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La fiebre por la 'titulitis' llega a su fin: más de cuatro millones de jóvenes de la Generación Z no encuentran "el trabajo prometido"
- Acumular títulos académicos ya no les garantiza conseguir un empleo estable y muchos se sienten abandonados
- El sobreesfuerzo de los jóvenes para pagar el alquiler reduce sus ahorros a 100 euros al mes
- La precariedad laboral se intensifica: el 61,7% de los jóvenes en España tiene un contrato temporal
Paula Carreño
España es el peor país europeo en términos de desempleo juvenil: el 25,5% de los menores de 25 años está en paro según los últimos datos de Eurostat. Si además tenemos en cuenta a los que ni estudian ni trabajan (popularmente conocidos como 'ninis') podría decirse que estamos ante un colapso generalizado de la 'titulitis' a la que se ha estado sometiendo a la Generación Z en los últimos años, ya no solo en nuestro país sino a nivel mundial.
En este sentido, los expertos advierten que haber dedicado tanto tiempo a promover un título de cuatro años como la única vía fiable para conseguir un trabajo está provocando un aumento en el número de 'ninis' a nivel global, que no son capaces de hacerse un hueco en un mercado laboral cada vez más hostil que no les ofrece "el trabajo prometido" por haber estudiado.
Es una de las principales conclusiones que se desprende de un estudio publicado por la revista económica estadounidense Fortune, que con la opinión de varios profesionales hace un análisis de la crisis profesional que enfrenta la Generación Z a nivel global.
Un mercado laboral de sobrecualificados
Cada año millones de estudiantes recién graduados se lanza al mercado laboral, saturándolo con una mano de obra sobrecualificada que es incapaz de soportar, por eso es que pasarse media vida estudiando ya no es garantía de nada. Ahora, los jóvenes adultos suelen optar a empleos de menor remuneración para poder llegar a fin de mes, sin poder hacerse un hueco en la profesión para la que tanto se formaron.
"Los jóvenes han sido enviados a universidades para obtener títulos sin valor, que no les han aportado nada en absoluto (...) estarían mucho mejor si fueran aprendices de fontaneros o electricistas; podrían aspirar a una vida mucho más plena y satisfactoria", denunciaba el comentarista política, periodista y autor Peter Hitchens la semana pasada, algo que no hace sino evidenciar el fin de la fiebre de la 'titulitis'.
El futuro a largo plazo puede ser prometedor, o no
Solo en Estados Unidos hay aproximadamente 4,3 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan, números que tampoco invitan al optimismo al otro lado del charco. En otros países como Reino Unido el número de 'ninis' ha empeorado, aumentando en más de 100.000 en el último año, algo que muchos califican de "catástrofe".
Sin embargo lo cierto es que hay ciertos campos de estudio que siguen siendo una apuesta segura, sobre todo en el ámbito de la sanidad, al menos en Estados Unidos, donde se prevé la creación de más de un millón de nuevos empleos en la próxima década. La mayoría serán en la rama de la salud, siendo las enfermeras o las cuidadoras a domicilio los trabajos más demandados.
Así, aunque el futuro a largo plazo pueda ser prometedor (con una rentabilidad media de la inversión en un título universitario del 681 % a lo largo de 40 años), puede que sea demasiado tarde para los estudiantes que se encuentran estancados en un mercado laboral incierto mientras pagan préstamos estudiantiles desorbitados.
Desconexión entre el mundo laboral y la universidad
Sin experiencia, los logros académicos no sirven para mucho. La desconexión que hay entre el mundo laboral y el universitario hace que haya "demasiados jóvenes" que carecen de las habilidades necesarias para conseguir el trabajo que le garantizaron al empezar la carrera.
"Cuando no sabes qué opciones existen, nadie te ayuda a conectar los puntos y el siguiente paso parece arriesgado o inalcanzable, no es de extrañar que tantos jóvenes se detengan", denuncia Jeff Bulanda, vicepresidente de Jobs for the Future.
Por su parte Lewis Maleh , director ejecutivo de la agencia de contratación Bentley Lewis, una agencia de contratación, coincide en que las universidades deberían mejorar la comunicación con los estudiantes sobre la colocación profesional incluyendo aprendizajes y pasantías entre las industrias y los sistemas educativos.