Internacional
Johnson acusa a la UE de "poner una pistola en la mesa" para justificar la ruptura del Tratado de Salida
- Cree que la UE puede imponer un embargo sobre la comida de Irlanda del Norte
- Johnson pasa la primera votación de la ley que deroga partes del acuerdo del Brexit
Víctor Ventura
No habrá marcha atrás ni moderación. El primer ministro británico, Boris Johnson, acusó este lunes a la UE de negociar de mala fe, de querer romper el Reino Unido y de amenazar con un embargo de comida a Irlanda del Norte para justificar la ruptura del Tratado de Salida que firmó él mismo hace ocho meses. "La UE ha puesto un revolver en la mesa", dijo Johnson, por lo que, en su opinión, el país "crear un mecanismo de seguridad" para negociar desde una posición de fuerza. Pese a las críticas, el premier ha sacado adelante la primera de las votaciones, que supone la admisión a trámite de la ley que podría derogar partes clave del acuerdo del Brexit negociado con la UE.
En un discurso lleno de agujeros, Johnson dijo que el país está implementando los controles sanitarios requeridos por la UE, pero que esta ley, que rompe el tratado, es simplemente "una garantía" en caso de que la UE "quiera actuar de forma irracional para ganar ventaja en la negociación". Como ejemplo, se sacó de la manga la delirante posibilidad de que "Bruselas declare un embargo a los productos de alimentación dirigidos a Irlanda del Norte", tanto los europeos (sin explicar muy bien por qué iba a hacer la UE tal cosa) como los británicos que no cumplan las reglas fitosanitarias de la UE, una situación más digna de un estado de guerra que de un acuerdo comercial.
El primer ministro aseguró que el "gran" acuerdo que él mismo firmó en enero "amenaza con crear fronteras arancelarias dentro de nuestro Reino Unido y con dividir el país", algo que "ningún primer ministro ni diputado británico puede aceptar", lo que hace más extraño el hecho de que hiciera firmar a todos sus candidatos parlamentarios el compromiso de aprobarlo durante la campaña electoral.
A continuación, acusó a la UE de "negociar de mala fe" por querer aplicar las cláusulas del tratado, y pidió "reforzar a nuestros negociadores en Bruselas" aprobando esta ley. "Si llegamos a un acuerdo que evite estas amenazas, entonces no hará falta aplicar los poderes de esta ley", concluyó, en lo que claramente es un intento de amenazar a Bruselas para que renuncie a las cláusulas que ya negociaron el año pasado.
"¿Se la ha leído?"
En respuesta, el exlíder laborista Ed Miliband (entre 2010-2015) ofreció una respuesta de efecto que llegó a enmudecer al primer ministro. "Johnson nos está diciendo que su acuerdo icónico, el acuerdo que estaba listo para meter en el horno, el acuerdo con el que ganó la campaña electoral, es contradictorio y ambiguo. ¿Se lo ha leído?" Y en un golpe de efecto teatral retó a Johnson a señalar las cláusulas que permitirían a la UE declarar un embargo sobra Irlanda del Norte. "Le cedo la palabra. Dígame las cláusulas, por favor, se lo ruego. Tiene la palabra, se la cedo". Johnson se quedó en silencio en su escaño, sacudiendo la cabeza.
Miliband, que reemplazaba al líder laborista Keir Starmer, que se encuentra en cuarentena después de que uno de sus familiares resultara contagiado de Covid-19, recordó que el propio tratado con la UE permite suspender las reglas si generan "disrupciones sociales, económicas o medioambientales" en Irlanda del Norte, por lo que esta ley es innecesaria. Y acabó recordando que el propio Comité parlamentario de seguimiento de Irlanda del Norte, de mayoría 'Tory', había refrendado esta misma mañana su opinión de que la UE sí está negociando de buena fe.
"Si rompemos este acuerdo, ¿quién va a creer en nuestra palabra? ¿Cómo vamos a poder decir nada a China cuando rompe el tratado sobre el estatus de Hong Kong?", se preguntó. Y terminó apuntando a la contradicción de que el Gobierno apruebe nuevos decretos de restricciones para reuniones sociales y pide a los ciudadanos obedecerlos mientras los ministros dicen que "violar la ley de forma limitada y concreta" es aceptable. "Esta será conocida como la 'Defensa Johnson' en los juicios", concluyó.
La propuesta de ley ha sido criticada por todos los exprimeros ministros vivos, desde John Major hasta Theresa May -que se ha ausentado de la votación-, por el exministro de Hacienda de Johnson, Sajid David, por el más reciente ex fiscal general, Geoffrey Cox; por varios exministro de Justicia, y por numerosos diputados 'tories'. La primera votación, que permite seguir adelante con la tramitación parlamentaria de la norma, ha salido adelante con 340 votos a favor frente a 263 en contra. La pregunta es si los miembros del partido de Johnson le darán la espalda con suficientes abstenciones como para tumbar la ley a lo largo de la semana, cuando lleguen las votaciones definitivas, o si las miradas se pondrán en la Cámara de los Lores, donde la crisis puede llegar a niveles constitucionales a partir de la próxima semana.