Miguel Bosé es uno de los artistas españoles con mayor presencia internacional y no solo por su dilatada carrera. A lo largo de su vida el cantante ha lanzado dos libros para hablar de su biografía y los secretos que se ocultan tras las letras de sus canciones. Además, se pudieron ver detalles de su vida en su serie documental Bosé Renacido, donde aporta datos de su infancia y de cómo era la vida en la familia Dominguín-Bosé en el chalet de Somosaguas. Es precisamente este lugar el que hizo al cantante más feliz.
En unas publicaciones compartidas en su perfil de Instagram Miguel Bosé pone en el foco la Villa Paz, un rincón entre Saelices y Segóbriga (Cuenca): "Aquí os dejo paisajes y lugares de la casa y del campo en el que crecí y pasé los mejores y más felices momentos de mi infancia, de mi vida", añadía a unas fotografías en las que se veían los rincones de la finca que adquirió su padre el torero Luis Miguel Dominguín en 1951 por casi tres millones de pesetas.
El lugar recibió su nombre porque perteneció a la Infanta Paz de Borbón, pero terminó siendo propiedad del diestro, que además construyó una plaza de tientas y fundó su propia ganadería.
Rápidamente consiguió gran popularidad y las fiestas de la élite de la época acudían a las fiestas que celebraba en la villa.
Ya se pudo ver algo del interior en el documental de Bosé, pero en esta publicación en su perfil de Instagram hace un último recorrido por su campo con las cosechas, la capilla y los infinitos cuartos y pasillos de la villa. Precisamente en este lugar se casaron los padres del cantante el 16 de octubre de 1955, tras una primera boda en Las Vegas. Lucía Bosé contó en el programa de Bertín Osborne que ni ella ni Luis Miguel querían casarse por la iglesia, pero "Carmen Polo nos obligó a casarnos por la Iglesia. Luis Miguel pidió al obispo de Cuenca que nos casara para que pudiéramos ir de caza con ellos, porque no quería que yo fuera sin haberme casado", explicó.
No sería la única ceremonia, ya que no pasó ni un año y ya se encontraban bautizando al pequeño Miguel con Luchino Visconti como padrino.
El chalet es de características diáfanas y tiene una distribución de dos plantas que ocupan 1000 m2 e incluyen 4 habitaciones en la planta superior y un gran salón de 500 m2 en la planta baja, además de un estudio de grabación, comedor, cuarto de lavandería, sala de juegos, taller de cerámica, sauna y gimnasio.
En total la finca dispone de 10.000 m2 en los que se pueden encontrar varios jardines, una piscina y hasta un gallinero. Este fue su domicilio familiar hasta que se desplazó a Panamá, ahora está en México, por lo que en 2011 llevó a cabo una reforma considerable para modernizar todo el chalet para convertirlo en un hogar de diseño en el que convivir con su pareja, Nacho Palau.
Durante un tiempo estuvo deshabitada y llegó a plantearse alquilarla al presentador Jorge Javier, pero finalmente fue el futbolista francés Tibauth Courtois quien compró la finca por 6.000.000€. Además de esta residencia, Miguel Bosé mantiene un piso en el centro de Madrid, un ático próximo a Gran Vía.
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