Álvaro Gamboa se convirtió hace unos meses en el concursante más popular de Cifras y letras. Con tan solo 19 años, este estudiante de Matemáticas se hizo muy viral por su extraordinaria capacidad para resolver los retos de este concurso mítico de la televisión que a comienzos de año regresó a la parrilla de La 2.
Gamboa fue eliminado, pero acaba de volver al programa y el efecto de su presencia ya comienza a repercutir en la audiencia de un espacio que está doblando los datos de la segunda cadena de la emisora pública.
Este jueves, Cifras y letras batió su récord de share y espectadores, con 687.000 espectadores de media y un 5,3% de cuota. La 2 registra un 2,8% en la media del día. Lo curioso es que el formato que presenta Aitor Albizua compite en una franja muy complicada, entre las 21.30 y las 22.00, de tal manera que compite contra La Revuelta de David Broncano.
Álvaro Gamboa es un joven madrileño estudiante de tercer curso de Matemáticas en la Universidad Complutense de Madrid. Su pasión por los números quedó patente desde una edad temprana, destacando en su paso por primaria por su habilidad para resolver operaciones de nivel universitario. Sin haber participado antes en concursos televisivos, su debut en Cifras y letras, producido por Atomis Media, con tan sólo 18 años resultó todo un éxito. En las redes sociales, los vídeos de sus impecables soluciones matemáticas se alzaron como trending topic, y muchos llegaron a calificarlo como un "genio" en la materia. No en vano, Gamboa es medallista de oro en la Olimpiada Española de Matemáticas y bronce en la Olimpiada Internacional de 2022 celebrada en Oslo.
Durante su participación, Gamboa no solo conquistó a la audiencia con su rapidez mental, sino también con su sentido del humor y la complicidad que desarrolló con el presentador, Aitor Albizua, y los expertos Elena Herraiz y David Calle. Su sorprendente habilidad para resolver complejas operaciones matemáticas y su habilidad en la formación de palabras en tiempo récord le valió el aplauso de un público de perfil joven y familiar, que lo seguía cada noche en busca de un bote que no pudo lograr, acumulando eso sí, un premio de 8.300 euros en su primera etapa.
