De sus primos Urdangarin a sus castigos en el internado inglés: las inesperadas confesiones de Victoria Federica en prime-time

La hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar se ha estrenado este lunes en el plató de El Hormiguero. Ha sido su primera entrevista en televisión y ha coincidido con su 24 cumpleaños, por lo que el comienzo no ha podido ser mejor: con tarta y velas. El guiño de Victoria Federica al programa de Pablo Motos no tiene más explicación que la productora, que comparte con El Desafío y que la ha convertido en el fichaje estrella de la nueva temporada, que se estrena en enero. Pero hay que reconocer que la hermana de Froilán ha sido generosa y más allá de sus retos en el concurso capitaneado por Roberto Leal, ha hablado también de su familia, de su infancia y hasta de sus peores manías: "No puedo tener costras y me las arranco. Tengo las piernas llenas de cicatrices, tardan muchísimo en curarse pero me da igual".

Victoria no conoce el anonimato y aunque su origen le impide hacer determinadas cosas que otros jóvenes de su edad sí disfrutan ("Si no me conociera nadie, lo primero que haría es dar un paseo sola por Madrid"), ella se queda con el lado positivo de la situación: "Desde el minuto que nací, llevaba dos guardaespaldas detrás mía. Formaban parte del Cuerpo Nacional de Policía y me acompañaron hasta los 18 años. Lo llevé bien aunque en la adolescencia un poco agobiada. Pero yo los adoraba y a día de hoy sigo teniendo relación con ellos e intentamos vernos", ha contado. "La primera vez que salí sin ellos, los llamé por reflejo para decirles dónde estaba y me dijeron 'No, si ya no estamos'. Los echo de menos".

Recuerda que de niña quería ser profesora ("como mi madre") aunque confiesa que no fue la mejor estudiante: "Tampoco la peor pero las matemáticas me costaban". Las travesuras le costaron, además, algún que otro disgusto: "A todos los niños nos han castigado, en Inglaterra es donde más me castigaban. Había una directora de las internas y no nos llevábamos muy bien y yo le hacía bromas... Por ejemplo, ella siempre tenía a su perro encerrado en su oficina y yo lo soltaba para que estuviera por ahí libre".

Sus mejores recuerdos, sin embargo, los tiene en Mallorca al lado de sus primos: "Hemos navegado desde muy pequeños. Los primos lo hacíamos en Palma y yo he intentado seguir con ello", ha confesado. "De hecho, ahora vengo de las regatas de la Copa de América. Lo he pasado muy bien y me encantaría formar parte de una tripulación y competir algún día".

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