La que se avecina tras la salida de Vasile
- Vasile dirá que quería volver a su país y que se lleva fenomenal con Borja Prado
Martín Alegre
Pier Silvio Berlusconi y su hermana Marina estaban de acuerdo en que había que hacer cambios en su mansión de Fuencarral. Renovar el servicio. Aprovecharon esta semana de otoño para filtrar la bomba, con papá entusiasmado después de celebrar su 86 cumpleaños, enamorado tras su boda simbólica con Marta Fascina (53 años menor que él). Pero sobre todo, de vuelta a la primera línea política, entretenido en insultarse o hacer las paces con Giorgia Meloni.
En el fondo, los hobbies de Silvio Berlusconi siempre fueron salvar a Italia de todos los males y las mujeres jóvenes. No olvidemos que fue condenado a siete años de prisión por prostitución de menores, por pagar por servicios sexuales a una menor de edad. Eso sí, fue absuelto cuando el Tribunal de Apelación de Milán determinó que el ex primer ministro "no tenía por qué saber que la joven era menor de edad".
La cuestión es que con Berlusconi distraído y aparentemente ajeno a sus negocios, los hijos del ex primer ministro y empresario vieron el momento perfecto para cortar la cabeza del antropólogo romano que ha servido a Il Cavaliere fiel y eficazmente durante cuatro décadas, dos de ellas en España. El plan era retirarle el mando sobre el negocio publicitario que le birló a Giuseppe Tringali hace años y después obligarle a filtrar que le daban puerta para, tras la aparente humillación, hacer un pintoresco comunicado alabando su labor y agradeciendo sus éxitos. La filtración saltó a través de El Mundo, propiedad del milanés Urbano Cairo, el único empresario que puede presumir de haber engañado a Berlusconi en los negocios.
Hace menos de un mes llegó un ejecutivo italiano para gobernar el departamento de publicidad. Y este lunes se ejecutó el segundo paso. Como premio de consolación, y según publica El Confidencial, a Vasile le van a dar dos años de su fabuloso sueldo y otro más para que no se vaya a la competencia (¡a punto de cumplir 70 años!).
La compañía que ha pilotado Paolo Vasile durante 23 años es aún hoy la joya de la corona de esta versión italiana de Succession apellidados los Berlusconi. Por la sencilla razón de que es la que más dinero da al clan. Es verdad que han perdido el liderazgo, que el modelo de negocio presenta claros síntomas de agotamiento. Tampoco han ayudado los continuos escándalos. Aquel supuesto pago a la madre de El Cuco, para que se sentara en Salsa Rosa cuando el asesinato de Marta del Castillo llenaba los titulares, hizo mucho daño pero se recompusieron. Más recientemente han llegado escándalos como el presunto espionaje ilegal a famosos, con un policía procesado por corrupto de por medio, que ha salpicado a una de la productoras participadas, como La Fábrica de la tele. No olvidemos el asunto del abuso sexual de Carlota Prado en Gran hermano, que, independiente de cómo acabe en los tribunales, supuso el fin del reality que tantos triunfos dio a la cadena. El destrozo reputacional de Mediaset señala inevitablemente a Vasile. Eso podía soportarlo la cotizada a cambio de ser líderes y de ganar mucho dinero, en buena medida gracias a Massimo Musolino, director general de Gestión de Mediaset España, un maestro en el control de costes y otro de los que aparece en las quinielas sucesorias.
Pero este negocio es un cíclico de manual. Y en la rejilla de programación se han cometido muchos errores, algunos de ellos muy graves y muy caros. El culebrón Pasión de Gavilanes fue una apuesta por la que se pagó mucho dinero y resultó un fracaso, Pesadilla en el paraíso tampoco funciona; Sálvame está a años luz de sus mejores tiempos, igual que su edición de fin de semana. Otro error muy grave ha sido el rechazo que para una parte de la audiencia ha producido el docudrama de Rocío Carrasco.
Pero el punto de inflexión fue la pérdida de Pasapalabra, el formato cuyos derechos perdió Vasile porque se plantó con chulería frente a los propietarios británicos y se enfrentó a ITV Studios con su armada legal. Paolo mantuvo en antena el concurso durante diez años, ya sin derechos, dilatando en los tribunales el asunto mientras lo seguía emitiendo a diario. Diversas fuentes cifran en casi 20 millones de euros el dinero gastado por el romano tras perder entre indemnizaciones, intereses y costes legales. Pero el propio Vasile decía en su círculo de gladiadores que 20 millones era poco dinero a cambio de diez años de liderazgo. Eso sí, fue perder definitivamente Pasapalabra y Telecinco cayó como un castillo de naipes. Vicente Vallés casi duplica a Pedro Piqueras a las 9 y pico de la noche. Antena 3 al mismo tiempo sumaba aciertos: las novelas turcas, y toda la autopista que une la tarde con el prime time, con El Hormiguero, el citado Vallés y sólidas propuestas para la noche. Robarles a Sonsoles Ónega fue otra jugada que se puede sumar a los fracasos de Vasile y veremos cómo funciona su tira diaria en Atresmedia a eso de las siete de la tarde.
Ahora dirá que la caída de audiencia que ha sufrido Telecinco no ha sido determinante
Se ha dicho que la llegada de Borja Prado a Mediaset tenía poca relación con las labores ejecutivas pero su función no es la misma que la de Alejandro Echevarría, y el expresidente de Endesa sí quiere jugar un papel en la nueva estrategia de Telecinco y su modelo de negocio. El hijo de Manuel Prado y Colón de Carvajal no ha logrado aglutinar el capital necesario para sacar adelante la oferta pública voluntaria de adquisición de acciones sobre Mediaset España del holding holandés tal y como inicialmente la habían planteado los Berlusconi pero seguirá en el cargo y quiere ganarse el sueldo: para empezar, es el encargado de buscar un nuevo CEO, otra cosa es que le hayan puesto como condición que sea de Italia, un país que el descendiente de Cristóbal Colón conoce muy bien. Algunas fuentes han metido a Manuel Villanueva en las quinielas de la sucesión, pero el director general de Contenidos se acaba de comprar un dúplex magnífico en su Pontevedra natal y tiene 65 años. En cualquier caso, que nadie piense que Telecinco va a dejar de la noche a la mañana de ser un canal repleto de telebasura.
El absurdo comunicado enviado este lunes para desmentir que Paolo Vasile vaya a ser despedido era tan enrevesado que algunos medios creyeron que la noticia del relevo del romano era falsa. Ahora Vasile contará que él ya quería volverse a su país, que se lleva fenomenal con Borja Prado, y que los Berlusconi le aman. Y dirá que la caída de audiencia que ha sufrido Telecinco no ha sido determinante, ni siquiera habiendo durado un año ininterrumpido, que los datos económicos son buenos, estaba encantado con la opa lanzada por MFE sobre Mediaset España para crear el capricho del Pier Silvio Berlusconi, un gigante audiovisual europeo capaz de competir con los monstruos norteamericanos del streaming. Pero lo mejor que podía hacer Vasile si quiere subir la audiencia antes de marcharse es ir este sábado al polígrafo de Sálvame y después despedirse con un cameo en esa maravillosa comedia llamada La que se avecina.