Infraestructuras y Servicios

DAM, que opera 200 depuradoras, busca vender activos para evitar la quiebra

  • Negocia la reestructuración con los acreedores ante la falta de liquidez
  • La ruptura de su alianza con SAV ha influido en sus problemas financieros
  • Contabilizó la venta de su negocio de residuos por 13 millones, que no se materializó
Una de las plantas que gestiona DAM en Italia.

Ángel C. Álvarez
Valencia,

La firma valenciana Depuración de Aguas del Mediterráneo (DAM), uno de los principales grupos independientes en la gestión y mantenimiento de estaciones depuradoras de España, atraviesa una delicada situación financiera. La empresa, que ha llegado a trabajar en más de 200 estaciones de tratamiento de aguas en España, Italia y Colombia, se encuentra en pleno proceso de negociación con sus acreedores y sus planes pasan por lograr vender activos para evitar la quiebra de la compañía.

DAM ha presentado voluntariamente un procedimiento de reestructuración financiera ante el Juzgado Mercantil número 5 de Valencia, "debido a su actual falta de liquidez", según han confirmado desde la propia empresa. La compañía explica que "está en proceso de realizar una serie de desinversiones con el fin de obtener liquidez y hacer frente a los pagos pendientes". Una medida que "debido a su elevado valor" permitiría a la empresa "cubrir el 100% de sus deudas", según asegura.

Unas dificultades financieras que desde DAM achacan a la combinación de varios factores, fundamentalmente los fuertes incrementos de costes de las estaciones de depuración de aguas en los últimos tres años, ligados a la energía, las materias primas y los gastos de personal.

La empresa valenciana ha reducido notablemente su tamaño desde 2020, en que sus ventas se situaron en cerca de 77 millones de euros, frente a los 45,7 millones de 2022. El grupo, con filiales y participadas en Aragón, Cantabria, Galicia y Asturias, además de Italia y Colombia, cuenta con cerca de un millar de trabajadores en plantilla, aunque la mayoría de ellos lo hacen a través de las uniones temporales en las que participa y que son las adjudicatarias de los contratos y concesiones de las estaciones de depuración y tratamiento de distintas administraciones públicas.

Ruptura y litigios con SAV

Precisamente uno de los puntos de inflexión en su actividad fue el final de su alianza con el grupo Agricultores de la Vega Baja (SAV), uno de los contratistas históricos de la limpieza y gestión de residuos de Valencia capital que sumó a DAM como socio tecnológico para diversificar en el sector de los servicios de agua. En 2021 ese largo matrimonio se rompió con un polémico reparto de las uniones temporales que mantenían, principalmente en la Comunidad Valenciana, y que aún colea en los tribunales, donde DAM también llevó a sus antiguos gestores. Una separación que se produjo tras "diferencias en la facturación y discrepancias en los costos" que provocaron "tensiones en la relación comercial", según la empresa de depuración de agua.

La deuda financiera de DAM se sitúa en cerca de 23 millones de euros según las cuentas 2022 de la sociedad, aunque el volumen total es mayor si se incluye la sociedad matriz Gofes, que pertenece al propietario de la firma, Juan Manuel Godoy, y que también incluye la ingeniería Consomar.

Precedente fallido

Precisamente las cuentas de 2022 revelan que su intento de desinvertir para lograr fondos no es nuevo. Así, justo el 31 de diciembre de ese año procedió a la venta del negocio de tratamiento de residuos, que fundamentalmente incluye la planta de valorización de residuos La Vintena en Carcaixent (Valencia), que trata lodos de depuradora y otros residuos orgánicos; y Sologas, una instalación de compostaje y biogás en Galicia. Un traspaso fijado en 13,2 millones de euros, que aseguraba que podría incrementarse si entraba un "inversor" en el comprador, cuya identidad no desvela. Sin embargo, casi año y medio después, la empresa reconoce que la operación aún no se ha materializado, aunque se mantienen "optimistas respecto a la realización de esta venta".

Esa desinversión fallida permitió a la empresa contabilizar en las cuentas de 2022 un beneficio de 9,36 millones de euros, con el que compensó las pérdidas de explotación de 5,7 millones de ese año y cerró el ejercicio en positivo. DAM también posee Restitubo, firma especializada en prospecciones y tuberías.

Nóminas pendientes

Los problemas financieros de la firma de tratamiento de aguas ya están afectando tanto a proveedores como a la propia plantilla de DAM, que no ha cobrado las nóminas de los dos últimos meses según han confirmado a elEconomista.es desde fuentes sindicales. De hecho, los trabajadores de su sede central ya han empezado a realizar protestas en la puerta de la propia DAM en el Parque Tecnológico de Paterna para reclamar los pagos.