Dabiz Muñoz dice que Diverxo es "el peor restaurante del mundo" y le pone fecha de caducidad

El Mejor Chef del Mundo por tres años consecutivos presenta estos días su documental, UniverXo Dabiz (Netflix), un retrato íntimo sobre el artista culinario y su proyecto más ambicioso, Diverxo. A sus 44 años, el marido de Cristina Pedroche desvela su lado más 'oscuro': obsesivo, perfeccionista, sufridor... Un lado que trata de mejorar con ayuda de su psicóloga, con la que hace terapia desde hace tiempo, y que le llevan a decir cosas como esta: "Mi restaurante es el peor del mundo". Menos mal que luego lo explica: "Mi equipo es el mejor pero yo no disfruto, lo paso fatal porque veo muchos fallos en la ejecución, en la presentación... Cuando como allí, sufro como un perro".

Dabiz Muñoz ha repasado su meteórica carrera, que comenzó con 27 años: "El primer año dormía en un colchón hinchable en el sótano, hasta que vino mi madre y me lo pinchó", ha desvelado entre risas. "Marca mi agenda profesional y también mi vida personal. Mantener esto durante 18 años es muy difícil, es muy agresivo con mi vida y tengo una dicotomía en la que me planteo si quiero seguir o no con Diverxo, pero no tengo respuesta". El chef asegura que el ritmo de su vida es muy exigente y no podrá soportarlo mucho tiempo más: "Me doy 10 años más, después seguiré viajando, probando cosas, experimentando... pero no será Diverxo, será un proyecto nuevo". Muñoz ha confesado: "Han sido casi dos décadas arrolladoras, le he dado mi vida a Diverxo y mi concepto del éxito ha cambiado mucho. Algún día dejará de existir, pero hasta entonces tiene que ser lo puto mejor. Cuando deje de serlo, no lo quiero".

Dabiz ha remarcado la importancia de la salud mental: "Mi familia es mi prioridad y en cuanto al resto de mi agenda, ni mi terapia ni mi deporte me pueden faltar. La terapia me ha enseñado mucho a conocerme, a decir cosas que no sabía que tenía escondidas, a gestionar mis obsesiones... Yo soy una persona muy obsesiva y a veces es mi motor pero también mi lastre y si no lo manejas bien se convierte en un tormento y una pesadilla. Mi psicóloga me ha enseñado mucho a entenderme y comprenderme". Y continúa: "Yo nunca había sido consciente de que era tan obsesivo, no había recapacitado sobre esto, creía que era un tarado que me daba por cosas, los maratones, el pádel... Ahora soy profesional de pádel". Y entre risas, ha desvelado: "A Joselu Mato lo fundo".