Bolsa, mercados y cotizaciones

Europa y Wall Street cierran su tercer mejor año del siglo

  • El EuroStoxx logra revalorizarse un 21,21% durante 2021 mientras que el SP 500 vuelve a tocar máximos históricos

Ángel Alonso
Madrid,

Aunque en plena sexta ola del Covid 19, con la variante ómicron elevando exponencialmente el número de contagios, provocando cancelaciones de cenas y anulando reservas de hoteles y vuelos, la atención del inversor vuelve a estar focalizada en las dificultades para reencontrarse con la familia y disfrutar de la Navidad y, sobre todo, cómo afectaría a la economía mundial un regreso de los confinamientos -como varios países ya han aplicado parcialmente para tratar de detener los contagios-. Puede olvidarse con facilidad que 2021 ha sido uno de los mejores ejercicios en bolsa de este siglo, que comenzó con la debacle de las puntocom, pero que durante esta pandemia está demostrando una resiliencia digna de estudio.

Si se analiza el comportamiento del MSCI World desde el punto de vista de un inversor europeo, es decir, en euros, resulta que este índice mundial ha cosechado una ganancia del 20,59%, lo que convierte 2021 en el cuarto mejor ejercicio de este siglo, por detrás de los años 2005, cuando se revalorizó un 23,22%, 2009, que cerró con un rendimiento del 23,63%, y 2019, cuando finalizó con una espectacular subida del 27,68%, el mejor ejercicio de los últimos 21 años.

Si nos fijamos solamente en el comportamiento de la bolsa norteamericana, resulta que el S&P 500 ha conseguido revalidar sus máximos históricos hasta alcanzar los 4.798 puntos, tras obtener un rendimiento en 2021 del 27,82% medido en dólares, lo que significa el tercer mejor año para el índice en este siglo, después del 28,88% que consiguió en 2019 y del 29,60% que alcanzó en 2013. Para un inversor en euros, 2021 ha sido el segundo mejor año de los últimos 21 años, después del 31,4% cosechado en 2019.

Pero si un inversor simplemente hubiera confiado para colocar su dinero en el EuroStoxx 50, el índice más representativo de la bolsa europea, habría conseguido una revalorización del 20,21%, el tercer mejor dato de rendimiento de este selectivo en el siglo después del 24,78% obtenido en 2019. Una rentabilidad que después de la caída del 5,14% sufrida en 2020 ha sabido a un gran resarcimiento. Y las perspectivas para los próximos años siguen siendo igualmente halagüeñas para el selectivo europeo, ya que la expectativa de rentabilidad, medida mediante la inversa del PER, se sitúa en el 6,75%, por encima del 5% que se prevé para la bolsa norteamericana.

En este buen comportamiento de la bolsa europea influyó el regreso de los inversores hacia las compañías más cíclicas a finales de 2020, cuando la aparición de las primeras vacunas contra el Covid permitieron vislumbrar el final más cercano de las restricciones y la vuelta hacia cierta normalidad. Y la bolsa europea tiene un componente más cíclico que la de Estados Unidos, más ligada al crecimiento en las grandes compañías, sobre todo las tecnológicas.

Esto tuvo su reflejo en la primera parte de 2021 en la subida de los valores más ligados a la recuperación económica, como aerolíneas y turismo. Pero el surgimiento de las sucesivas olas provocó que perdieran fuelle, hasta que la aparición de la variante ómicron ha hecho virar de nuevo la nave de los inversores hacia valores más defensivos.

Las presiones inflacionistas han provocado el temor de que se adelantaran las subidas de tipos de interés en las principales economías occidentales, como ha terminado ocurriendo en Estados Unidos, que ha comenzado a retirar su programa de compras de deuda y ha anunciado finalmente tres subidas de tipos para 2022, de forma preliminar, lo que ha anticipado un panorama similar en Europa, pese a que hasta 2023 no se atisbe de momento ningún incremento de las tasas oficiales.

Los inversores han demostrado su interés por las entidades financieras europeas, que también han recuperado la posibilidad de repartir dividendos. Y esto ha hecho que el índice sectorial de bancos haya sido el más alcista del Viejo Continente, con una subida del 34%, seguido del índice tecnológico, con un 33,9% y del medios de comunicación, con un 32%. En la cola se han quedado precisamente los relacionados con ocio y turismo, que han sufrido una caída del 2,37%, y las utilities, con una pérdida del 5,97%. El regreso de los inversores en la recta final del año hacia los valores de crecimiento ha favorecido de nuevo a las grandes tecnológicas de Estados Unidos, que han liderado las subidas del índice, pese a que el resto de valores han tenido un comportamiento más moderado.

Iker Barrón, consejero delegado de Portocolom AV, destaca precisamente el apetito por el riesgo en los mercados, como lo demuestra a su juicio el hecho de que los principales índices de renta variable norteamericanos cierran en máximos y con importantes revalorizaciones. "2020 ha sido un año donde la inversión pasiva ha vencido en términos generales a la inversión activa tanto en lo que se refiere a flujos de fondos como a rentabilidades. En este último aspecto, hay que destacar los cambios que se han ido produciendo a lo largo del año desde valores de crecimiento a valor y viceversa. E igualmente destacable es como el fuerte tirón que registran los principales índices, se concentra en menos valores de lo deseable. Y dentro de la fiesta de la renta variable, el patito feo ha sido la bolsa china, que ha venido muy condicionada por los bandazos regulatorios de las autoridades chinas, así como por el enfriamiento de su economía, que ha terminado por generar una importante crisis en el sector inmobiliario", señala.

Con potencial

Aunque ahora nos encontramos en medio de la sexta ola, los analistas siguen ofreciendo buenas proyecciones de recuperación de la economía europea, gracias a los programas de ayuda de la Unión Europea, fondos que continuarán llegando en 2022. "La actividad económica alemana se ha visto fuertemente frenada por la escasez de oferta debido a su dependencia de las exportaciones y la producción industrial. Además, la elevada inflación ha contribuido a los malos resultados de la economía alemana en 2021 . Pero con la disminución de los cuellos de botella y la normalización de la inflación, se considera que el crecimiento volverá a fortalecerse en 2022 y se acercará al 4%. La nueva coalición tripartita de centro se centrará en la transición ecológica, la digitalización y la mejora de las infraestructuras. Esto requerirá una retirada sólo gradual del apoyo de la política fiscal en los próximos años y, por lo tanto, una vuelta a la actividad", explica Martin Wolburg, economista senior de Generali Investments.

En Natixis IM también se muestran optimistas con el potencial de crecimiento de las economías occidentales. "De cara a 2022, nos encontramos con una perspectiva positiva, ya que Europa y EEUU parecen decididos a evitar la austeridad. El crecimiento seguirá siendo fuerte en los mercados desarrollados durante la primera mitad del año, seguido de una normalización gradual en la segunda mitad", apuntan James Beaumont y Nuno Teixeira, de Natixis IM Solutions. "Nuestro escenario económico para 2022 se basa en que el crecimiento seguirá estando por encima de la tendencia durante el primer semestre del próximo año, especialmente en los mercados desarrollados, ya que el gasto de los consumidores sigue siendo especialmente fuerte, apoyado por el considerable exceso de ahorro acumulado durante los diversos cierres. Y esperamos que el crecimiento se normalice a medida que la fuerte reapertura llegue a su fin, se gaste el exceso de ahorro y se retiren las medidas de estímulo de emergencia", subrayan los expertos.