Internacional
Una disputa familiar, desencadenante de la matanza efectuada en Texas
- El autor del tiroteo acababa de discutir con sus suegros
- Llegó a amenazar a la madre de su mujer, que solía ir a la iglesia
- Un error de la Fuerza Aérea permitió comprar armas a Kelley
elEconomista.es, Agencias
Devin Patrick Kelley, el exmilitar estadounidense que mató a tiros a 26 feligreses el pasado domingo en Texas, estaba involucrado en una disputa doméstica con sus suegros y había enviado mensajes amenazantes a la madre de su esposa justo antes de la masacre.
Aparentemente, los problemas familiares fueron un factor clave en la matanza del domingo. Kelley estuvo involucrado en una disputa doméstica con la familia de Danielle Shields, una mujer con la que se casó en 2014.
"Había una relación complicada entre la Kelley y los suegros", dice Freeman Martin, portavoz del Departamento de Seguridad Pública. "La suegra solía asistir a la iglesia donde se perpetró el tiroteo y había recibido mensajes amenazantes de Kelley", agrega.
No obstante, el alguacil del condado Wilson, Joe Tackitt, asegura que no había miembros de la familia en la iglesia durante el ataque.
Un error de la Fuerza Aérea
La Fuerza Aérea de EEUU ha reconocido que no facilitó la información requerida sobre el historial criminal del responsable del tiroteo en una iglesia del estado de Texas, lo que permitió que Kelley comprar armas.
Según la portavoz de la Fuerza Aérea, Ann Stefanek, Kelley fue miembro de este estamento militar entre 2010 y 2014. El autor de la matanza fue sometido a una corte marcial en 2012 por dos cargos de agresión contra su mujer y uno contra su hijo, ha precisado la portavoz, por lo que fue condenado a su expulsión por mala conducta y a doce meses de confinamiento.
Sin embargo, la Fuerza Aérea ha señalado que esta información no fue incluida en la base de datos conocida como Centro Nacional de Información Criminal (NCIC). La legislación prohíbe la venta o entrega de armas a personas condenadas por violencia doméstica.
"La Fuerza Aérea ha iniciado una revisión sobre la gestión del historial criminal de Kelley tras su condena en 2012 por violencia doméstica", ha recalcado Stefanek.
Kelley fue hallado muerto, aparentemente por heridas de disparos, después de un intento fallido de fuga desde la Primera Iglesia Bautista en Sutherland Springs, situada unos 65 kilómetros al este de San Antonio.
Al salir de la iglesia, Kelley fue interceptado por un residente del área que disparó contra él, hiriéndole. Kelley huyó en un vehículo utilitario deportivo, mientras que el residente detuvo a un conductor que pasaba por el lugar para perseguir al sospechoso.
Kelley llamó a su padre durante la persecución para decirle que había sido herido y que probablemente no sobreviviría, según las autoridades. Posteriormente chocó su vehículo y se pegó un tiro.
Un total de 26 personas murieron en el ataque, incluido el bebé no nato de una mujer embarazada. Por el momento, 10 de los heridos permanecen en estado crítico.