Infraestructuras y Servicios

Técnicas Reunidas recuperará el dividendo en 2026 tras devolver al Estado el préstamo de 340 millones

Imagen corporativa de Técnicas Reunidas

Javier Mesones

Técnicas Reunidas recuperará en 2026 el dividendo. El último que pagó fue en 2018. La ingeniería presidida por Juan Lladó ha anunciado que a partir de ese año remunerará a los accionistas con un 'pay out (porcentaje del beneficio que destina al dividendo)' del 30%.

La vuelta de la retribución se alinea con las previsiones de crecimiento de sus resultados operativos recogido en su nuevo plan estratégico 2024-2026, bautizado como SALTA, que la cúpula de la empresa presenta este jueves y mañana, viernes, en el Día del Inversor (Capital Markets Day) que celebra en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Únidos). El mercado ha recibido con los brazos abiertos las previsiones de la firma y las acciones de Técnicas Reunidas cerraron este jueves con un alza del 22,13%.

En concreto, Técnicas Reunidas proyecta un incremento del beneficio del 166,6%, al pasar de los 60 millones de euros que registró en 2023 a 160 millones en 2026. De este modo, un 'pay out' del 30% supondrá la distribución de 48 millones de euros. Asimismo, la multinacional española prevé subir sus ventas un 20,9%, desde los 4.135 millones del último ejercicio hasta los 5.000 millones al final del periodo estratégico. Además, sus estimaciones apuntan a una mejora del resultado de explotación (ebit) de al menos el 59,2%, superando en 2026 los 250 millones de euros, frente a los 157 millones del año pasado.

El grupo que dirigen Juan Lladó, como presidente, y Eduardo San Miguel, como consejero delegado, también aspira a rebajar sensiblemente el resultado financiero, de manera que en 2026 será de -20 millones, frente a los -53 millones de 2023.

Dentro sus proyecciones financieras, Técnicas Reunidas espera cerrar 2025 con unos recursos propios consolidados en el entorno de los 500 millones de euros, excluido el préstamo participativo de 340 millones de euros que recibió en 2022 de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi). La firma prevé repagarlo en 2026, lo que liberará su capacidad para distribuir dividendos. Para finales de 2025, también prevé que su deuda bruta se sitúe cerca de los 550 millones de euros.

Técnicas Reunidas desliza, igualmente, sus ambiciones para 2028, que discurren por consolidar la nueva unidad de servicios por encima de los 500 millones de euros de ventas, con una aportación del 30% del resultado generado por las operaciones, unas ventas totales superiores a los 5.000 millones de euros y el incremento del margen ebit hasta el entorno del 8%. Este porcentaje implica duplicar el 4% que alcanzó en 2023.

Con la puesta en marcha de SALTA, Técnicas Reunidas va a establecer un nuevo modelo de organización interna, basado en la creación de cinco unidades de negocio: Ingeniería y Servicios, Energía, Norteamérica, Europa & Resto de Mundo y Oriente Medio & Asia Pacífico (APAC). "Estas cinco unidades de negocio permitirán una mayor cercanía y relación con los clientes, una más estricta segregación y control del riesgo y una mejor retención de talento", señala la compañía en la comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La compañía espera completar la implementación de este nuevo modelo de organización durante el segundo semestre de 2024, por lo que estará en plena operación en 2025. El programa estratégico, SALTA, se sustenta en siete pilares principales. El primero busca intensificar la prestación de Servicios de ingeniería y de gestión de proyectos con la creación de una unidad de negocio específica. El segundo discurre por expandir su presencia en Norteamérica captando el potencial del mercado local con un fuerte foco en la descarbonización, todo ello apalancado en su oficina de Houston y en las relaciones que ya tiene con importantes clientes.

El tercero implica poner el foco en tecnologías de bajas emisiones, especialmente hidrógeno y sus derivados, captura y almacenamiento de carbono, combustibles sostenibles, gestión de emisiones de metano y descarbonización en otras industrias como la cementera y la siderurgia. El cuarto, enfocado en la digitalización, recoge el aumento de la eficiencia y la productividad a través de la innovación en herramientas digitales e Inteligencia Artificial. El quinto atañe al refuerzo de la licitación y la ejecución de proyectos gracias a la alianza con la china Sinopec y a futuras alianzas.

El sexto apunta a desarrollar programas internos que refuercen la retención del personal más cualificado y planificar su crecimiento de una forma más personalizada, potenciando la retención de talento. Y el séptimo es la reorganización del modelo de gestión con la intensificación de la presencia local de la ingeniería en cada una de las unidades geográficas de ejecución definidas.