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Alaska asegura que puede sustituir a Rusia y poner fin a la crisis energética que vive el mundo... si Biden lo permite

  • Alaska llegó a producir 2 millones de barriles de crudo por día en los 80
  • "Estamos aquí para ayudar y para atender al mundo, ¿nos dejará Biden?"
  • La regulación impide a Alaska extraer petróleo al máximo de su capacidad
El Sistema de Oleoducto Trans-Alaska (TAPS) incluye el oleoducto de crudo trans-Alaska. Foto de iStock

elEconomista.es

Alaska fue la mayor fuente de producción de petróleo de EEUU en el pasado. Sin embargo, un cúmulo de factores entre los que destacan la mayor regulación y la irrupción del fracking han condenado a este estado a la 'mediocridad' petrolera. Una situación que los dirigentes del vasto estado quieren cambiar ofreciéndose como solución a la crisis energética que vive el mundo, que además se ha visto gravemente agudizada con el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Alaska se ha ofrecido para sustituir a Rusia en el mercado de gas y petróleo en un momento clave para la economía global. Este estado tiene unas reservas probadas de petróleo de más de 2.400 millones de barriles. Sin embargo, su producción es apenas de 480.000 barriles por día, frente a los más de dos millones de barriles que llegó a producir a finales de los 80. Ahora, Alaska quiere volver a ser lo que era y de paso aliviar la tensión energética que soporta el mundo y que nutre las finanzas de Rusia. 

Harry Brower, alcalde del distrito de Alaska North Slope, y Josiah Patkotak, congresista estatal, han publicado una carta en The Wall Street Journal pidiendo al presidente de EEUU, Joe Biden, que permita a Alaska vender su energía al mundo y poner fin a esta crisis energética. ¿Cómo se puede lograr esto? Permitiendo que la región acceda a sus ingentes reservas de petróleo, capaces de abastecer no sólo a EEUU, sino también al resto de países dependientes de Rusia.

"Incluso cuando los tanques rusos se alinearon en la frontera con Ucrania en febrero, la administración Biden congeló las perforaciones estadounidenses en tierras federales y emitió reglas que dificultan la construcción de gasoductos. Puede que seamos esquimales Inupiaq a 5.000 millas de distancia de la maquinaria política de Washington, pero sabes que algo es una locura cuando lo vemos. Y esto es una locura", aseguran.

Estos políticos de Alaska denuncian que las grandes exportaciones de petróleo y gas ruso a Europa y Estados Unidos están financiando la agresión de Vladimir Putin en Ucrania. Esto en parte se produce por culpa de la cada vez más estricta regulación en EEUU para extraer petróleo en suelo federal y con el uso de determinadas prácticas.

Producción histórica de petróleo de Alaska

"Reducir la producción de energía de EEUU obliga al mundo a comprar petróleo y gas de países como Venezuela y Arabia Saudí, que tienen antecedentes abismales de derechos humanos, bajos estándares ambientales y altas emisiones de carbono. No tiene que ser así. Estados Unidos puede producir responsablemente suficiente energía para satisfacer sus propias necesidades y las del mundo mientras debilita a Rusia, pero solo si Washington lo permite", sostienen Brower y Patkotak.

Prudhoe Bay en North Slope, uno de los campos petroleros más grandes de América del Norte, se encuentra en Alaska. Desde 1977, Prudhoe Bay ha producido millones de barriles de petróleo, aportando miles de millones de dólares a las arcas estatales y federales, financiando el desarrollo de las comunidades nativas de Alaska y contribuyendo a la seguridad nacional de los Estados Unidos, asegura la misiva.

Debido a que los mercados de energía son globales, el petróleo producido en North Slope ha ayudado a impulsar también la economía del mundo. "Los habitantes de Alaska han hecho todo esto mientras protegen nuestras tierras y aguas".

North Slope de Alaska alberga miles de millones de barriles de petróleo de reservas probadas. Con la ayuda y los incentivos del Gobierno Federal anterior, Alaska comenzó a incrementar su producción con inversiones que fluían hacia los proyectos en North Slope. Todo hacía indicar que los habitantes de Alaska, los estadounidenses y el mundo se beneficiarían de este movimiento, reza la misiva.

Pero luego llegó la administración Biden, moldeada e influenciada por ecologistas radicales (según la carta) cuyo objetivo es cerrar la producción de petróleo americano. Los estrictos estándares ambientales significan que, a diferencia de otros lugares del país, la temporada para perforar nuevos pozos en Alaska es corta y los permisos oportunos son esenciales.

Las políticas de Biden

"La administración Biden ha retrasado constantemente esos permisos, eliminando cualquier esperanza de perforar en invierno. Han exigido más estudios para proyectos que han sido estudiados hasta la saciedad. También han disuadido a las instituciones financieras de invertir en el Ártico, tanto en terrenos federales como privados", denuncian estos políticos.

Brower y Patkotak sostienen que Reducir las emisiones de carbono es crucial para el planeta. Alaska está en la primera línea en la lucha contra el cambio climático. "Es por eso que los habitantes de Alaska presionan incansablemente para garantizar que las empresas de energía que extraen petróleo lo hagan con la tecnología de reducción de carbono más avanzada".

Ahora, no solo el clima, Alaska también tiene la llave para crear un mundo más justo: "Mientras que una nación invade a otra a miles de millas de distancia de la vertiente norte de Alaska, mientras que nuestro país se ve afectado por los altos precios de la energía, mientras el mundo siente que está al borde del caos, estamos aquí para ayudar y estamos aquí para atender. ¿El presidente Biden nos permitirá hacerlo?"