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La compleja relación entre el precio del petróleo y el peso mexicano


    José Luis de Haro

    El peso mexicano se ha debilitado demasiado en respuesta a la caída más reciente en los precios del petróleo. México es ahora un importador neto de petróleo, y esto debería reducir la correlación, tradicionalmente positiva, entre los precios del petróleo y el peso mexicano. Al menos eso estima Carlos Capistrán, economista jefe para México, de Bank of Americal Merrill Lynch.

    En una nota distribuida entre sus clientes, Capistrán explica como durante muchos años, el peso mexicano ha estado fuertemente relacionado con el precio del petróleo. "Cuando el precio del petróleo cae, el peso mexicano se debilita. La relación fue fácil de entender en el pasado, debido a que México tenía un gran superávit comercial petrolero", explica.

    Sin embargo, México ahora es un importador neto de petróleo. La balanza comercial petrolera de México se movió hacia un déficit en 2015. La producción petrolera comenzó a caer en 2004, arrastrando las exportaciones petroleras hasta que el superávit comercial desapareció. El déficit todavía es pequeño, pero debido a que México tiene una capacidad de refinación pequeña, las importaciones de gasolina probablemente continuarán incrementando, y esto aumentará el déficit.

    La producción petrolera parece haberse estabilizado en el margen, y la reforma energética debería incrementar eventualmente la producción de petróleo, sin embargo es poco probable que México alcance una balanza comercial petrolera superavitaria de nuevo en el corto plazo.

    "Ahora que México importa más petróleo del que exporta, una caída en los precios del petróleo reduce el gasto petrolero de México, y las ganancias de los importadores pesan más que las pérdidas para los exportadores", aclara Capistrán quien añade que "el peso mexicano debería apreciarse como resultado de esto". Por lo tanto, el signo de la correlación entre los precios del petróleo y el peso debería cambiar.

    Dicho esto, esta situación no se ha materializado. Además, el peso ha respondido de manera más fuerte en la misma dirección, como lo hacía en el pasado, a la caída más reciente en los precios del petróleo. Desde BofAML observan tres razones para que el peso siga debilitándose cuando los precios del petróleo caigan. Por un lado, los ingresos públicos dependen del petróleo, pero menos que antes. En lo que va de 2015, los ingresos petroleros representan el 18% del total de ingresos.

    Por otro, la ventaja competitiva de México está en los costos de transportación. México compite con Asia por el mercado estadounidense, particularmente en productos manufacturados. Una de las ventajas de México es que tiene menores salarios en dólares que China y que otros países asiáticos. Sin embargo, la ventaja más importante para México es su ubicación geográfica, al sur de Estados Unidos. "Cuando los precios del petróleo caen, esta ventaja relativa se reduce debido a que los costos de transportación caen también", justifica Capistrán.

    En tercer lugar, los flujos derivados de la reforma energética sufren un ajuste. México está implementando la transformacional reforma energética de 2013. "Dados los vastos e inexplotados recursos de hidrocarburos de México, con los precios del petróleo cerca de los $100 dólares por barril esperábamos importantes flujos de inversión extranjera directa", aclara el economista jefe para México, quien reconoce que "con los precios del petróleo actualmente ubicados en menos de la mitad de ese nivel, la industria se está ajustando".