Corea del Norte y EEUU retoman las negociaciones sobre el desarme nuclear en Estocolmo tras el 'pinchazo' de la última cita entre Trump y Kim

Corea del Norte y EEUU retoman este sábado desde Estocolmo las negociaciones sobre el desarme nuclear norcoreano, después de un encuentro a finales de febrero que culminó con la ruptura del diálogo por parte del presidente Trump. 

Las conversaciones vienen rodeadas de un gran secretismo, indicativo del interés de ambas partes por evitar el ruido mediático y empezar a negociar verdaderos avances en el proceso iniciado con la cumbre de Singapur de junio de 2018.

En un recinto de congresos al noreste de Estocolmo se ha mantenido este viernes un encuentro preliminar para fijar agenda y otros aspectos técnicos del encuentro, que resultó "amigable y productivo", según informaron periodistas de la agencia surcoreana de noticias Yonhap en la capital sueca sin precisar las fuentes consultadas.

Una negociación rota

Las negociaciones se encontraban empantanadas desde la última cumbre entre los líderes Trump y Kim Jong-un en la capital de Vietnam el pasado mes de febrero. Pese a asegurar el presidente de EEUU que mantiene una muy buena relación con su homólogo norcoreano, el estadounidense decidió levantarse de la mesa de negociación asegurando que "no había nada bueno que firmar". Trump, no obstante, calificó entonces esta cita de "productiva", pero justificó que "a veces hay que marcharse".

El escollo principal para que el diálogo llegara a buen puerto entonces se refirió a las sanciones impuestas a Corea del Norte sobre las que Kim reclamaba una retirada efectiva. Los equipos negociadores de ambos países dieron versiones contradictorias sobre el término del desacuerdo. El ministro de Exteriores norcoreano, Ri Yong Ho, explicó que Kim había incluido entre sus propuestas el fin de los ensayos nucleares y el desmantelamiento del complejo nuclear de Yongbyon a cambio de una retirada parcial de las sanciones impuestas contra el país, y no una completa como EEUU difundió. Es decir, Pyongyang ofreció que, si Washington retirara parcialmente las sanciones, Corea del Norte desmantelaría de forma permanente toda la producción de material nuclear, incluido el plutonio y el uranio, bajo supervisión del país norteamericano.

Trump, por el contrario, mantuvo que el líder norcoreano había insistido en el levantamiento de todas las sanciones, algo en lo que Estados Unidos no podía ceder.