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La ruina del ahorrador: inflación y comisiones devoran el billón que acaparan los depósitos
- Tener dinero parado en su entidad de toda la vida, por muy seguro que parezca, termina por devaluar el ahorro
Sara Rivas, Finect
989.878 millones de euros, a poco más de 10.000 millones del billón de euros. Esta es la cifra que actualmente tienen los españoles en depósitos a cierre de 2020, según los últimos datos del Banco de España. El confinamiento ha promovido el aumento de la capacidad de ahorro de las familias, lo que, sin duda, influye en este crecimiento. En concreto, los hogares españoles situaron en 2020 su tasa de ahorro en el 14,8% de su renta disponible, 8,5 puntos más de la tasa de 2019 y la más alta de toda la serie, iniciada en 1999, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Pero, en todo caso, la tendencia del dinero en depósitos ya iba al alza antes de la pandemia. Si en 2018 la cantidad acumulada en este producto de ahorro era de algo más 880.000, en 2019 superó los 916.000 euros. Sin embargo, lo bancos llevan varios años en los que no paga por este ahorro. En febrero, último mes con datos disponibles, según el Banco de España las entidades pagaban de media un 0,12% por los depósitos a dos años y un 0,01% a un año.
Es más, desde 2020 muchas entidades vienen cobrando por ello. Las diez mayores entidades del país cobran de media 140 euros al año en comisiones a sus clientes menos vinculados, es decir, aquellos que no tienen otros productos contratados y que deben pagar por mantener su cuenta corriente. La cantidad puede variar desde los 240 euros, que actualmente cobran Santander o Caixabank, hasta los 45 de Bankinter, pasando por los 160 euros de BBVA, o los 120 de otras seis entidades entre las que se encuentran Abanca, Sabadell o Kutxabank.
Los motivos detrás de este movimiento no son otros que la política ultraexpansiva que el BCE lleva ejerciendo desde 2011 para estimular la economía y sus subastas de liquidez. Desde 2016 los tipos se encuentran en el 0%, es decir, que las entidades tienen barra libre para conseguir liquidez y ya no tienen que pagar el 5% que llegaron a desembolsar a sus clientes por ello. Por otro lado, los bancos deben pagar un 0,5% (50 puntos básicos) por su excedente de liquidez, lo que hace que el beneficio de poder dar préstamos con el dinero de los depósitos no sea suficiente para compensar su pérdida.
A esta realidad habría que sumar la temida inflación, es decir, la subida generalizada de los precios que año a año hace que nuestro dinero valga menos que el anterior. Es cierto que con la crisis derivada del Covid-19, la referencia del 2% del IPC es bastante menor. Aun así, para este año el Banco de España ha elevado su previsión para este indicador desde el 0,6% que estimó en diciembre hasta el 1,4%. Mientras que para 2022 y 2023 proyecta tasas del 0,8% y el 1,2%.
Así, por un lado, muchos españoles con dinero en su banco deben hacer frente a unos 140 euros al año si no se vinculan con otros productos y, por otro, a una subida media de los precios en los próximos años del 1,13%. ¿Resumen? Tener dinero parado en su entidad de toda la vida, por muy seguro que parezca, termina por devaluar el ahorro.
Es cierto que saliendo del circuito tradicional hay excepciones. Por ejemplo, Renault Bank, ofrece un depósito a dos años con una remuneración del 1% TAE y con un mínimo de inversión de 500 euros. WiZink, por su parte, cuenta con un depósito con cuenta asociada que ofrece hasta un 0,8% TAE a tres años o Banco Pichincha, ofrece un 1% para su depósito a un año.
Si acude al mercado europeo, donde también tiene salvaguardado su dinero hasta 100.000 euros, la rentabilidad puede ser algo mayor. De media, según el Banco de España, los depósitos en Europa ofrecen un 0,66% a dos años. Destacan, entre otros, la oferta de Banca Sistema. A 10 años aporta, para una cantidad mínima de 5.000 euros, una TAE del 1,32%. A cinco años, un 1,12%, a cuatro, un 1,08%, y a tres, un 1,04%.
No son buenos tiempos para el ahorrador conservador, y parece que no lo serán durante un largo tiempo, pues los expertos prevén otros cinco años, como mínimo, de tipos en negativo. Una solución para salir de esa tendencia es confiar en productos de bajo riesgo. Para ello siempre se puede contar, por un pequeño porcentaje, con el apoyo de un asesor financiero. Finect ofrece un servicio de búsqueda gratuito con el que poder comparar entre diferentes profesionales.