A sus 34 años, Melody Ruiz Gutiérrez se encuentra en uno de los momentos más trascendentales de su carrera y de su vida. La artista sevillana, conocida desde la infancia por ser la voz de El baile del gorila, representa este sábado 17 de mayo a España en el Festival de Eurovisión 2025 con el tema Esa diva, tras ganar el Benidorm Fest. No es solo un reto profesional; es la culminación de más de dos décadas de esfuerzo, reinvención y resiliencia, tanto dentro como fuera del escenario.

Nacida en Dos Hermanas (Sevilla) el 12 de octubre de 1990, Melody creció en un entorno artístico. Su padre, Lorenzo Ruiz, era miembro del grupo Los Kiyos, y su madre, Ana Gutiérrez, le inculcó valores que aún defiende con firmeza: la disciplina, el respeto y la humildad. Su hermano, Eleazar, también se ha movido en el mundo del espectáculo como bailarín y estilista. Melody no solo cantaba desde pequeña: bailaba, componía y diseñaba coreografías para las actuaciones del grupo de su padre. Se formó en canto, guitarra y piano, y con solo nueve años logró captar la atención del mítico El Fary, quien no dudó en convertirse en su mentor. Fue él quien le abrió las puertas de la industria y quien apostó por su primer disco. El sencillo El baile del gorila la catapultó a la fama en 2001. La canción se convirtió en un fenómeno global, sonando en radios y televisiones de toda Hispanoamérica y Europa. Su primer álbum, De pata negra, vendió cientos de miles de copias y la posicionó como una estrella precoz. Desde entonces, ha lanzado seis discos, ha recorrido el mundo con sus giras y ha colaborado con artistas de renombre.

Una impresionante capacidad para reinventarse

Pero lejos de conformarse con el éxito temprano, Melody ha demostrado una impresionante capacidad para reinventarse. En 2009 rozó el sueño eurovisivo con Amante de la luna, quedando segunda en la preselección. Aunque no logró representar a España en aquella ocasión, su regreso en 2025 ha sido imponente, venciendo en el Benidorm Fest con una propuesta potente, personal y arriesgada. Esa diva es más que una canción; es una declaración de principios, una reivindicación de identidad. Sin embargo, no todo ha sido música en la vida de Melody. Su historia personal también ha sido una montaña rusa, aunque siempre bajo un estricto control mediático. Pese a vivir bajo los focos desde niña, ha conseguido mantener su intimidad a salvo. "He elegido cantar, pero los míos no han elegido esta vida. Por eso, los cuido y los protejo", explicaba recientemente en una entrevista. Una de las mayores sorpresas llegó en diciembre de 2023, cuando anunció que estaba embarazada. Hasta ese momento, muy pocos sabían siquiera que tenía una relación estable. Su compañero de vida es Ignacio Batallán, un argentino de 39 años, exjugador de voleibol profesional y actual entrenador personal y empresario. Se conocieron en 2021 en el gimnasio Trainme Studio de Fuengirola, propiedad de él. Desde entonces, se han vuelto inseparables, aunque Ignacio ha preferido mantenerse en un segundo plano.

El nacimiento de su hijo, Cairo, el 15 de febrero de 2024, supuso una transformación profunda para la artista. "La maternidad te cambia. Ahora canto con más pasión, con más ilusión. Es un amor que no se puede describir con palabras", ha confesado emocionada en más de una ocasión. La familia vive en un chalet de dos plantas en Málaga, donde disfrutan de la tranquilidad y privacidad que Melody ha perseguido durante años.

A nivel económico, la cantante ha sabido diversificar sus ingresos. Además de sus discos, ha trabajado como actriz, presentadora, modelo y productora. Desde 2014, todos sus trabajos discográficos se editan bajo su propio sello, Rumbera Records. Ha participado en series como Cuéntame o Arde Madrid, películas como Ahora o nunca, e incluso ha sido jurado de concursos como Pequeños gigantes o A tu vera. También ha desfilado en pasarelas de alta costura y ha sido imagen de marcas internacionales como Dior, Versace o Chanel.

Su carrera televisiva vivió un renacer con Tu cara me suena, donde se ganó al público por su versatilidad y carisma. En 2013 quedó finalista y en 2024 volvió como parte de la edición All Stars. Melody ha demostrado que no solo canta: imita, actúa, baila y emociona. Es una artista completa. Aunque hoy el destino la lleva a representar a España en Eurovisión, la sevillana no olvida los altibajos del camino. En 2021 terminó una relación sentimental con el actor venezolano Gabriel Coronel. "He vivido cosas muy duras, perdí a familiares y tuve que replantearme muchas cosas. Ahora solo quiero gente que sume me aporte luz", reveló entonces en una entrevista con Toñi Moreno.

Esa determinación es la que la ha traído hasta aquí. A punto de subirse al escenario de Basilea, Melody no solo representa a un país; representa la fuerza de una mujer que nunca ha dejado de luchar por sus sueños. Detrás de los brillos, del maquillaje y de las luces de Eurovisión, hay una artista que sigue siendo fiel a sus raíces. Una mujer que nunca olvidó a la niña que un día bailaba por rumbas en el salón de su casa.

Con más de 20 años de trayectoria, millones de discos vendidos y una vida dedicada al arte, Melody se prepara para dar uno de los pasos más importantes de su carrera. A su lado, dos pilares fundamentales: su hijo y su compañero, quienes la acompañan en este viaje cargado de emoción, esfuerzo y esperanza. En Basilea no solo se juega un puesto en la final. Melody defiende su lugar en la historia de la música española. La niña que puso a bailar al mundo con un gorila ha crecido. Y hoy, con más fuerza que nunca, canta al mundo que Esa diva no es otra que ella misma.

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