes de los consumidores, la principal preocupación de los votantes, con más restricciones en los precios de la energía y la introducción de cheques en la alimentación. Una victoria de Macron podría ayudar al euro", esboza Ben Laidler, estratega de eToro, como primeras pinceladas.

"La reelección de Macron sería bien recibida por los mercados financieros, ya que implicaría una continuidad política, algunos avances más en la agenda de reformas, posiblemente una mayor integración en la UE, y un intento renovado de abordar la reforma de las pensiones. Macron es partidario de una mayor inversión en tecnologías ecológicas y nucleares, pero se mostrará cauteloso a la hora de subir los impuestos sobre el combustible o el carbono por miedo a reavivar el movimiento de los 'chalecos amarillos'. La reforma de las pensiones será el tema más difícil de abordar y también puede reavivar las tensiones sociales que azotaron los primeros años de su presidencia", describe Baffico.

"El escenario más probable no haría temblar a los mercados" consideran François Cabau y Hugo Le Damany, economistas de AXA IM, que apuestan por que "el crecimiento de Francia superará al de los países de la zona euro", indicando que "el PIB francés crecerá un 2,7% este año y un 1,0% el próximo, en consonancia con un PIB real un 2,8% por encima de los niveles del cuarto trimestre de 2019, en el cuarto trimestre de 2023". "Creemos que es probable que este rendimiento relativo del PIB continúe por tres razones principales: su economía relativamente cerrada e intensiva en servicios, su menor dependencia de los combustibles fósiles y la mitigación material de la política fiscal que amortigua los altos precios de la energía", apuntalan.

Más allá de que Macron dispute una carrera "más reñida" que en 2017, Laidler pone el acento en las posteriores elecciones parlamentarias de junio para ver la capacidad de Macron para implementar su agenda. "El espectro político está aún más fragmentado, pues el ascenso de Eric Zemmour fractura el voto de extrema derecha y los partidos tradicionales de gobierno siguen luchando por ganar impulso. Mientras tanto, el euroescepticismo de Marine Le Pen se ha moderado desde 2017 en un intento de apelar más al centro político. El mayor riesgo no es la victoria directa de un candidato extremista, sino que tras las elecciones de junio el parlamento esté más fragmentado. Es probable que en una segunda legislatura, este gobierno centrista tenga que pactar con partidos tanto de izquierda como de derecha en materias como la economía, la energía y la política europea. Esto puede conducir a un estancamiento de las políticas", alerta Baffico.

"La incertidumbre es grande para las posteriores elecciones parlamentarias de junio. Aunque es improbable un parlamento liderado por la oposición, este podría dificultar la aprobación de reformas importantes y que impida el crecimiento a largo plazo, y complicar las cosas", coinciden los dos expertos de AXA IM. "La escena política francesa se ha vuelto aún menos predecible, con profundas ramificaciones para la elaboración de políticas más allá de las propias elecciones presidenciales".

"La continuidad política en la segunda economía más grande de Europa y único miembro del consejo de seguridad de la ONU es más importante que nunca. Junto al nuevo canciller de Alemania, Olaf Scholz, Francia se enfrenta a la crisis de Ucrania a sus puertas y a los crecientes obstáculos para el crecimiento económico europeo", reseña el analista. "La jubilación de Angela Merkel ha dejado a Macron como el principal estadista de Europa, mientras que la guerra de Ucrania está debilitando la posición de los populistas vinculados a Putin", apostilla Baffico.

El peor escenario

¿El peor escenario para los mercados? "En caso de que uno de los candidatos populistas resulte elegido, los activos franceses probablemente se verán afectados. Esperaríamos ver una ampliación de los diferenciales de los bonos soberanos galos y un rendimiento inferior de los valores de renta variable y de crédito franceses de ámbito nacional. Sin embargo, teniendo en cuenta que los populistas se han apartado de los puntos de vista euroescépticos de línea dura, las consecuencias serían probablemente menos extremas que si hubieran aparecido en 2017, o lo que vimos después de las elecciones italianas de 2018", concede el analista de abrdn.

"Las elecciones plantean uno de los principales riesgos a la baja: el riesgo para la gobernanza, si el resultado de estas elecciones es la incapacidad de aprobar reformas significativas y un aumento asociado de las tensiones sociales que perturben aún más la oferta, esto puede tener un impacto negativo en la actividad", ponderan desde AXA IM.

Por su parte, Laidler echa un repaso a la bolsa francesa, destacándola como enclave interesante siempre que no haya 'terremeto' a partir del 24 de abril: "El mercado de Francia está dominado por acciones globales de lujo como LVMH, Hermes y Kering. El segundo sector es el industrial, con Schneider, Airbus y Vinci, y nombres de defensa como Thales. Los valores de defensa han obtenido el apoyo de todos los principales candidatos. Los bienes básicos, como L'Oreal, y las finanzas, como BNP Paribas, también están bien representados. Al igual que en Europa, las valoraciones son poco exigentes, con un PER a 12 veces los beneficios, con un crecimiento de ganancias decente del 10%. La mayoría de los ingresos provienen de fuera de Francia, lo que convierte la debilidad del euro en un importante apoyo competitivo".