Ana Rosa Quintana o Carlos Franganillo también se han visto afectados por la terrible dinámica que arrastra la cadena. El mínimo histórico de audiencia que sufre Telecinco, la constante pérdida de volumen de negocio de Mediaset y la decisión de los Berlusconi de intentar mantener beneficios a costa de acometer recortes tienen repercusión en el valor de mercado de las estrellas del grupo que menos se habían contaminado durante la anterior etapa, cuando el corazón más agresivo y salvaje invadió la parrilla.

Es el caso de Ana Rosa Quintana, que retorna a partir del próximo lunes a las mañanas para liderar. La comunicadora, que cumplió 69 espléndidos años el pasado 12 de enero, abandona las tardes después de 16 meses peleando por el flanco vespertino con TardeAR. Lo que para el consejero delegado y máximo ejecutivo del gigante audiovisual en España, Alessandro Salem, es una rectificación en toda regla, por no decir una bajada de pantalones, es la primera decisión notable que conocemos del sucesor de Manolo Villanueva como número 2 de Mediaset, Alberto Carullo. El italiano plantea con esta decisión un verdadero jaque a la reina, marcando territorio y mostrado que llega con plenos poderes para arreglar el desaguisado, y que no hay nadie, ni Ana Rosa, por encima de sus decisiones. Suponemos que con la excepción de Salem, claro. Para Ana Rosa, acatar esta decisión puede ser hacerle un favor. pero ahora tiene que recuperar su trono, un reto que no es sencillo. Ya hablaremos de lo que pasará por las tardes.

También se está dejando pelos en la gatera Carlos Franganillo, que el 15 de enero de 2024 se estrenó como flamante fichaje del canal. Con su incorporación, Mediaset, escogido por el propio Pedro Piqueras para sucederle tras su jubilación, pretendía renovar los Informativos de Telecinco, ahora hundidos a mínimos pese a las aplaudidas labores del ex de RTVE por culpa entre otras razones de la guerra de Broncano y Pablo Motos, que le ha pillado en medio, y porque el asturiano ocupa la misma franja ideológica de insípida imparcialidad que su compañera de TVE, Marta Carazo, frente al informativo antigubernamental de Vicente Vallés, armado con su entretenido y eficaz antisanchismo, con el infalible Pasapalabra y arropado con una cadena que va como un tiro y lleva muchos años tomándose en serio los Informativos pese a lo cabreado que está Pedro Sánchez con .

Christian Gálvez, tocado y hundido

Christian Gálvez no se ha repuesto de la pérdida de Pasapalabra por parte de Mediaset España, que retuvo al presentador ofreciéndole ascender a productor de confianza del grupo. Pero la factoría Fénix Media Audiovisual no ha besado las mieles del éxito con concursos como Alta tensión o 25 palabras, y se ha conformado como inesperado productor de Socialité, que no tiene la fuerza de antaño. Gálvez encadena varios patinazos como presentador y acaba de anunciar que se desliga de Fénix Media Audiovisual para liderar otra productora que a priori no tiene vinculación ninguna con Mediaset España, 47 Ronin. "Tras años maravillosos trabajando en la producción con Fénix Media Audiovisual, he decidido emprender un nuevo camino profesional. Este cambio marca el inicio de una etapa emocionante en mi carrera, llena de retos e ilusiones renovadas", ha escrito. "Quiero aprovechar para agradecer, de corazón, a todo el equipo de Fénix por su profesionalidad, creatividad y, sobre todo, por tantos momentos inolvidables que hemos compartido juntos en esta aventura", continúa. El cambio se produce únicamente como presentador, añade, "así que mi vinculación con Mediaset, que tan generosamente sigue confiando en mí para aquellos proyectos que considere oportunos, goza de buenísima salud". "Estoy muy ilusionado con lo que está por venir, y confío en que esta nueva etapa vinculada a la producción estará marcada por el entusiasmo, la creatividad, la colaboración y la pasión", añade.

Dolido por las críticas ligadas a su vida privada

No solo la crisis de Telecinco afecta a la imagen de Gálvez, que es consciente que ha sido dibujado como el malo de la película tras romper con Almudena Cid y ennoviarse con Patricia Pardo. "En este caso, mi propósito en la vida era ser padre. No pude ser padre y yo quería ser padre. Y, sobre todo, más fuertemente después de la pandemia", ha explicado en el podcast Vaya Vaina. "Llega un momento en el que se acaba el amor y decides acabar con ello. A pesar de ser conocedor de todo lo que ello conlleva desde el punto de vista público y empezar una nueva vida (. . .) Yo me enamoré y la gente que le empieza a poner matemáticas al amor, entiendo que no se ha desenamorado y se ha enamorado en la puta vida. Mi mujer no tuvo la culpa absolutamente de nada", asegura. Sobre el dolor que le produjo dejar Pasapalabra, recuerda. "Era un momento muy complicado. No había pasado nunca que se cancelara un programa por una orden judicial. El equipo no estaba preparado y no nos dio tiempo a dar las gracias a la gente por esos trece años. No pudimos. El último programa estaba grabado", dice.

¿Y Jesús Vázquez?

Jesús Vázquez liderará la nueva etapa del ambicioso Guinness World Records que estrenará Telecinco en 2025 y podría volver a presentar el talent show Bailando con las estrellas, que ha sido uno de los escasos estrenos de los 3 últimos años que se ha salvado de la quema. En los últimos años el gallego también se ha visto afectado por la incapacidad de Mediaset para adaptarse a otros tonos. El fracaso de varios programas presentados por Jesús Vázquez (Me lo dices o me lo cantas, Factor X, Me quedo contigo, Top Star: ¿Cuánto vale tu voz?, First Dates Café, Para toda la vida: The Bachelorette o Desnudos por la vida) son ejemplos de ello.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBeloudBluesky