Inversion a Fondo

La volatilidad... o cómo medir el riesgo



    Una forma de valorar el riesgo asociado a un activo es a través de un concepto llamado volatilidad. Analizamos en qué casos resulta útil su uso y cómo debe interpretarse para que no lleve a equívocos.

    Una de las preguntas que surge cuando uno valora invertir en un determinado activo es qué riesgos conlleva para ver si son acordes a los que el inversor está dispuesto a asumir. Pues bien, una forma de medirlos es a través de un concepto llamado volatilidad. Que básicamente consiste en establecerlo que varía de media el precio de una acción, un fondo o un índice -por ejemplo- ante un cambio repentino en las expectativas de rentabilidad. De manera que cuánto más oscile, mayor es el riesgo que se asume yviceversa. Analizamos cómo debe interpretarse para que no lleve a equívocos.

    La volatilidad es una forma de medir el riesgo que se respira en el mercado en un momento dado. Por ejemplo, en bolsa se puede tomar el pulso a ese sentimiento a través de dos índices. El VIX, que mide el grado de desconfianza esperado para los próximos treinta días en el S&P500 y el VDAX, que hace lo propio en el mercado europeo. Ambos se comportan de forma inversa a la bolsa, es decir, que si el Ibex35 sube un día, lo normal es que la volatilidad baje porque la incertidumbre que se respira es menor. Un ejemplo práctico se produjo en octubre, cuando el mercado empezó a descontar la posibilidad de que se produjera una tercera recesión en Europa por el parón que registró la economía alemana, la bolsa española se dejó un 3,21 porciento -su peor evolución mensual desde junio de 2013-, mientras que el índice del miedo se disparó hasta los máximos del año. Y lo mismo ocurrió en Estados Unidos, aunque allí el susto fue puntual. La decisión de la Reserva Federal (Fed) de abandonarlas compras de deuda soberana junto al debate de cuándo se producirá una subida en los tipos de interés, que ahora mantiene entre el 0/0,25 por ciento, sembró llenó de dudas a Wall Street, aunque no fueron lo suficientemente fuertes para borrar las ganancias superiores al 2 por ciento que los índices estadounidenses sumaron en octubre.

    "La volatilidad significa miedo. Aunque es cierto que cuando el miedo es constante la volatilidad es baja, en el 90 por ciento de los casos en los que se produce un repunte salvaje de estos índices es porque existe temor en el mercado", explica Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis. "Aunque también es posible explicarla volatilidad de otro modo. De manera que una forma de entender qué quiere decir que un fondo tenga una volatilidad del 5 porciento, por ejemplo, es pensar que la de la bolsa española se sitúa en torno al 20 por ciento y la de un depósito, en el 0 por ciento. Sabiendo ambos rangos, uno se puede hacer a la idea del riesgo que va a asumir", añade.

    ¿Un fondo con volatilidad del 5%?

    De hecho, cuando alguien contrata un fondo de inversión es muy frecuente que uno de los datos que le den sobre el producto es su volatilidad, pero a veces interpretar qué quiere decir no es una tarea sencilla. En concreto, cuando se aplica a estos vehículos, la volatilidad indica "si históricamente los valores liquidativos del fondo han experimentado variaciones importantes o si, por el contrario, han evolucionado de manera estable. Un fondo muy volátil tiene más riesgo porque es más difícil prever si el valor liquidativo va a subir o bajar. Por tanto, en el momento de reembolso, lo mismo podrían obtenerse ganancias significativas que pérdidas importantes", explica la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en un tutorial interactivo disponible en su página web.

    Aunque según explica Fernando Luque, editor senior de Morningstar, "la volatilidad por sí sola no ofrece mucha información al partícipe. De ahí la importancia de comparar la volatilidad del fondo con la media de su categoría y de las medias de las categorías entre ellas". Según explica este experto, el concepto de volatilidad a veces es complicado de entender porque la volatilidad puede ser al alza o a la baja. "La volatilidad de un fondo que pierde todos los meses un 1 por ciento es cero, pero ese no es el objetivo"?, añade Luque. También es conveniente tener en cuenta que este concepto lo que hace es medir el comportamiento pasado del fondo, no el futuro. Lo que da pistas, pero hasta cierto punto.

    Es porello que el consejo editorial de Inversión a Fondo también recomienda complementarla volatilidad otro concepto a la hora de medir el riesgo de un activo. Se trata de la pérdida máxima. Este otro parámetro lo que mide es la pérdida máxima en la que un inversor puede incurrir en un periodo determinado. De manera que es más fácil que se haga una idea de si esa inversión se adapta al riesgo que está dispuesto a asumir o, si por el contrario, es excesivo.