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La AIE reconoce que el fuerte consumo de petróleo en los últimos meses es una sorpresa que nadie esperaba
elEconomista.es
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha revisado al alza sus estimaciones de demanda de petróleo en 2021 ante las cifras sorprendentemente altas del último trimestre que han quedado registradas pese a la ola de ómicron. Ahora, la AIE prevé también que el consumo en 2022 será bastante más elevado de lo que anticipaba.
En su informe mensual sobre el mercado del petróleo publicado este miércoles, la AIE señala que entre octubre y diciembre pasados el mundo absorbió 99 millones de barriles diarios, lo que significa 1,1 millones más que el trimestre precedente y 345.000 más de lo que sus expertos habían calculado en diciembre.
"La demanda global ha desafiado las expectativas en el el cuarto trimestre de 2021... La incertidumbre en torno a la previsión de la demanda está aumentando con las sucesivas oleadas de covid, las mutaciones de virus, las interrupciones de la cadena de suministro y la falta de fiabilidad de algunos datos de demanda", aseguran los expertos de la AIE. Por ello, las sorpresas (en este caso positiva para la demanda) que rompen con las expectativas están siendo algo más habitual.
Estos datos han sido una auténtica sorpresa, puesto que todo hacía indicar que con la irrupción de ómicron el consumo de petróleo podía sufrir de forma notable. Sin embargo, la laxitud de los gobiernos y la confianza de la población han generado el efecto contario: el consumo de petróleo ha seguido creciendo con fuerza y los inventarios cayendo.
Esas cifras ponen en evidencia que las medidas puestas en marcha por los gobiernos ante la explosión de contagios por la variante ómicron han sido menos restrictivas que en anteriores olas y su impacto sobre la actividad económica y sobre la demanda de crudo "relativamente contenido".
Por eso, la AIE corrige al alza en 200.000 barriles diarios sus proyecciones tanto para el pasado año como para este. El petróleo celebra estas previsiones con subidas que rozan el 1% y que están llevando al oro negro a acercarse a los 90 dólares por barril.
La dificultad de hacer previsiones
Un cambio notable que justifica con el argumento de que las incertidumbres a la hora de hacer previsiones han crecido con las sucesivas oleadas de la covid, las mutaciones del virus, las interrupciones en la cadena de aprovisionamiento y los problemas en la recogida de datos.
Eso significa que la demanda de 2021 se habrá quedado en 96,4 millones de barriles diarios, es decir, 5,5 millones más que en 2020; y en 2022 subirá otros 3,3 millones hasta 99,7 millones de barriles diarios.
La significativa corrección de los datos de la demanda por parte de la agencia, que reúne a los principales países consumidores miembros de la OCDE, llega después de que los precios del petróleo se hayan disparado desde comienzos de año hasta niveles que no se habían visto desde 2014.