Materias Primas
La cuarta fase de la revolución del shale será crucial para el mercado del petróleo
- En esta cuarta fase se verá hasta dónde puede llegar la producción en EEUU
- La OPEP analiza el crecimiento del shale y su efecto sobre el mercado
- El crecimiento de la demanda de petróleo está siendo fuerte
Vicente Nieves
Tal y como señalaba el BCE en un artículo analítico hace unas semanas, la revolución del shale (petróleo de esquisto) se puede segmentar en tres fases: la primera se produjo entre 2011 y mediados de 2014, la segunda entre mediados de 2014 y octubre de 2016, y una tercera desde finales de 2016 hasta mediados de 2017. Ahora ha comenzado la cuarta fase, en la que la industria del shale en EEUU mostrará cuánto puede incrementar su producción con el barril por encima de 65 dólares y si realmente tiene la capacidad de poner un techo fuerte el precio del crudo. La OPEP mira con preocupación a este nuevo periodo por su posible efecto sobre el mercado de crudo. Los precios del petróleo dispararán la producción en EEUU, según la AIE.
Las tres primeras fases
Durante la fase inicial, entre enero de 2011 y mediados de 2014, la producción de petróleo en EEUU pasó de 5,4 millones de barriles al día hasta 9,5 millones de barriles. "Este aumento fue principalmente producto de un incremento de los pozos de shale, sobre todo en las formaciones de Eagle Ford y la Cuenca Pérmica, mientras que la producción convencional permaneció estable", destaca el informe del BCE. En esta primera fase el precio del petróleo se mantuvo estable.
La segunda fase se produjo desde mediados de 2014 hasta octubre de 2016, cuando la OPEP decidió cambiar su estrategia de inundar los mercados de petróleo por la de los recortes. En esta fase, el petróleo de tipo Brent (de referencia en Europa) pasó de los 112 dólares por barril hasta los 27 dólares, para recuperarse levemente en la parte final de este periodo.
Tras meses con el barril de crudo en precios que no eran rentables para la industria del shale y que también estaban dañando gravemente las finanzas de los países de la OPEP, el cártel acordó en noviembre de 2016 recortar la producción en 1,8 millones de barriles por día, con el compromiso de colaboración de Rusia y otros países productores ajenos a la OPEP.
Esta nueva estrategia del cártel ha tardado en dar sus frutos, pero lo cierto es que finalmente los inventarios a nivel mundial se han reducido, el precio del barril de Brent ha escalado hasta los 70 dólares y la demanda de oro negro está ganando fuerza en los últimos trimestres.
La cuarta fase
Ahora ha dado comienzo la cuarta fase de la revolución del shale. Con unos costes de producción mucho más bajos que en 2011 y el petróleo en 70 dólares, la industria de EEUU está produciendo 9,7 millones de barriles al día, casi 1,5 millones de barriles más que a mediados de 2016. La OPEP analiza con cautela el crecimiento de la producción en EEUU, que gana cuota de mercado poco a poco, y su posible efecto en los precios.
"La gran preocupación son los precios, ¿les preocupa que los precios lleguen demasiado alto muy rápido?", pregunta Mike Wittner, jefe de investigación de mercados petroleros de Société Générale en Nueva York en declaraciones recogidas por Bloomberg. "Hay muchas razones para que estén preocupados, pero a la cabeza de la lista está: ¿cómo va a reaccionar la producción de Estados Unidos?", explica este experto a Bloomberg.
"Un crecimiento que supere con creces los 70 dólares por barril puede estimular muy rápido la oferta nueva y afectar a la economía", asegura en una entrevista Jeff Currie, jefe de investigación de materias primas de Goldman Sachs. "Los miembros de la OPEP no quieren ver eso".
Los miedos de la OPEP
En su último informe, la OPEP muestra sus miedos de forma evidente: "Los precios más altos del petróleo están llevando más producción de crudo al mercado, particularmente en América del Norte", señala la Organización de Países Exportadores de Petróleo. El grupo ha elevado su pronóstico para el crecimiento de la oferta fuera de la OPEP en 2018 en 160.000 barriles por día, hasta los 1,15 millones de barriles diarios.
El crecimiento previsto en la oferta total de crudo de Estados Unidos se ha revisado al alza en 110.000 barriles por dí, liderado por la producción convencional. La OPEP cree que la producción de shale oil o petróleo de esquisto estará cerca de los 5,42 millones de barriles por día.
El artículo analítico del BCE destaca que "el shale oil seguirá siendo un factor importante en la producción del futuro... El progreso tecnológico y la constante reducción de costes será clave". El informe destaca que todos los pozos de shale operativos en la actualidad son rentables con el petróleo en 45 dólares, sin embargo, estos pozos no son ilimitados ni pueden producir todo el petróleo que contienen en un corto espacio de tiempo.
Las estimaciones del BCE con datos de Rystad Energy es que la industria del shale oil en EEUU termine produciendo en 2020 unos 9 millones de barriles al día, lo que supone un crecimiento de alrededor del 50% respecto a la producción actual.
A modo de conclusión, el artículo del BCE señala que "el rápido crecimiento de los flujos de inversión ayudarán a mantener una producción de shale oil robusta, destacando también los avances tecnológicos en la producción. Sin embargo, quedan sin resolver cuestiones importantes, como cuánto durará esta revolución del shale, particularmente dada la escasa probabilidad de que es expanda más allá de las fronteras de EEUU. Los condiciones geológicas, las preocupaciones medioambientales y la escasez de agua dulce han impedido la difusión del petróleo de esquisto en otros lugares".