Internacional

La subida de Amy Klobuchar puede dejar a Sanders en cabeza y sin un claro rival en las primarias demócratas

  • Muchos candidatos rondan el 15% necesario para obtener delegados
  • Si nadie se destaca, Sanders puede acabar sin rival, como Trump
De izquierda a derecha: Pete Buttigieg, Bernie Sanders, Joe Biden, Elizabeth Warren y Amy Klobuchar. Foto: Reuters

Víctor Ventura

Los dos primeros estados en las primarias presidenciales estadounidenses, Iowa y New Hampshire, no son donde se ganan las nominaciones, pero sí donde se pueden perder. Los candidatos que no quedan en cabeza en alguno de los dos estados acaban abandonando más pronto que tarde, y los que ganan suelen dispararse en las encuestas para el día clave, el 'Supermartes' de marzo. Y la lucha desesperada por quedar en el podio puede acabar beneficiando claramente al senador izquierdista Bernie Sanders, que parece a punto de quedarse con todo el carril izquierdo del partido para él solo mientras el centrista puede acabar con atasco muy peligroso para el resto de aspirantes.

De Iowa, donde hubo prácticamente un empate -el moderado Pete Buttigieg ganó por apenas 1.500 votos a Sanders en un recuento muy accidentado y con numerosas irregularidades- salieron reforzados los dos, aunque Buttigieg, alcalde millennial y gay de un municipio de Indiana, fue el más beneficiado. La clave es que el "carril del centro" del partido tiene a más aspirantes que el izquierdo, donde están solo Sanders y Elizabeth Warren. La victoria de Buttigieg le ayudó a destacarse sobre los demás y robarle votos a todos, hasta acercarse al veterano senador de Vermont, que ya ganó en New Hampshire en 2016 y también lideraba cómodamente este año.

Sin embargo, el debate del pasado viernes puede haberle salido muy caro a Buttigieg. En él, la senadora centrista Amy Klobuchar se lanzó a atacarle sin cuartel, con la esperanza de robarle votantes y parte de su aura de ganador. Y las encuestas indican que su estrategia puede haber tenido éxito.

El 'tracking' de la universidad de Suffolk muestra movimientos muy claros. Buttigieg se habría puesto en cabeza el jueves pasado (25% Buttigieg, 24% Sanders, 7% Klobuchar). Entonces ocurrió el debate. Y este lunes, Buttigieg ha caído 6 puntos, mientras que Klobuchar ha subido 7 (27% Sanders, 19% Buttigieg, 14% Klobuchar). Unos movimientos bruscos pero normales en unas primarias en las que hay un número enorme de indecisos y el voto es enormemente fluido hasta el último momento. Y donde la clave es estar al alza precisamente en ese último momento.

Sanders, ¿como Trump?

Pero el gran beneficiado de este gran movimiento puede ser Sanders. Un resultado muy ajustado con Buttigieg habría dejado al alcalde de Indiana como el gran rival del veterano senador, oscureciendo al resto de aspirantes. Pero si la votación deja a Sanders claramente en cabeza frente a un pelotón de moderados (Buttigieg, Klobuchar y el exvicepresidente Joe Biden, que ronda el 12%), el guion de las primarias puede trastocarse, y mucho. Especialmente si sus grandes rivales no logran superar la barrera del 15%, necesaria para obtener delegados. Y más aún sabiendo que el exalcalde de Nueva York y multimillonario Michael Bloomberg, que también circula por ese mismo carril centrista, ya estará en las papeletas en los próximos estados.

Hay un ejemplo claro de lo que puede ocurrir, y no hay más que remontarse a 2016. En las primarias republicanas, el gobernador Chris Christie se lanzó en el debate clave antes de New Hampshire contra el senador Marco Rubio, que hasta entonces parecía el mayor rival de Donald Trump. Hundido Rubio, Trump se quedó sin un rival claro que pudiera pararle los pies en el decisivo 'Supermartes' de marzo, al que llegaron media docena de aspirantes disputándose los mismos votantes. Y para cuando el texano Ted Cruz emergió como su oponente, ya era demasiado tarde. Quizá la historia vuelva a repetirse, con Sanders como beneficiado esta vez.