Televisión

La protagonista de 'The White Lotus' Aimee Lou Wood dice que de niña le diagnosticaron TDAH y autismo

Una de las protagonistas de The White Lotus, Aimee Lou Wood

Aimee Lou Wood ha hablado sobre su diagnóstico de TDAH y sus luchas personales: "Fue la neurodivergencia la que me impedía vivir", desvelaba en una entrevista a pocas horas del final de la tercera temporada de The White Lotus, la serie que protagoniza en Max.

Aimee Lou Wood, conocida también por su papel en Sex Education, ha abierto su corazón en una entrevista, revelando su diagnóstico de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) con características autistas. La actriz de 31 años, quien ha alcanzado fama mundial gracias a estas producciones, compartió detalles sobre las dificultades que padeció durante su infancia, incluyendo una timidez y un trastorno alimentario que afectaron profundamente su desarrollo personal.

En una entrevista con The Sunday Times, Aimee confiesa que, desde muy pequeña, sufrió de ansiedad social extrema que la llevó a estar "casi muda". "No podía sentarme a comer con mi familia. Mi madre tenía que dejar la comida por la casa y yo picaba de ella en diferentes momentos del día", recordó. En ese entonces, no entendía por qué tareas simples como comer en grupo o interactuar con los demás resultaban tan difíciles para ella. "Ahora sé que se trataba de neurodivergencia", admitió la actriz.

Aimee relató que tras años de lucha interna, decidió someterse a una evaluación que terminó con un diagnóstico de TDAH con rasgos autistas. Sin embargo, la recomendación médica fue que se realizara una evaluación para el autismo, ya que se piensa que podría ser esta condición la que predomina, y el TDAH sería casi un subproducto de la "máscara" que desarrolló para adaptarse a su entorno social.

Durante la charla, también abordó cómo su ascenso a la fama con Sex Education afectó su relación con su cuerpo y su identidad. Aimee mencionó que su inseguridad la llevó a "desexualizarse" al principio de su carrera, optando por vestirse de manera menos llamativa y glamour. "Comencé a sentirme incómoda con la atención que recibía por mi apariencia. Fue como un proceso de restarme de lo que la gente esperaba de mí", explicó.

En cuanto a su infancia, la actriz ha sido abierta sobre su "turbulento" crecimiento. Su padre luchaba contra la adicción al alcohol y las drogas, lo que lo llevó a ausentarse de la casa familiar durante días, e incluso semanas, sin previo aviso. Aimee recordó que su padre, conocido por su ego y su vida de fiesta, solía desaparecer para asistir a eventos internacionales, como la Copa del Mundo en Corea, sin decirle a nadie a dónde iba. A pesar de estos desafíos familiares, Aimee encontró una salida al ingresar a una escuela secundaria privada, donde su padrastro financió sus estudios y la apoyó para desarrollar su pasión por la actuación. No obstante, se sintió fuera de lugar debido a su acento de Stockport, que la hacía blanco de burlas por parte de sus compañeros más "posh" (pijos). A pesar de estas dificultades, Aimee perseveró y encontró su camino en la actuación.

La actriz también compartió en entrevistas anteriores su lucha con la dismorfia corporal y la bulimia durante su formación en la academia RADA, lo que fue detectado por el personal, quien intervino de manera "dura pero necesaria". Gracias a la terapia, Aimee pudo superar muchas de estas inseguridades, redirigiendo su energía hacia la sanación personal. Hoy en día, Aimee mantiene una relación más sana con su padre, quien está limpio y sobrio. Sobre este proceso de sanación, la actriz reflexionó: "Es difícil con los adictos; pasas toda tu vida felicitándolos por estar sobrios, pero ¿qué pasa con los que se quedan atrás?".

¿Qué es el TDAH?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición conductual caracterizada por la falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Aproximadamente el 5% de los niños en los Estados Unidos lo padecen. En el Reino Unido, alrededor del 3.6% de los niños y el 0.85% de las niñas sufren de TDAH. Los síntomas suelen aparecer a una edad temprana y se hacen más evidentes a medida que el niño crece. Estos también pueden incluir:

Movimientos constantes

Baja concentración

Movimiento o habla excesivos

Actuar sin pensar

Incapacidad para manejar el estrés

Poco o nulo sentido del peligro

Errores por descuido

Cambios de humor

Olvidos frecuentes

Dificultad para organizar tareas

Comenzar tareas nuevas sin terminar las anteriores

Incapacidad para escuchar o seguir instrucciones

La mayoría de los casos se diagnostican entre los 6 y 12 años. También puede afectar a los adultos, aunque la investigación en este ámbito es más limitada. La causa exacta del TDAH no está clara, pero se cree que involucra mutaciones genéticas que afectan la función y la estructura cerebral de la persona. Los bebés prematuros y aquellos con epilepsia o daño cerebral tienen un mayor riesgo. Además, el TDAH está relacionado con la ansiedad, la depresión, el insomnio, el síndrome de Tourette y la epilepsia. Se recomienda generalmente una combinación de medicación y terapia para aliviar los síntomas y facilitar la vida cotidiana. Pero no existe cura.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBeloudBluesky