La nostalgia y el carisma han inundado el plató de Fiesta al son de Mi Vida Eres Tú con la llegada de Carlos Mata, el icónico galán de la telenovela Cristal, que marcó un antes y un después a finales de los años 80. Desde el primer momento, su presencia ha desatado un entusiasmo palpable entre el equipo del programa y la audiencia, quienes han recordado al venezolano no solo por su papel estelar en la legendaria telenovela, sino también por su carrera como cantante y su inconfundible magnetismo.
"Es un placer tenerte con nosotros", le decía Emma García al darle la bienvenida, aunque no sin notar el caos que ha generado su entrada: "Carlos Mata ha intentado llegar al plató, pero todo el mundo lo ha abordado por el camino". Entre risas, Mata confesó que el fenómeno de Cristal fue tan grande que hasta paralizó países enteros. Un curioso dato: durante la tercera investidura de Felipe González, en 1989, los plenos del Congreso se retrasaban porque los diputados estaban enganchados a la telenovela.
El arte detrás del galán
La entrevista reveló el lado más auténtico de Carlos Mata, un hombre que llegó al mundo de la actuación casi por casualidad. Con su característico humor, narró cómo, siendo un tímido estudiante de arquitectura, un director lo descubrió mientras acompañaba a un amigo a una audición. "Me temblaba todo, no sé qué hice, pero el tipo se reía. Me dijo: 'Esto es terrible, pero llevas esto por dentro'". Así comenzó un camino que lo llevó de las tablas del teatro a la televisión, donde su vida cambió para siempre.
Mata también desveló su relación ambivalente con las telenovelas. "Yo era de teatro. Me decían 'culebrón' y yo decía que no. Pero estaba endeudado por los estudios y terminé aceptando". Lo que empezó como una necesidad terminó convirtiéndose en su pasaporte a la fama internacional.
"Mi vida eres tú" y otros mitos
Emma García aprovechó la ocasión para preguntarle por la icónica canción Mi vida eres tú, que muchos asocian directamente con él. Con su característico encanto, Mata aclaró que, aunque todos creían que era su voz la que sonaba, él nunca la interpretó. "La gente piensa que es mía, pero no lo es. Alguna vez la canté en otra tonalidad para un programa, pero es que no me la sé del todo".
Este detalle no opaca el impacto cultural de Cristal, que marcó una era dorada para las telenovelas y convirtió a Carlos Mata en un rostro querido en países de todo el mundo. Su popularidad cruzó fronteras y generaciones, siendo recordado incluso por quienes no vivieron directamente aquel fenómeno televisivo.
Un conquistador en el plató
El tono de la conversación fue ligero y lleno de complicidad, especialmente cuando Mata lanzó piropos a la presentadora: "Cuando me pincharon la cámara y te vi, pensé: 'Qué guapa'", confesó, arrancando risas y sonrojos a Emma García, quien no pudo evitar llamarlo "un conquistador".
Aunque la entrevista tuvo que concluir por falta de tiempo, Emma no dudó en invitarlo nuevamente al programa para una charla más extensa. Mata, con su encanto natural, respondió con una sonrisa: "Claro que sí, te espero otro día".
Con su visita, Carlos Mata dejó claro que sigue siendo el galán eterno, capaz de conquistar tanto con su historia como con su inagotable carisma. Una presencia que, como en los días de Cristal, sigue dejando huella.
