Internacional
Boris Johnson pierde la mayoría absoluta: un diputado se pasa a la oposición en medio de un debate
- "Su partido está infectado del virus del nacionalismo inglés", denuncia
- Aumenta la sensación de que los anti-Brexit duro pueden ganar esta noche
Víctor Ventura
Nuevo problema para el primer ministro británico, Boris Johnson. Su partido ha perdido oficialmente la mayoría absoluta después de que un diputado 'Tory', Philip Lee, abandonara su partido en medio de un discurso sobre lo ocurrido en la cumbre del G-7. Una señal ominosa para el Gobierno justo antes de una votación clave sobre el proyecto de ley para evitar una salida dura de la UE: el número de rebeldes no deja de crecer y las esperanzas de victoria de Johnson se apagan por minutos. La libra lo ha celebrado pasando de dejarse un 0,5% frente al euro a subir un 0,25%, recuperando los 1,10 euros por unidad.
Lee, uno de los rebeldes que había firmado la propuesta de ley que obligaría a Johnson a pedir y aceptar una prórroga de tres meses a la fecha de salida de la UE, decidió cambiarse de partido en medio del debate. El diputado se levantó de su bancada y se cruzó a la zona de la oposición, delante de las miradas de todos los parlamentarios, mientras Johnson estaba hablando.
Poco después, el Partido Liberal-Demócrata publicó un documento dando la bievenida a su nuevo miembro. Lee explicó que su idea de conservadurismo no puede medirse por "lo inconsciente que uno sea a la hora de querer salir de la UE de cualquier forma". "Este, que una vez fuera un gran partido, se ha convertido en una estrecha facción, infectada con las enfermedades gemelas del populismo y el nacionalismo inglés", denunció Lee en su mensaje de despedida.
Los rebeldes siguen sumando
En una durísima sesión de control imediatamente después, el resto de partidos y los disidentes 'tories' se lanzaron a degüello contra un primer ministro sobrepasado por la situación e incapaz de responder a los ataques de todos los lados. Su mayor baza era la de amenazar con expulsar del partido a todos los que votaran a favor de "la capitulación de [el líder de la oposición, Jeremy] Corbyn".
Sin embargo, la amenaza no surtió efecto: varios de sus diputados anunciaron estar dispuestos a perder su carné, entre ellos el nieto de Winston Churchill, Nicholas Soames. La lista de rebeldes no para de crecer y ya ronda la veintena, mientras que un ex diputado laborista que iba a presentar hoy mismo su dimisión y con el que no se contaba en las filas anti-Brexit duro, anunció que retrasaría su marcha.
Por la tarde, el Partido Laborista también decidió, en una reunión de su grupo Parlamentario, que no aceptaría la propuesta de Johnson de celebrar elecciones anticipadas si no tienen una garantía de que no habrá un Brexit duro, como la ley que se debate hoy. Fuentes del Gobierno advirtieron de que los laboristas parecerían "payasos" si no lo aceptan, pero las filtraciones del Partido Laborista decían que, sin garantías, preferirían dejar que "Johnson se cueza en su propio jugo", sin mayoría y con la amenaza de tener que llegar a un acuerdo del Brexit en un mes y medio o verse obligado a pedir una prórroga, algo que juró que no haría nunca.
La deserción de Lee, la quinta que sufre el Partido Conservador en los últimos dos años, significa que la coalición con los unionistas norirlandeses que sostiene su Gobierno ya solo suma 320 escaños, uno menos de la mayoría absoluta. Esto deja a Johnson en manos de un par de independientes cercanos a la derecha -uno de ellos expulsado del partido 'Tory' tras ser procesado por dos casos de violación- o de diputados díscolos de la oposición, una situación extremadamente compleja a la hora de aprobar cualquier cosa.
Aunque todo es susceptible de empeorar: si Johnson cumple su amenaza de expulsar del partido a todos los diputados que apoyen el proyecto de la alianza opositora para frenar el Brexit sin acuerdo, podría acabar este martes con entre 15 y 22 parlamentarios menos, abocado a unas elecciones que no puede convocar por sí solo o a la ingobernabilidad más absoluta. La crisis del Brexit puede haberse cobrado ya a su tercer Gobierno.