Medios - Comunicación

Borja Prado presenta su dimisión como presidente de Mediaset España

Borja Prado y Alessandro Salem, expresidente y consejero delegado de Mediaset

Javier Romera, María Juárez

Borja Prado ha aprovechado hoy la reunión del consejo de administración de Mediaset para presentar su dimisión como presidente de la compañía, tal y como ya adelantó este periódico. La decisión será efectiva a partir del 31 de diciembre y deja todo el poder ahora en manos del consejero delegado, Alessandro Salem. En cualquier caso, Mediaset no ha anunciado quien le podría sustituir en el cargo.

Prado fue nombrado presidente el 20 de abril de 2022 sucediendo en el cargo a Alejandro Echevarría, y "ha conducido con éxito a la compañía a través del proceso de opa, segregación y posterior fusión por absorción con la matriz del grupo, MFE-MediaForEurope, culminado el pasado mes de mayo", según la empresa.

Borja Prado ha asegurado en un comunicado que la decisión supone "la culminación de un largo periodo de servicio para el Grupo Mediaset, al que siempre he prestado mi ayuda, defensa y colaboración desde que, hace más de 23 años, fui nombrado consejero". El consejo de administración, por su parte, ha agradecido "el tiempo, dedicación y apoyo que ha brindado en todo momento y las inestimables aportaciones que ha realizado a la compañía durante todos estos años".

Desde hace meses Mediaset estaba sumido, sin embargo, en una guerra interna entre Borja Prado, y los dos consejeros delegados, Alessandro Salem y Massimo Musolino. Las diferencias entre los tres se han manifestado incluso de forma pública y la empresa había entrado en una espiral de dificultades, tanto en términos de resultados como de audiencia.

Dificultades

El grupo audiovisual MFE-MediaForEurope (MFE), matriz de la compañía, registró un beneficio neto de 71 millones de euros en los nueve primeros meses de este año, lo que supone un descenso del 9,5% respecto a las ganancias de 78,5 millones de euros contabilizadas en el mismo periodo del ejercicio anterior. La empresa ingresó entre enero y septiembre 1.862,2 millones de euros, casi un 2% menos, y sin síntomas de mejora, con Telecinco en caída libre y sin un rumbo claro tras el final de programas como Sálvame.

Hace justo uno año, en diciembre del año pasado su share bajaba por primera vez del 11% y lejos de frenarse el descenso se acentuó. En agosto cerró en un mínimo histórico del 9% y, según los últimos datos de audiencia, correspondientes al mes de noviembre, está ahora en el 9,7%, lo que supone ya 3,3 puntos por debajo de Atresmedia y tres décimas menos que La 1, de RTVE.