Bolsa, mercados y cotizaciones
El 70% de las grandes salidas a bolsa del año no tendrá acceso al S&P 500
- S&P Dow Jones cerró la puerta a las compañías con múltiples clases de acciones hace dos años
- Este tipo de firmas podría perderse el impulso que otorga a su cotización la gestión pasiva
José Luis de Haro
Nueva York,
Siete de las diez mayores salidas a bolsa en lo que llevamos de año, entre las que se incluyen Lyft, Pinterest, Zoom o Chewy, han optado por emular a gigantes como Alphabet, la matriz de Google, o Facebook blindando a su cúpula directiva y a sus fundadores a través de múltiples clases de acciones, algunas de ellas con más poder de voto que otras o, incluso, sin derecho alguno. Un arma de doble filo ya que esta práctica ha sido criticada desde hace tiempo por el Consejo de Inversores Institucionales, que representa a entidades como BlackRock o Vanguard, que abogan por una estructura tan simple como un voto por cada acción de una empresa cotizada.
Es por ello que desde el 31 julio de 2017, S&P Dow Jones, matriz que acoge algunos de los históricos indicadores a este lado del Atlántico, optó por tomar cartas en el asunto y determinar que aquellas compañías que ofrecieran distintas clases de títulos no podrían optar ser incluidas en el S&P Composite 1500, que combina tres índices: el S&P 500, el S&P MidCap 400 y el S&P SmallCap 600. Días antes, FTSE Russell anunció sus planes de exigir a aquellas compañías que quieran militar en sus índices, donde se incluyen el Russell 3000 o el Russell 2000, entre otros, que más del 5% de sus derechos de voto estén en manos de accionistas comunes sin restricción alguna.
Estas medidas ponen de manifiesto las crecientes preocupaciones dentro de la comunidad inversora sobre una tendencia que ha seguido creciendo en los últimos años. Uno de los ejemplos más destacados ocurrió el año pasado con Snap, la matriz de Snapchat, que se estrenó en la New York Stock Exchange vendiendo acciones Clase A sin derecho a voto mientras que algunos de sus inversores previos continuaron teniendo acciones Clase B, con un voto limitado. No obstante, sus fundadores poseen acciones de Clase C, con las que casi controlan el 90% del poder de voto.
Los defensores de este tipo de estructura argumentan que permite a los gestores a centrarse en la estrategia a largo plazo y la creación de valor para los accionistas sin ser distraídos por el azote de los inversores activistas o cortoplacistas.
Un total de 36 componentes del S&P 500 tienen una clase múltiple de acciones
Actualmente 36 componentes del S&P 500, que constituyen cerca de 12% de la capitalización del índice, mantienen una clase múltiple de acciones dado que la decisión antes mencionada no es retroactiva. Así por ejemplo, un título de Clase B de Alphabet equivale a 10 votos pero uno de Clase A solo a uno. En el caso de Berkshire, las acciones de Clase A tienen el poder de 10.000 votos pero las de Clase C solo uno. Por su parte FTSE Russell ha ofrecido un periodo de gracia a las compañías incluidas en sus índices con este tipo de estrategia para que cumplan con la nueva normativa antes de septiembre de 2022.
En un informe distribuido por Goldman Sachs a finales de septiembre, el equipo liderado por su estratega jefe, David Kostin, destaca como pese a las trabas aquí expuestas, muchas de las nuevas compañías que se han estrenado en bolsa este año han optado por emular un esquema de múltiples tipos de acciones. Una decisión que puede tener un impacto negativo de calado a largo plazo.
Al no tener opción a ser incluidas en grandes índices bursátiles, muchas de estas compañías podrían quedarse fuera del brío que genera la inversión pasiva que sigue el comportamiento de los principales indicadores, bien a través de fondos mutuos o de fondos cotizados en bolsa (ETFs por sus siglas en inglés). Estos representan actualmente el 50% de los activos totales de fondos mutuos y ETF en EEUU.
Según los datos ofrecidos por Goldman, los fondos mutuos pasivos y los fondos cotizados en bolsa han experimentado ingresos de 114.000 millones de dólares en lo que llevamos de año mientras que los fondos mutuos activos han registrado salidas de 193.000 millones de dólares hasta el pasado 25 de septiembre. Más de 825.000 millones de dólares en activos de fondos cotizados en bolsa siguen explícitamente el S&P 500, lo que representa el 26% de todos los activos de los ETF basados en la renta variable en el país.
Según los cálculos de Goldman, una compañía con una capitalización de tan solo 3.000 millones de dólares, la más baja actualmente de un miembro del S&P 500, que se una a este indicador puede experimentar una demanda incremental por valor de 72 millones de dólares de estos tres fondos solamente.