La prima de riesgo supera los 300 puntos y se sitúa en máximos de 2013El pulso que el Gobierno italiano ha decidido echar a Bruselas tiene en el bono transalpino, por el momento, al gran perdedor. El anuncio de un objetivo de déficit del 2,4 por ciento para los próximos años puso la pasada semana nerviosos a los inversores, que no han encontrado la calma a lo largo del fin de semana. El lunes volvieron a deshacer posiciones en la deuda del país, que cada vez se aleja más en la percepción del mercado de España y Portugal y se acerca más a Grecia. El interés del bono italiano a 10 años repuntó el lunes en 14 puntos básicos, situándose en el 3,57 por ciento y alcanzando máximos no vistos desde el año 2014. Así las cosas, el contagio en el resto de países periféricos de momento ha sido bastante limitado: el diferencial entre el bono español a 10 años y el italiano se situaba al cierre de la sesión en 198 puntos básicos, rozando el pico histórico tocado a cierre del año 2011; y el spread con Portugal alcanzaba máximos históricos en los 160 puntos básicos. Mientras, el interés exigido a Grecia es solo 104 puntos básicos superior al pedido a Italia, lo que supone el nivel más bajo de la última década. Asimismo, la prima de riesgo transalpina tocaba máximos de 2013 -por encima de los 300 puntos básicos-. Todo ello en una sesión en la que el otro foco de tensión, la deuda de Estados Unidos, no cotizaba por festivo. Posible bajada de 'rating' Según los últimos datos de Moody's Analytics, los seguros de impago de Italia (CDS, por sus siglas en inglés) descuentan un rating de Italia en B2 -cuatro escalones por debajo del bono basura-, frente a una calificación de Baa2 -dos peldaños por encima del high yield- con la que cuenta para la agencia. En todo caso, el 26 de octubre Moody's revisará la calificación crediticia de Italia y S&P hará lo propio antes del 31 de octubre. Pero estas no son las únicas fechas que el inversor debe tener marcadas en rojo: será el 10 de octubre cuando el Parlamento vote el nuevo Documento de Economía y Finanzas; después, el día 15, el Gobierno tendrá que enviar el borrador de los Presupuestos a Bruselas. Por último, el 29 de octubre la Comisión Europea deberá manifestarse sobre los Presupuestos -ver página 25-. Con todo, algunos analistas creen que Italia todavía está a tiempo de embridar la situación: "Como Italia deberá entregar el lunes 15 su propuesta de Presupuesto 2019 en la CE, cualquier indicio de reconducción de su desafío sobre el déficit fiscal hacia el entorno de -2,0 por ciento en lugar de -2,4 por ciento (que el actual Gobierno quiere adoptar) será bien recibido. Esto es lo más probable", opina el equipo de análisis de Bankinter. "Todavía pensamos que será la reacción del mercado y de la rentabilidad de la deuda italiana lo que hará que el Gobierno del país se replantee su estrategia fiscal y será lo que, en último término, determine la probabilidad de una crisis de deuda italiana en el futuro", especifican en Danske Bank. Sangría desde mayo Aunque ha sido en los últimos días cuando el bono italiano se ha movido con más virulencia, desde que en marzo se celebraron las elecciones en Italia la deuda del país ha dado más de un disgusto al inversor. Desde los mínimos de mayo -antes de formar Gobierno- el interés de la deuda italiana se ha disparado en 183 puntos básicos, lo que ha provocado pérdidas por precio del 14,6 por ciento. Mientras llegan las fechas, y la rentabilidad del bono italiano a diez años repunta con más fuerza que el resto, solo hay tres bancos de inversión que dan opciones a que éste termine el año en el 3,5 por ciento, en línea con los niveles actuales. Se trata de Capital Economics, Oxford Economics, y Banca Monte dei Paschi di Siena. Pero no es lo que piensa de forma mayoritaria el consenso de mercado, que visualiza el interés de este activo en el 3,1 por ciento en diciembre y en el 2,9 por ciento a comienzos de 2019. Esa bajada de rentabilidad implicaría, de cumplirse, un aumento del precio y, con ello, ganancias para el inversor que comprase en los niveles en los que se mueve actualmente. Precisamente, con la deuda en estos niveles, algunos bancos consideran que los bonos italianos empiezan a ser atractivos para los inversores extranjeros, según Morgan Stanley en declaraciones a Bloomberg, especialmente cuando se tienen en cuenta los tipos de cambio, dice. Ya la semana pasada, desde UBS también emitieron una nota en la que resaltaban el atractivo de la deuda pública a corto plazo del país, al considerar que "la reciente venta masiva ofrece a los inversores una oportunidad atractiva para comprar bonos italianos a dos años. Sin embargo, advertimos que no tenemos bonos italianos a largo plazo y desaconsejamos la exposición concentrada a ellos", señalaba entonces Mark Haefele, Director de Inversiones, UBS Global Wealth Management.