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China acelera su 'marcha verde' hacia una inversión más responsable

  • Se aprecia un cambio de tendencia en regulación y transparencia
  • Crecen las inversiones chinas en renovables, también en España
  • Destacan compañías como CATL, Nari Technology o Shenzou
Xi Jinping, presidente de la República Popular de China. Foto: Reuters.

Xavier Martínez-Galiana

¿Está China preparada para atajar la corrupción en sus empresas, para poner fin a la contaminación de sus industrias y ofrecer una transparencia absoluta sobre las decisiones que toman los consejos de administración y las cuentas de resultados? La segunda economía del mundo avanza y se sofistica, y para sorpresa de muchos se ha convertido en un actor importante en lo que a la inversión ESG se refiere, la que tiene en cuenta factores ambientales, sociales y de buen gobierno.

En marzo de este año se presentó el 14º Plan Quinquenal de China, correspondiente al periodo entre 2021 y 2025. En él se incluyen propuestas específicas para alcanzar el pico de emisiones de carbono antes de 2030 y la neutralidad de carbono en 2060. Es un objetivo ambicioso el que se ha marcado la República Popular, que representa en la actualidad cerca del 28% de las emisiones mundiales de carbono.

"En los próximos treinta años se necesitarán nuevas inversiones por valor de unos 138 billones de yuanes (20 billones de dólares) solo en el sector energético, lo que supone más del 2,5% del PIB anual del país asiático, según un reciente estudio del Instituto de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible de la Universidad de Tsinghua", explican desde la Oficina Económica y Comercial de España en Pekín.

"Para alcanzar la neutralidad del carbono en 2060, China tendrá que desarrollar la industria nacional de Green Finance e involucrarse para atraer inversores internacionales. De la misma forma, China también deberá trabajar en incrementar sus inversiones verdes en el extranjero, para que sus compromisos climáticos sean creíbles de cara a la comunidad internacional", aseguran desde la representación del ICEX en la capital de China.

En 2020, las inversiones en energías renovables supusieron la mayor parte de la inversión china en el extranjero. Un ejemplo es el de la compañía estatal Three Gorges, que invirtió en la firma española X-Elio y adquirió un total de 13 plantas de energía fotovoltaica ubicadas en España con unos 500 megavatios (MW) de capacidad. Además de abrir oficina en España, Three Gorges ha firmado recientemente una segunda operación con la empresa Cefiro para hacerse con una cartera de activos renovables en nuestro país de 400 MW, compuestos por 11 parques eólicos y uno fotovoltaico.

La capacidad de energía renovable instalada en el mundo alcanzó casi 2.800 gigavatios (GW) en 2020, de las que un tercio se concentraba en China, que encabeza el mercado mundial de energía renovable con 895 GW, según datos de la Agencia Internacional de la Energía Renovable (IRENA).

El siguiente país en la lista, a gran distancia, es Estados Unidos, con 292 GW. Estados Unidos, Brasil, India, Alemania y Canadá tenían una capacidad combinada de 809 GW en 2020. Japón fue el último país que tuvo una capacidad superior a 100 GW, mientras que España, Italia y Francia cerraban el top 10 de países con una capacidad de 59 GW en el caso español, y de 55 GW en los otros dos en 2020.

Los ejemplos que marcan el paso

Además de la energía, China avanza en las otras dos patas del ESG: la social y el buen gobierno. "El regulador de valores del país está elaborando este año nuevas directrices para mejorar la calidad de la información de las empresas que cotizan en bolsa y proteger los intereses de los inversores. Muchas compañías chinas están informando ahora sobre sus ideas acerca de la sostenibilidad, sus aspiraciones de reducir la huella de carbono y los marcos que tienen establecidos para combatir los riesgos relacionados con los factores ESG", destacan desde Aberdeen Standard Investments.

"Seguimos viendo mejoras en el gobierno corporativo, en áreas que van desde una mayor transparencia y una mejor composición del equipo directivo hasta la diversificación de la propiedad de las acciones", apuntan.

Para Li Yimei, consejera delegada de China Asset Management, "la inversión responsable y la búsqueda de la sostenibilidad a largo plazo no es nueva para la comunidad inversora de China, pero no lo cumplimos realmente dentro del régimen de ESG", declaraba en abril a la televisión estadounidense CNBC.

Desde Aberdeen Standard Investments han escogido cinco empresas chinas como ejemplo de firmas "pioneras" que están fijando nuevas normas en esta materia. La primera es Contemporary Amperex Technology (CATL), dedicada a la fabricación de baterías recargables de iones de litio.

"La empresa tiene una sólida gobernanza y gestiona bien su cadena de suministro. Las baterías de iones de litio requieren cobalto, que puede obtenerse en la República Democrática del Congo. CATL hace públicas sus políticas de mantenimiento de una cadena de suministro de minerales responsable, especialmente en lo que respecta a los derechos humanos y el trabajo infantil", resaltan desde Aberdeen.

Centre Testing International Group es otro de los ejemplos propuestos por la firma de inversión. "Garantiza que las empresas chinas cumplan las normas más estrictas en materia de medio ambiente, salud y seguridad, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible", subrayan en Aberdeen. "Cumple los estándares de gestión de la seguridad de la información más extendidos del mundo", añaden.

También destacan el papel de Nari Technology en la interconectividad digital, incluido el 5G, y en la creación de una red energética inteligente por medio de sensores; la transparencia en la cadena de suministro de Shenzhou International Group, así como la evaluación de la calidad de los productos que suministra a Nike, Adidas o Uniqlo.