La guerra entre la hija de Terelu Campos y el conde italiano parece no tener fin. La animadversión entre ellos es más que evidente y sus intercambios de palabras cada vez más ácidos. Este lunes, Alejandra Rubio y Alessandro Lequio se han enfrentado de nuevo: él afirma que Carlo Costanzia pactó con un fotógrafo las imágenes románticas en Formentera a espaldas de su novia; ella lo desmiente y hasta se ríe. Una actitud que no le ha gustado nada a su compañero: "Parece que la fe es selectiva, las informaciones de mis compañeros son respetadas y las mías analizadas y cuestionadas", se quejaba el ex de Ana Obregón. "Tú eres el único que dice tener la razón, está claro que el problema lo tienes tú", sentenciaba Alejandra.
Lequio afirma que su fuente es muy solvente y que el desmentido de Sandra Aladro, responsable de la agencia que compró dichas imágenes (y que asegura que son fruto de la pericia del paparazzi), carece de todo valor, así como las propias palabras de los protagonistas: "El personaje tiene todo el derecho del mundo a mentir, faltaría más. El fotógrafo o la agencia tienen la obligación de mentir y es la fuente menos solvente de todas".
La hija de Terelu Campos lo dejó claro el pasado viernes: "En casa lo hablamos todo, no se hace nada a las espaldas". Aunque hace unos días admitió que dudó de Carlo y sus chanchullos con la prensa al principio de su relación, asegura que ahora la confianza es plena y que las apariciones de ambos en los medios de comunicación son previamente acordadas: "Lo consultamos y ese dinero va a parar al núcleo familiar", aseguró.
También hizo frente a las informaciones del propio fotógrafo que los captó en Formentera y que afirmó que su actitud era fría y distante: "Es lo más fuerte que he visto en mucho tiempo. Este señor, que debía estar un poco enfadadillo porque no nos pudo pillar todos los días, tiene que hacer algo para dar qué hablar", dijo Alejandra. "No daría explicaciones porque me da igual y yo sé lo que hay con mi pareja, pero os lo cuento. Ese día teníamos reservado un restaurante de pasta y estaba cerrado, por lo que nos mandaron a otro de la misma cadena que estaba cerca. La carta no nos gustó y estábamos los dos con el móvil y sin cobertura para ver si encontrábamos otro. Solamente estuvimos 45 minutos", dijo. Además, aseguró que entre ellos "pasó algo muy especial que me guardo para mí".