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La inflación presiona, pero el BCE no quiere ni hablar del tapering: ¿qué escenario 'macro' afronta?

  • El 'antiguo' APP, clave en la reducción de las compras de activos del banco central
Christine Lagarde, presidente del Banco Central Europeo (BCE), en un evento el mes pasado en Lisboa. Fotografía: Horacio Villalobos (Corbis, vía Getty).

Raquel Enríquez

Quedan ocho días para que el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) celebre su reunión ordinaria sobre política monetaria. Una cita que se antoja cada vez más importante para los analistas. Además, en esta ocasión (como es habitual) la entidad actualizará sus previsiones económicas para la Eurozona. Los últimos datos de inflación elevan la presión sobre el organismo, pero este no contempla por ahora si quiera debatir el tapering, es decir, la reducción de los estímulos frente la crisis provocada por la pandemia.

En sus proyecciones de marzo el BCE contempló un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 4% este año y del 4,1% en 2022. "Dado que el PIB del primer trimestre fue más débil de lo que los expertos del BCE esperaban en marzo, esperamos que las proyecciones de crecimiento se mantengan prácticamente sin cambios", señalan Carsten Brzeski y Antoine Bouvet, analistas de ING Economics, en un comentario de este miércoles.

De esta forma, será otro asunto el que protagonice la reunión del BCE de la próxima semana: la posible reducción de las compras de activos para hacer frente a la crisis del covid o, como se conoce en la jerga de los mercados, el tapering.

"Es muy poco probable que el banco central anuncie una reducción en la cantidad de compras", señala Gilles Möec, economista jefe de la gestora AXA IM. Y es que las 'palomas' del eurobanco (entre ellas la presidenta, Christine Lagarde) han dejado claro en las últimas semanas que todavía es pronto para abordar este asunto.

"El tapering está descartado por ahora", subraya Möec, pero advierte de "la inminente disputa que se avecina sobre la calibración del 'QE ordinario' del BCE cuando finalice el PEPP [el programa de compras por emergencia pandémica]".

¿Cómo será el tapering?

Tal y como resumen desde ING, la reunión del BCE "podría estar repleta de información reveladora, pero probablemente no de acciones tangibles". Aún así, Brzeski y Bouvet se atreven a vaticinar cómo será el tapering del Banco Central Europeo: "Será un giro muy especial de la operación, no ampliando el PEPP más allá de marzo de 2022, sino aumentando el 'antiguo' APP hasta el punto de que el BCE seguirá comprando entre 40.000 y 50.000 millones de euros al mes después de marzo de 2022".

"Este giro de la operación se debe a que el PEPP tenía como objetivo principal devolver la senda de la inflación a su nivel anterior a la crisis, mientras que el APP puede utilizarse para devolver la senda de la inflación al objetivo", argumentan los expertos de ING.

El gasto favorecerá a los 'halcones'

Por el momento, el tapering del BCE no tiene fecha (ni se espera que se ponga una en el corto plazo). Pero si hay un factor clave a la hora de marcar su comienzo será, sin duda, la evolución de la inflación.

Ayer se supo que el índice de precios al consumo (IPC) en la zona del euro ya alcanzó el mes pasado el 2%, precisamente el objetivo del BCE. Y la mayoría de los analistas apuestan por que los precios seguirán subiendo en los próximos meses.

En este sentido, Möec considera que "si bien en Estados Unidos los consumidores definitivamente están mostrando signos de una aguda 'ansiedad inflacionaria', hay pocas señales de que esté sucediendo lo mismo en la zona euro".

En sus cálculos de marzo, el Banco Central Europeo proyectó que la inflación sería del 1,5% este año y del 1,2% el próximo.

"Deberíamos prepararnos para un repunte espectacular del gasto", opina Möec. "El repunte económico provocado por la reapertura europea podría ser espectacular dada la fuerte confianza de los consumidores y el elevado exceso de ahorro acumulado", argumenta en una nota de este miércoles. Por ello anticipa "cifras extraordinarias [de gasto e inflación], siempre y cuando, por supuesto, no haya nuevas malas noticias sobre la pandemia".

En su opinión, si realmente la Eurozona "atraviesa varios meses de una demanda de consumo muy fuerte, este escenario podría jugar a favor de 'los halcones'", esto es, de aquellos miembros del BCE a favor de una política monetaria más restrictiva y, por tanto, de adelantar el 'temido' tapering.