Bolsa, mercados y cotizaciones

Las grandes automovilísticas duplicarán sus beneficios en 2021

  • Tesla es el paradigma, pero los fabricantes asiáticos también atraen la atención
Presentación del vehículo D1 por parte de Didi y ByD, el 16 de noviembre. Foto: Reuters.

Daniel Yebra
Madrid,

Las chinas BYD, NIO, CATL, Xpeng, Li Auto o Geely eran compañías que estaban muy lejos de los grandes grupos del sector automovilístico global hace apenas unos años. En el caso de alguna de ellas, incluso hace solo unos meses. Hoy, aparecen entre los fabricantes de coches y componentes más capitalizados del mundo, tras haber atraído la atención de los inversores por su especialización en el coche eléctrico y su exposición al mercado que más rápido se ha recuperado de la crisis del coronavirus y mejores expectativas tiene en el medio plazo, precisamente el del gigante asiático. Con todo, el beneficio neto de las grandes automovilísticas prácticamente se duplicará en 2021, al pasar de 34.500 millones a 65.900.

Al otro lado del muro, en Occidente, el paradigma es Tesla. En junio de 2019, sus acciones se intercambiaban por apenas 30 dólares. A estas alturas, en las que la pandemia de coronavirus ha actuado de acelerador de tendencias, su precio supera los 550 dólares, cerca de un 1.500% más, hasta elevarla a lo más alto del Olimpo de la industria con una capitalización de casi 450.000 millones, una tercera parte de lo que suman en total el resto de fabricantes de automóviles y piezas.



El sector del automóvil mundial clásico -las japonesas Honda y Toyota o las alemanas Volkswagen, Daimler y BMW o las francesas Renault y PSA o las estadounidenses General Motors y Ford- ha sido uno de los principales damnificados por las restricciones a la movilidad impuestas para contener la pandemia de coronavirus.

Esta parte de la industria enfrentó, primero, un shock de demanda sin precedentes y, después, una aceleración de la tendencia hacia la electrificación. Ahora, con la visibilidad que aportan los avances en las vacunas, surge como uno de los sectores que más positivamente debería reaccionar en bolsa.

Oportunidad de inversión

Desde que el lunes 9 de noviembre, Pfizer anunciara un 90% de efectividad de la vacuna en la que trabaja, el subíndice que reúne a las compañías europeas de la industria -grandes grupos y fabricantes de componentes- presentes en el Stoxx 600 repunta un 15%, con Renault, Faurecia, Peugeot, Continental y Daimler acumulando las mayores ganancias en este periodo.

La verticalidad de las últimas subidas de este índice tiene que ver con que el anuncio de Pfizer no fue una isla en la incertidumbre de la pandemia. El siguiente martes le siguieron noticias de Moderna en el mismo sentido y el jueves 19 de noviembre sobre que la vacuna de Oxford es segura en adultos mayores y genera respuesta inmune.

Así, la reacción responde a que los inversores empiezan a confiar en poder tener en el corto plazo un calendario sobre la reconstrucción de la economía, favoreciendo el trasvase de dinero de los sectores defensivos clásicos y de los ganadores de la pandemia -las tecnológicas, el ecommerce, las energías verdes o la nueva movilidad-, a los más cíclicos, como el automovilístico en Europa.

Transformación de la industria

Pero la industria se ha transformado ya radicalmente, y también la demanda de los consumidores y el sentido de las ayudas fiscales de los gobiernos -el fondo de construcción de la Unión Europea (UE) tiene un sesgo claramente verde-.

Solo hace falta echar un vistazo al ranking de los grandes grupos. Tesla lo domina, las chinas CATL y BYD -con base en Hong Kong- son cuarta y quinta, respectivamente, tras escalar un 150% y un 273% en bolsa, respectivamente, en lo que va de 2020. Y otra china firma el mayor rally en este periodo, NIO, con un 1.150%.

Volkswagen, Daimler, BMW aparecen asediados, y Fiat Chrysler y PSA -pendientes de su fusión- o Renault juegan ya en segunda división. El mismo contexto sirve para General Motors o Ford, y para las japoneas y coreanas, con la excepción del líder Toyota. La ya sempiterna crisis del sector europeo de la automoción teme, además, que se active la guerra comercial que hiberna ahora ante el golpe sin precedentes del Covid-19.

Movilidad verde y China

Un escenario que obliga al inversor a decidirse entre las compañías más eléctricas, las más expuestas a China o por las más fiables. Entre estas últimas destaca Volkswagen -el grupo ha colocado tres coches en la lista de los diez más vendidos de toda la Historia, el Golf, el Escarabajo y el Passat, y es el segundo que más ingresa en el mundo tras Toyota-, pese a que todavía arrastre el estigma del dieselgate, del que se ha exonerado pagando multas, tras implantar un software en sus vehículos para falsificar los tests de contaminación.

En Wall Street, Tesla surge como el mayor fabricante de coches eléctricos del mundo, con un 28% de cuota de mercado y unas ventas de 179.050 coches eléctricos en la primera mitad de 2020.

La alianza Renault-Nissan-Mitsubishi y Volkswagen se disputan la segunda plaza, con una cuota de mercado respectiva del 10%, con 65.521 unidades y 64.542 unidades vendidas, respectivamente. El cuarto y quinto puesto lo ocupan el gigante chino BYD y la coreana Hyundai, ambas con una cuota del 7%.



Al margen de la posición en el mercado del coche eléctrico, la otra clave para analizar el sector es China, que en los últimos años ha llegado a representar el 30% del mercado mundial de la automoción.

El gigante asiático aumentará en este 2020 su importancia global ante el hundimiento del resto por la pandemia de coronavirus, y si ya era clave para los fabricantes, "ahora es crucial", según reconoce José M. Asumendi, analista del banco de inversión JP Morgan.

El primer impulso llegó ya en junio, tras conocerse que las ventas de vehículos crecieron en el país en mayo, tras 11 meses cayendo. Una evolución única en la pandemia. En Europa, los tres grandes grupos alemanes son los mejor posicionados.

Volkswagen, Mercedes y BMW: la caja en máximos históricos

Cerca de 54.000 millones de euros en 2022 y más de 80.000 millones en 2023. Las previsiones de la caja neta conjunta de Volkswagen, Daimler (Mercedes) y BMW apuntan a una cómoda salida de la crisis para los tres grandes grupos automovilísticos alemanes. Según el consenso de analistas que reúne FactSet, afrontarán la recuperación tras la pandemia con la mayor cantidad de dinero en tesorería de su historia, lo que refleja músculo financiero para invertir y aguantar el pulso de Tesla y de los fabricantes chinos en el mercado del coche eléctrico y para repartir un dividendo atractivo entre sus inversores.

Recientemente, Volkswagen ha aprobado un plan de inversión de 73.000 millones en los próximos cinco años al desarrollo de modelos verdes. Las estimaciones de caja borran cualquier duda sobre este plan, pese a los conflictos internos que están aflorando en el seno de la administración del grupo. En 2022 rozará los 30.000 millones en tesorería, una cifra inédita.