Anne Igartiburu (Elorrio, Vizcaya; 18 de febrero de 1969) no ha pasado el mejor año de su vida. Aunque ha vivido buenos momentos tanto en lo profesional como en lo personal, una pérdida le hará recordar este 2024 que ahora despedimos.
Lleva más de veinte años mostrando la mejor de sus sonrisas en televisión y eso es lo que ha hecho también en las últimas semanas, aunque sólo ella y sus más íntimos conocían que la procesión iba por dentro. Ha muerto su padre, José Manuel Igartiburu. Un duro golpe que deja a la presentadora vasca huérfana, ya que su madre, Lourdes, falleció hace ya 38 años dejando a Anne, su padre y su hermano Urko sumidos en la mayor de las tristeza. El patriarca es ahora el que se ha ido, prácticamente sin hacer ruido pero acompañado de sus seres queridos, sus hijos y sus nietos, a los que adoraba; Noah, de 24 años, Carmen, de 14 y el pequeño Nicolás, de 9.
Anne ha preferido mantener su dolor en silencio aunque ha pasado unos días en su pueblo, Elorrio, Vizcaya, quizás para sentirse más cerca de su progenitor. Sólo unos días antes acudía a recoger la Antena de Oro a su trayectoria y allí hablaba de sus padres haciéndoles un tierno homenaje: "Yo soy hija de una maestra de escuela y de un señor muy anarco que no nos dejaba ver la tele, la escondía en un armario. Yo me iba a casa de mi abuela a ver algunos programas", dijo recordando aquellos momentos de su infancia.
Hace bien poco también quiso hablar de él en sus redes sociales. Junto a una bonita imagen de los dos, en su tierra, escribió: "Caminar a tu lado. Sé que cada vez lo hacemos menos. Y que cada paso es uno más para darle importancia al instante. Le digo a mis ganas que aún quedan paseos, charlas y silencios. Al fondo nuestros montes. Nuestro camino. Me has dejado andar el mío, en la distancia, sin agobiar, creando un puente perceptible y a la vez muy laxo. En el que nos hemos acercado cuando lo hemos necesitado. Me gusta lo que ha quedado en mí y lo que sigue emergiendo de tus enseñanzas. Los libros, la música, la poesía, el arte, el deporte, la actitud, el arranque, el criterio, el ir a contracorriente y cuestionarlo todo. Las risas y los silencios. Salir a correr, subir una montaña, leer un ensayo o escuchar a Bach y Paco Ibañez o Laboa. Todo, todo, todo aporta. Viajar en bici e interpretar artículos del periódico, recortar noticias y buscar soluciones a un plano en alzada. Visitar lugares, dormir al raso y compartir un bocata al llegar arriba del monte. Todo, todo aporta y nada cae en saco roto. Tu gestión del duelo y tu tirar "palante". Pues eso, vamos adelante".
Anne se refería al duelo de su madre, Lourdes. Su desaparición fue repentina y marcó la vida de la presentadora, que apenas tenía 16 años, y de toda su familia para siempre. No tuvieron tiempo de despedirse. Era profesora en un colegio infantil y voluntaria en un grupo de rescate de montaña. "Se estrelló el helicóptero… Te queda la satisfacción de saber que estaba haciendo algo importante para los demás, pero costó levantar cabeza…", le confesó Anne a Bertín Osborne en Tu casa o la mía. "Falta la madre y se resquebraja el eje de cualquier familia y cada uno sale como puede adelante. De mi padre tengo recuerdos de profunda soledad porque eran compañeros y yo, entre comillas, tuve que ocupar el puesto de mi madre", contó. Anne acababa de marchase a Estados Unidos a estudiar , becada como atleta profesional, y regresó lo antes posible pero ya ahí cambió su vida.

Tras estudiar Gestión empresarial decidió matricularse en Arte Dramático en la Universidad del País Vasco y después dio el salto a la tele. En lleva lleva más de treinta años y muchos de ellos en Televisión Española. Sin embargo, desde hace un tiempo su estabilidad profesional está afectada. Según cuentan a Informalia, Anne no es de la cuerda de José Pablo López, nuevo presidente de RTVE y ya se lo ha demostrado. Desde que él llegó y ahora a la presidencia, no ha vuelto a presentar las campanadas y este año se las ha dado a Broncano y a Lalachús. Tampoco ha iniciado nuevos proyectos en la casa, salvo Baila como puedas, que no gozó del agrado del público.
