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El mercado descarta que el BCE suba tipos en 2022 y el 'alza doble' de la Fed

  • La expectativa del mercado de ver dos subidas en Europa este año se borra
  • Olli Rehn avisa del riesgo de retirar estímulos antes de analizar el impacto
Christine Lagarde, presidenta del BCE

Víctor Blanco Moro
Madrid,

El conflicto en Ucrania va a obligar al Banco Central Europeo (BCE) a retrasar la primera subida de tipos de interés en la eurozona hasta enero de 2023.

Antes de la invasión, el mercado de opciones y futuros descontaba dos subidas de tipos de 25 puntos básicos este mismo año, en septiembre y en diciembre. Sin embargo, los inversores ahora descuentan que el BCE preferirá intentar no afectar negativamente al crecimiento económico, que se verá afectado por el impacto de las sanciones económicas a Rusia, y mantendrá la política de tipos al 0% más tiempo de lo previsto.

Así, los inversores están comprando el mensaje que han lanzado algunos miembros del Consejo de Gobierno de BCE en los últimos días, como el de Robert Holzmann, quien reconoció la semana pasada que el conflicto podría retrasar la retirada de los estímulos por parte del banco central. Que sea precisamente Holzmann quien apunte en esa dirección es significativo, ya que se trata del principal partidario de una política monetaria más dura por parte del organismo.

No es sólo Holzmann quien ha apuntado en esa dirección. Ayer, el presidente del banco central de Finlandia y miembro del Consejo de Gobierno del BCE, Olli Rehn, volvió a repetir esta idea, al señalar que el proceso de normalización de la política monetaria es el camino a seguir en Europa, pero dejando claro que "en la situación actual, es mejor esperar a tener la situación muy clara antes de tomar decisiones".

Rehn tiene claro que el BCE está ahora pisando terreno pantanoso si decide subir los tipos sin tener claro el impacto económico que tendrá la guerra: "Estaríamos arriesgándonos a generar un frenazo en el crecimiento, o incluso una recesión", explicó.

Ahora no son pocos los analistas que ya asumen que el BCE va a tener que echar el freno en el camino que se había marcado. Philippe Waechter, jefe de investigación económica en Ostrum AM, avisa de que "la tasa de inflación se mantendrá alta durante más tiempo del previsto por el Banco Central Europeo: el pico de inflación será más tardío y la convergencia puede ser más larga de lo previsto".

En este contexto, el economista considera que el BCE evitará "mover ficha en su próxima reunión del 10 de marzo. Como la incertidumbre aumenta con la duración del conflicto, el BCE no debe añadir más riesgos a la actividad anunciando una política monetaria más estricta en un futuro próximo", pero también avisa de que "todos los inversores tienen en cuenta que el BCE cambiará su estrategia lo antes posible tras el conflicto".

La Fed también echa el freno

La invasión de Ucrania no sólo ha tenido efecto en las expectativas de los mercados para la hoja de ruta del BCE. Para la Reserva Federal estadounidense las perspectivas de subidas de tipos también se están enfriando y ya no se espera la doble subida del precio del dinero que, hasta la semana pasada, los mercados descontaban para la reunión del 16 de marzo (un incremento de 50 puntos básicos de sopetón, algo nada ortodoxo para la Fed).

Las previsiones de una subida no tan agresiva en marzo no son las únicas que están cambiando. Para la Fed, los inversores han pasado de descontar 7 subidas de tipos antes de 2023, como lo hacían la semana pasada, a reducirlas hasta 5 subidas.

Algunos analistas explican qué es lo que está ocurriendo en la mente de los inversores. "La política monetaria de la Fed y del Banco Central Europeo compensará algunos de los peores efectos. Sin embargo, con los tipos de interés de referencia ya en mínimos históricos y niveles récord de inflación, los responsables políticos tienen poco margen para flexibilizar más las condiciones de préstamo. La guerra puede retrasar la normalización monetaria de los bancos centrales, reduciendo el riesgo de subir los tipos de interés demasiado rápido", explica Stéphane Monier, director de inversiones de Lombard Odier.

El retraso de la subida de tipos se basa en la lógica de intentar evitar un frenazo económico, a riesgo de enquistar la inflación

La comparecencia del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, que tendrá lugar este miércoles a las 16:00 (hora española), puede dejar pistas sobre el camino que está planteándose seguir la Fed, y el impacto que puede tener la guerra en Ucrania en el proceso de normalización de su política monetaria.

El retraso de la subida de tipos por parte de los bancos centrales se basa en la lógica de intentar evitar un frenazo del crecimiento económico que trunque la recuperación, pero pone en riesgo la posibilidad de que se incremente la inflación. Sea como sea, cada vez más analistas avisan del riesgo de estanflación (alta inflación con estancamiento) en la zona euro.

"A corto plazo, el deterioro de la oferta de energía y de materias primas pesará en el crecimiento e impulsará la inflación. El peligro de entrar en estanflación ha aumentado, especialmente en la eurozona", explican desde ING.